Uno a uno fueron exponiendo los 22 consejeros constitucionales del Partido Republicano en lo que fue la segunda jornada del cónclave que los tuvo reunidos desde el miércoles en la mañana en un hotel en Casablanca, Región de Valparaíso. Ahí también se hicieron presentes dirigentes de la colectividad, como el excandidato presidencial José Antonio Kast y el presidente de la colectividad, Arturo Squella.

El encuentro tuvo el objetivo de que los consejeros se conocieran. Por ello es que se dio un tiempo para que se presentaran y hablaran desde la experiencia en sus regiones. La instancia también fue una oportunidad para preparar a los representantes electos de cara al trabajo que deberán realizar en el Consejo Constitucional.

En ese sentido, durante las jornadas de trabajo hubo una exposición del académico Patricio Dussaillant sobre redes sociales, y también del integrante de la Comisión Experta de republicanos, Carlos Frontaura, sobre lo que ha sido hasta ahora el trabajo del grupo de los comisionados.

Arturo Squella

Según fuentes que conocieron de lo que se habló, uno de los primeros lineamientos es que la nueva Carta Magna debe aprobarse y se debe construir en unidad. Esto, considerando que para el Partido Republicano es una prueba de fuego la elaboración de la nueva Constitución.

Al haber elegido a 23 consejeros de 51 -uno de ellos renunció el miércoles a la colectividad para defenderse de una causa por abuso sexual- los republicanos son vistos como los principales responsables de que el proceso culmine bien. Y un fracaso sería considerado, estiman, como una falta de gobernabilidad que afecte su proyecto político y las proyecciones presidenciales de Kast.

Así, una de las intervenciones que hubo el miércoles fue la del propio Kast, quien, según quienes conocieron el tenor de sus palabras, pidió a los consejeros ser “prudentes”. Su mensaje, de acuerdo a las mismas fuentes, apuntó a distanciarse lo más posible de lo que fue la fallida Convención Constitucional, la que fue cuestionada, entre otras cosas, por el comportamiento de sus integrantes.

Los republicanos también fijaron otros lineamientos, como el anuncio de la creación de un comité de instalación para llegar organizados cuando empiece el trabajo del Consejo Constitucional. Hasta el cierre de esta edición, los consejeros estaban debatiendo sobre quiénes podrían integrar dicha instancia.

A eso además se suma que otra de las definiciones fue que se creará una plataforma para incentivar la participación ciudadana, en la que la gente podrá enviar ideas respecto del proceso constituyente. Asimismo, se fijó como estándar que el proceso “se centre en la técnica”, según dijo Squella, y que las “alianzas se den al interior del Consejo y no a nivel de partidos”.

Los 22 consejeros en el cónclave.

Otra definición que tomaron los republicanos, según algunas versiones, es que la prensa de los consejeros electos será manejada por el mismo partido. Esto, con el objetivo de tener un mayor control de las intervenciones que tengan sus representantes en la opinión pública.

Una Constitución transversal

Las definiciones de los republicanos se dieron en un contexto en que buscan promover acuerdos dentro del órgano constitucional. Para ello incluso se han generado acercamientos con Chile Vamos. Conocedores de los diálogos que se dieron ayer, sostienen que la tónica fue de buscar acuerdos para que el proceso sea exitoso. “Esto no se puede radicalizar”, dijeron, ante las dudas que existen de algunos sectores políticos respecto de que republicanos no promueva una nueva Constitución, dado que no suscribieron el “Acuerdo por Chile” del 12 de diciembre, el que abrió un nuevo proceso constituyente.

Squella además definió otro de los lineamientos del partido: que el nuevo proceso constituyente discuta temas que unan y no asuntos ideológicos donde cuesta encontrar acuerdos. “El debate constitucional va a estar más centrado en corregir dificultades del sistema político, la descentralización, en modernizar el Estado, más que entrar nuevamente a entramparnos en la discusión del catálogo de derechos fundamentales como fue en la elección pasada”, sostuvo en un punto de prensa.

Además, el presidente del partido dio una señal de respeto a los bordes constitucionales. Esto, luego de que el diputado republicano Johannes Kaiser pusiera en duda el cumplimiento de las 12 bases, ya que una de ellas -la que fija un Estado social de derecho- les complica a los republicanos quienes promueven un Estado subsidiario. Este punto, de hecho, provocó tensión con Chile Vamos.

Sobre eso, Squella afirmó que los bordes “son una realidad que forma parte de la Constitución política, del proceso constitucional y, por cierto que, cuando tomamos la decisión como partido de presentar candidatos y competir sabíamos las reglas del juego, y están en el contexto del trabajo que va a tener que hacer el futuro Consejo”.

Sin embargo, recalcó que “algo que le ha hecho muy bien a Chile es la incorporación en la provisión para las necesidades que se presentan por parte de la sociedad civil, que participen los particulares en gran medida es parte del éxito que hemos tenido durante las últimas décadas y no tiene sentido cambiar esa fórmula”.

José Antonio Kast en el cónclave republicano. FOTO: DEDVI MISSENE

Liderazgo de la mesa del Consejo

Además, otro tema que se tocó incipientemente -y que ya comienza a ser debatido al interior de republicanos- es la elección del nuevo presidente del Consejo Constitucional. Según la ley 21.533, que abrió paso al nuevo proceso constituyente, en la mesa directiva del Consejo habrá un presidente y un vicepresidente, que serán escogidos por la primera y la segunda mayoría respectivamente.

En republicanos ya hay varios que se perfilan como posibles líderes, entre ellos, Luis Silva, de la Región Metropolitana; Beatriz Hevia, de Los Lagos, y Antonio Barchiesi, de Valparaíso. Los primeros dos dieron una señal ayer al haber sido designados como voceros ante la prensa del encuentro.

Sin embargo, el tema seguía en discusión y se habría dejado más adelante, considerando algunas polémicas como que se cuestionara a Silva por haber dicho que su condición religiosa condicionaba su actuar en el Consejo, o que se conocieran polémicas frases de Barchiesi en el pasado, como haber dicho que la actriz transexual Daniela Vega “es un hombre”, mencionar que “los negros no se suicidaban cuando eran esclavos” y haber puesto en duda el actuar de la justicia ante el condenado por violaciones a los derechos humanos, Miguel Krassnoff.

Una idea que tomaba fuerza -y que habría sido promovida por Frontaura- es la de ceder una vicepresidencia a la izquierda agrupada en los 16 escaños de Unidad para Chile, para generar la idea de una Constitución transversal.

Respecto de los casos complejos -como el consejero del Biobío Aldo Sanhueza, quien tiene una causa de abuso sexual y el de Antofagasta, Carlos Solar, que algunos testimonios de mujeres dicen que las acosaba sexualmente-, indicaron que había que esperar lo que dictaminara la justicia.