Katherine Montealegre (UDI): “Las circunstancias que se dieron justificaban el Golpe”

Katerine Montealegre
Katherine Montealegre, abogada de la Union Democrata Independiente (UDI). Foto: Andres Perez

A menos de un mes de una nueva conmemoración de la fecha, la presidenta de las Juventudes de la UDI aborda el quiebre de la democracia y su mirada sobre la figura de Augusto Pinochet.


La exconvencional y hoy presidenta de las Juventudes de la UDI, Katherine Montealegre (31), está volcada hoy a ser la líder de las nuevas generaciones de su partido.

Desde esa vereda ha tenido que lidiar con ser militante de uno de los partidos más cuestionados por su rol en la dictadura militar.

¿Qué se debería conmemorar este 11 de septiembre?

Es un día trascendente. Se conmemoran 50 años de ponerle fin a un gobierno que había devenido en ser ilegítimo, tal como lo señaló la Cámara de Diputados en agosto de 1973. Era una situación bastante lamentable, porque llevó a Chile a elegir entre una guerra civil o la intervención militar. Es un día en que esperamos que exista una verdadera reflexión. Nos ha faltado pensar sobre qué motivó el quiebre institucional y cuál fue la responsabilidad de todos aquellos que sustentaron una ideología que se articuló sobre el odio, violencia y la lucha de clases.

¿Para los dirigentes más jóvenes de derecha es una carga?

Me pasa que nos enrostran un periodo de la historia que no vivimos, como si nosotros les enrostráramos los golpes de Estado de la República socialista que se instauró en Chile el año 1932 en adelante para jugar al empate. Y ese tipo de confrontaciones no permite que avancemos. Las nuevas generaciones de la UDI avanzan sin carga y con convicciones muy claras sobre los parámetros de dignidad humana y de derechos fundamentales que nunca deben ser transgredidos. Seguimos trabajando para el legado de un proyecto que inició Jaime Guzmán en los sectores más populares.

¿Y para la derecha en general?

A 50 años del Golpe la gran mayoría de quienes formamos las nuevas generaciones de la UDI, y la gran mayoría de la población no había nacido. Desde nuestra juventud queremos aprender de la historia, pero no seleccionarla a conveniencia, porque vemos a jóvenes de izquierda hablar sobre este tiempo, pero no hacer una reflexión de todo. Apelamos a los verdaderos sentimientos de reconciliación y de búsqueda de la verdad, y no miramientos utilitaristas con esta fecha. Las izquierdas, especialmente en las universidades, reviven a Pinochet, pero no hay ni una palabra de condena para Maduro, Ortega o Castro.

A la UDI se apunta como cómplice de la dictadura. ¿El sector está al debe?

Siempre se ha fraguado este tema respecto de lo que ocurrió con posterioridad al 11 de septiembre. Y no hay nadie dentro de la derecha que no haya condenado fuertemente cualquier violación a los derechos humanos que se haya cometido con intervención militar. Es indispensable, y para que se dé un nunca más, entender cómo la violencia política de la izquierda llevó al colapso de 1973. Los militares no se levantaron un día queriendo intervenir en un gobierno que llevó al poder democráticamente pero que se volvió ilegítimo. Hay varias circunstancias que llevaron a este motivo.

Katerine Montealegre
Katherine Montealegre de la Union Democrata Independiente (UDI). Foto: Andres Perez

¿Cree que se justificaba el Golpe?

Las circunstancias que se dieron justificaban el Golpe. Entre una guerra civil y la intervención militar, obviamente la intervención de quienes pudieran dar estabilidad a Chile. Hubo muchas causas. La maduración de las ideas socialistas, la Guerra Fría como escenario crispado, creer que Chile podía ser un experimento de la revolución cubana de Fidel Castro. Fueron la violencia, las tomas, los secuestros, los indultos a terroristas, abrazar la vía armada, las estatizaciones, los graves atentados a la libertad, las largas colas, las cacerolas vacías, los paros de los trabajadores. Un Presidente que representa actitudes tiránicas amparándose en grupos armados y creyendo que estaba por sobre la Constitución y las leyes. Ese deterioro llevó no solo a las Fuerzas Armadas a pronunciarse, sino que a la sociedad civil a levantarse.

Pero se violaron los derechos humanos.

Todas las personas que tenemos convicción democrática hacemos esa clara distinción. Erosionar sistemáticamente las instituciones de una democracia no es una conducta democrática y debe ser condenada. Cuando ya se ha destruido la democracia era necesario poder reconstruirla y esa transición permitió los mayores años de estabilidad social y económica. Pero eso dista mucho de lo que ocurrió en los años posteriores con violaciones a los derechos humanos. No hay nadie en Chile que no condene eso.

¿Cómo define a la figura de Augusto Pinochet?

Entender el rol de Allende y Pinochet plantea posiciones muy divididas. En razón de no haberlo vivido, me quedo con las consecuencias de lo ocurrido. Más allá de la figura de Pinochet, merece un reconocimiento el hecho de que se haya puesto un freno a esta dictadura comunista, marxista, leninista que se quería instalar en Chile. Eso no tiene vinculación con la gran y profunda condena que los demócratas tenemos con cualquier violación a los derechos humanos. Y con cualquier líder que avale la violencia para generar cambios en un país, como ocurrió con Allende. Puso a los chilenos en peligro, un Presidente que llegó a tales niveles de inflación y dividió a Chile no merece un reconocimiento como el que ejercen las juventudes de izquierda.

¿Debería pedir perdón la derecha?

Más que pedir perdón, la conmemoración de los 50 años se debe evaluar como una reflexión. Que tiene que llamar al Chile del futuro, de los próximos 50 años. No veo ningún personero del gobierno en construir este llamado de la unidad al futuro. Tratan de reabrir heridas, de volver a confrontarnos y polarizarnos. Exigen que las personas que vivieron esta etapa, muchos que han muerto, pidan perdón, cuando ese ejercicio de perdón, reflexión y sanar heridas ya se hizo.

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