La expectativa de lograr inmunidad de rebaño en el mundo se desvanece
La rapidez con la que está cambiando el virus, la facilidad con la que se están propagando nuevas variantes más contagiosas y la lentitud en la distribución de las vacunas son algunas de las razones que han llevado a los expertos a pensar que una inmunidad colectiva es cada vez más difícil.
Más de cinco millones de estadounidenses que recibieron una primera dosis de la vacuna para el coronavirus se saltan sus citas para obtener la segunda, según cifras de el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Mientras que algunos piensan que están lo suficientemente protegidos con una inyección, otros temen los efectos secundarios.
Este fenómeno se repite en el resto del mundo. Una nueva encuesta de Gallup, realizada a 300.000 personas en 117 países, mostró que sólo el 68% de los adultos estarían de acuerdo en vacunarse si pudieran hacerlo de manera gratuita, mientras que el 29% dijo que se negaría.
Además, la encuestadora descubrió que las personas en los países más ricos tienden a ser más cautelosas que quienes viven en lugares más pobres. En Norteamérica, sólo el 59% de la población está dispuesta a recibir una dosis, mientras que en Estados Unidos la cifra disminuye a un 53%. En Europa, un 53% de los encuestados se vacunaría si tuviera acceso a una inyección.
En contraste, en África y América Latina, un 64% y un 68%, respectivamente, dijeron que estarían dispuestos a vacunarse. En Asia, un 76% está a favor de una vacuna.
En cuanto a los países, algunos son especialmente reacios. En Francia, donde escándalos pasados de salud pública han dañado la actitud de la población hacia la vacunación, sólo el 40% de los encuestados dijo que estaría dispuesto a vacunarse. De todos los encuestados, Myanmar es el menos escéptico, seguido por sus vecinos Laos y Tailandia.
Estos resultados no traen mucha esperanza a las perspectivas de inmunidad colectiva, que según estimaciones de los expertos, requiere que el 70-90% de la población sea inmune al virus. Todo parece indicar que, al ritmo actual de vacunación, esto no será posible.
Más de un año después del inicio de la pandemia, el virus está golpeando a India con una fuerte segunda ola, y los casos siguen en aumento en varios países desde Asia hasta América Latina. Esto se debe, según los expertos, a que el virus está cambiando demasiado rápido y las nuevas variantes más contagiosas se están propagando con mucha velocidad. A esto se suma la lentitud del proceso de vacunación, que hace que la idea de la inmunidad colectiva se vea muy lejana.
Los expertos en salud temen que si el virus continúa expandiéndose desenfrenadamente, se convierta en endémico. Esto, según los CDC, “se refiere a la constante presencia y/o habitual prevalencia de una enfermedad o un agente infeccioso en una población de un área geográfica”.
Sin embargo, a medida que más personas se contagien o vacunen y desarrollen cierto nivel de inmunidad, los brotes no serán tan agresivos, sino que serán más pequeños y menos mortales, pero se convertirán en una amenaza constante. “Esta es la progresión natural de muchas infecciones que tenemos los seres humanos, ya sea tuberculosis o VIH”, explicó a The New York Times David Heymann, exmiembro del Servicio de Inteligencia de Epidemiología de los CDC y exalto funcionario de la Organización Mundial de la Salud.
“Se han vuelto endémicos y hemos aprendido a vivir con ellos, aprendemos cómo hacer evaluaciones de riesgo y cómo proteger a quienes queremos proteger”, dijo el médico al periódico estadounidense.
Aunque las vacunas contra el Covid-19 fueron desarrolladas en tiempo récord, la distribución ha sido lenta y desigual. Mientras los países más ricos reciben más dosis de las que necesitan, los más pobres se enfrentan a problemas logísticos que dificultan la implementación de la vacunación en sus territorios.
Según el sitio Our World in Data de la Universidad de Oxford, sólo Israel y las islas Seychelles, con una población de menos de 100.000 habitantes en el este de África, han vacunado completamente a más de la mitad de su población.
Sólo un puñado de otros países, incluidos Gran Bretaña y Estados Unidos, han vacunado al menos con una dosis a casi el 50% o más de su población, y menos del 10% de los 1.380 millones de habitantes de la India han sido parcialmente vacunados. En África, la cifra es un poco más del 1%.
Aunque Nueva Zelandia prácticamente eliminó el virus a través de estrictos bloqueos y cierres de fronteras, sólo se ha vacunado con al menos una dosis alrededor de un 4,4% de la población.
Ante este complejo escenario, la esperanza de muchos expertos en salud pública no es que el virus se elimine por completo o lograr la ansiada inmunidad colectiva, sino que el virus se convierta en endémico y sea más manejable gracias a las vacunas.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.