Se enojó, se levantó de su silla y se retiró del lugar. Ayer los integrantes de la comisión de Sistema Político se encontraban en plenas tratativas, en la oficina número 1 del tercer piso de la sede del Senado en la capital, cuando pasadas las 17.00 horas el convencional Fuad Chahin (Colectivo del Apruebo) manifestó su molestia.

La escena, según presentes, grafica la tensa situación que atraviesan las conversaciones para alcanzar un acuerdo a dos días de que se venza el plazo para ingresar las indicaciones que serán la base del informe de reemplazo de esa comisión. Su primer texto fracasó el pasado viernes en la votación en el pleno, en el que solo se aprobaron tres de 95 artículos.

El enojo de Chahin, según presentes, se debió a que en más de una oportunidad pidió incluir a las atribuciones que tendrá la segunda cámara del Poder Legislativo, la revisión de leyes que regulen derechos fundamentales. Sin embargo, su petición no fue acogida, tras lo cual decidió congelar su participación de los encuentros.

Los diálogos han sido contrarreloj y hasta ahora no se han detenido, porque existe consenso de que el informe de esta comisión es el más relevante para elaborar la nueva Carta Fundamental. De no haber acuerdo, advierten, se podría poner en jaque todo el proceso constituyente. Esto, debido al papel crucial de las materias abordadas en la comisión dentro de cualquier Constitución, como la estructura del Congreso, su relación con el Ejecutivo y el sistema electoral.

Por lo mismo, el miércoles se dieron los primeros dos encuentros más formales entre todos los colectivos, incluyendo de manera inédita a la centroderecha, sector que había sido excluido de las negociaciones. La primera reunión duró casi cinco horas y se realizó en la Casa Central de la Universidad de Chile, mientras que por la tarde se llevó a cabo una segunda cita en el tercer piso del ex Congreso, donde estuvieron hasta cerca de las 21.00.

Ayer, en tanto, pasadas las 9.30, comenzaron a llegar a la Convención los integrantes de la Comisión de Sistema Político para iniciar una extensa tercera jornada de tratativas, la que continuaba al cierre de esta edición. No tenían citada una sesión ni un pleno, pero dada la relevancia de alcanzar un acuerdo llegaron casi todos, salvo algunos de la derecha, que fueron representados por otros del sector.

Los avances y las trabas

Pese a que entre los convencionales reconocen que ha habido avances, admiten también que esos mismos han tenido, a ratos, vaivenes y retrocesos. Varios transmiten que, hasta ahora, al menos hay consenso en que la cámara de representación política se llame Congreso de Diputadas y Diputados, mientras que la segunda cámara se denomine Congreso de las Regiones. Asimismo, también hay -hasta el momento- acuerdo respecto de que esa segunda cámara tenga iniciativa legislativa y más atribuciones que solo revisar materias regionales.

Este consenso sobre el nombre marca una diferencia con el acuerdo original entre las izquierdas, en el que se trazó el calificativo “Congreso Plurinacional” para referirse a la cámara política. En este sentido, la convencional Rosa Catrileo (Pueblo Mapuche), coordinadora de la comisión, señaló: “Los derechos de los pueblos originarios no se juegan en los nombres, sino en el contenido. Por lo tanto, no tenemos inconveniente en la eliminación del concepto de plurinacional, porque no está dado por una declaración“.

Sin embargo, los principales nudos de las negociaciones se mantienen, principalmente en lo relativo al Poder Ejecutivo y Legislativo, los que se evidenciaron durante la tarde. Esto, según varios convencionales, provocó que hubiera momentos de tensión, como el que protagonizó Chahin. De hecho, las caras de disgusto entre los convencionales se hicieron evidentes a medida que pasaban las horas, e incluso algunos se molestaron con la prensa que se ubicó, por unos momentos, afuera de la sala en la que se encontraban reunidos.

Algunos participantes manifestaron que las conversaciones se vieron entrampadas, principalmente, porque los colectivos de izquierda continuaban manteniendo diferencias y no han cedido en sus posturas. “Es una diferencia sistémica”, dijo uno de ellos.

En relación al Poder Legislativo -punto inicial de las conversaciones-, aún no hay consenso respecto de todas las atribuciones que tendrá la segunda cámara, como tampoco lo hay sobre si ambas cámaras formarán o no parte del mismo Congreso, como ocurre actualmente.

En esta línea, Constanza Hube (Unidos por Chile) sostuvo que “si son dos entes separados, ya no podríamos hablar de un bicameralismo. Si son dos entes que pueden tener su anclaje en un mismo Congreso, en ese caso estaríamos hablando de un bicameralismo, más allá de los nombres”.

Durante esta mañana los colectivos estuvieron concentrados en intentar destrabar el proceso de tramitación de las iniciativas y el rol que tendrá cada una de las cámaras. Aún falta consenso respecto de qué pasa después de que una medida pasa a comisión mixta y quién tiene la última palabra para vetar o no esa iniciativa y con qué quórum.

“Estamos discutiendo sobre la tramitación de leyes en la segunda instancia. Para nosotros es clave (...) que los proyectos de ley se inicien y concluyan en el Congreso de Diputadas y Diputados”, añadió Barraza, agregando que “estamos discutiendo con la voluntad de llegar a un acuerdo que nos permita alcanzar los 2/3, pero con una premisa esencial: el Senado no puede existir”.

En cuanto al Ejecutivo, según transmiten convencionales, se dejó para revisar al final. Por lo mismo, todavía sigue sin haber acuerdo respecto de la figura que podría acompañar al Presidente de la República. La alternativa que hay sobre la mesa, hasta ahora, es la de un vicepresidente elegido al mismo tiempo que el Mandatario, y un ministro de gobierno, que se designa una vez electo el Jefe de Estado, constituyendo una tríada que dirige el Ejecutivo. También es una opción que el Presidente no sea acompañado por ninguno de los dos.

Hasta el momento, el FA ha defendido la figura del ministro de gobierno, mientras la derecha, el Colectivo Socialista y Chile Digno han insistido en que éste debería eliminarse y mantenerse sólo el vicepresidente. “La vicepresidencia paritaria es clave. No estamos de acuerdo con el ministro de gobierno, creemos que en los países donde se ha experimentado con aquello los resultados no han sido positivos”, manifestó Marcos Barraza (Chile Digno) durante el receso de la reunión.

Otro nudo es cómo se votarían las acusaciones constitucionales y lo relativo al derecho a veto del Presidente de la República.