La recuperación global va viento en popa, tanto así que su ímpetu acelera la inflación que preocupa al mercado, pero no lo suficiente como para hacerlo retroceder. Sin embargo, voces autorizadas por ser de las pocas que anticiparon la crisis financiera de 2008-2009 ofrecen un oscuro panorama para la economía mundial.

El primero de ellos es el gestor de fondos de cobertura Michael Burry, quien recientemente reactivó su cuenta de Twitter para señalar que estamos ante “la burbuja especulativa más grande de todos los tiempos en todas las cosas”. El segundo es Nouriel Roubini, quien planteó que “se está preparando el escenario para la madre de las crisis de deuda”.

Estos comentarios han generado ruido y con justa razón, dada las credenciales de sus autores. Burry fue inmortalizado en la película “The Big Short” por haber sido el cerebro incomprendido que, con sofisticados cálculos matemáticos, anticipó con amplio margen la hecatombe que se desataría en 2008 con la burbuja inmobiliaria.

Su magia como predictor sigue intacta, como quedó demostrado recientemente, cuando ganó millones de dólares con GameStop, la acción que se disparó inesperadamente a principios de años gracias a la acción coordinada de inversionistas y en la cual Burry había apostado desde 2019.

Roubini, también goza de una sólida credibilidad. Este profesor de Economía en la Escuela de Negocios Stern, de la Universidad de Nueva York, fue bautizado por el New York Times como el Dr. Doom (Dr. Desastre), justamente por haber anticipado la crisis financiera. “Empecé a hablar de que las hipotecas de alto riesgo eran un problema cuando el 99% del mundo ni siquiera había escuchado el concepto ‘de alto riesgo’”, relataría más tarde.

Burbuja de acciones memes y bitcóin

Aunque el pesimismo suele rondarlos, ambos aseguran que sus predicciones se basan en un acucioso análisis que siguen practicando. Y a la hora de analizar la situación actual, Burry detalló el lunes el fundamento de al menos parte de sus preocupaciones.

“No sé cuándo colapsarán las acciones de memes, pero probablemente no tengamos que esperar demasiado, ya que creo que el público minorista está completamente involucrado en este tema y Wall Street también ha saltado”, dijo Burry a Barron’s, agregando que “nos estamos quedando sin dinero nuevo disponible para subirnos al tren”.

Cabe destacar que con “acciones memes” se refiere a activos que, incluso estando al borde de la quiebra, han recibido el respaldo de inversionistas individuales organizados en redes sociales. Justamente, GameStop es un ejemplo de estos papeles, al igual que AMC Entertainment, Clover Health Investment y GEO GRoup, luego de que dichos inversionistas se pusieran de acuerdo a través de WallStreetBets de Reddit.

“Las redes sociales son ahora parte de la estrategia de Wall Street y están en una mejor posición que el comercio minorista para participar, olfatear y comenzar a apretar gamma en el mercado de opciones”, señaló Burry, para enfatizar que en este lío también están envueltos los gigantes del sector financiero.

Este gurú también ha advertido sobre los riesgos relacionados con el bitcóin. En Twitter planteó que “en una crisis inflacionaria, los gobiernos se moverán para aplastar a los competidores en el campo de las divisas”. En ese marco, sostiene que “el futuro a largo plazo es frágil para las criptomonedas descentralizadas, en un mundo de gobiernos centralizados legalmente violentos y despiadados con intereses vitales en los monopolios de las monedas”.

Dicho esto, Burry advierte sobre el pozo del apalancamiento en el mercado del bitcóin. “Cuando las criptomonedas caigan en billones o las acciones de memes caigan en decenas de miles de millones, las pérdidas de #MainStreet se acercarán al tamaño de los países. Si no sabe cuánto apalancamiento hay en cripto, no sabe nada sobre cripto”, indicó, antes de que el bitcóin en efecto retrocediera desde un nivel superior a los US$ 50.000, hasta por debajo de los US$ 35.000.

La amenaza de la deuda

Por su parte Roubini, también presidente de la consultora RGE Monitor, alertó sobre los riesgos que enfrenta la economía mundial en recuperación pospandémica en su última columna en Project Syndicate, titulada: “La inminente crisis de la deuda estanflacionaria”.

“En abril advertí que las políticas monetarias y fiscales extremadamente flexibles de hoy, cuando se combinan con una serie de choques de oferta negativos, podrían resultar en una estanflación al estilo de la década de 1970 (alta inflación junto con una recesión). De hecho, el riesgo hoy es aún mayor que entonces”, parte por señalar el economista turco-estadounidense.

Según explica, en aquella década “los coeficientes de endeudamiento en las economías avanzadas y la mayoría de los mercados emergentes fueron mucho más bajos”. Asimismo, la situación sería más compleja que en la crisis de 2008-2009, dado que “la recesión resultante condujo a una inflación baja, si no a una deflación absoluta”.

En ese marco, Roubini sostiene que “nos quedamos con lo peor tanto de la estanflación de los setenta, como del período 2007-2010. Los coeficientes de endeudamiento son mucho más altos que en la década de 1970 y una combinación de políticas económicas flexibles y choques de oferta negativos amenaza con impulsar la inflación en lugar de la deflación, preparando el escenario para la madre de las crisis de deuda estanflacionaria en los próximos años”.

De esta manera, aunque la economía se revitaliza alrededor del globo, son varias las voces que encienden las alarmas. No sólo Burry y Roubini, incluso Luigi Zingales, profesor de finanzas en la Booth School of Business de la Universidad de Chicago, también pone cuotas de tensión, mostrando preocupación por “los muertos vivientes corporativos” que han sobrevivido solo por el exceso de liquidez en el mercado y que también podrían dejar su huella en la economía.