El triunfo de Gabriel Boric consolida el término de las alianzas políticas que marcaron la transición a la democracia. Líder del Frente Amplio –coalición que cuenta con casi cuatro años de existencia y sin experiencia en el gobierno-, dieron vida a Apruebo Dignidad –que suma al Partido Comunista- y enfrentaron por primera primera vez juntos el desafío de conquistar La Moneda. La victoria convierte a Boric en el Presidente de Chile más joven de los últimos 200 años y se espera que su gobierno instale en su seno a una nueva generación de líderes políticos, muchos de los cuales se formaron en el fragor de las movilizaciones estudiantiles de 2011.

Se esperaba una disputa voto a voto –al punto que la operación por convocar a apoderados de mesa marcó los días finales de la campaña. Sin embargo, Gabriel Boric superó con una amplia ventaja de 11 puntos: 55,73% versus 44,27% a los obtenidos por José Antonio Kast con el 92,12% de las mesas escrutadas. Las cifras son parecidas a las que en 2017 permitió el triunfo de Sebastián Piñera por sobre Alejandro Guillier. La diferencia convierte al joven Presidente electo en el Mandatario elegido con el mayor números de votos de la historia de Chile en un escenario de voto voluntario: cerca de 4 millones y medio de sufragios.

A pesar de que los días previos se había relativizado los supuestos gestos republicanos que han marcado la mayoría de las elecciones presidenciales en el pasado, el candidato del Frente Social Cristiano, José Antonio Kast, pocos minutos después de las 19 horas y con menos del 50% de las mesas escrutadas, llamó al triunfador, Gabriel Boric, –dando a conocer el contacto través de un mensaje en Twitter- y reconoció su derrota. Más tarde sostuvieron una reunión privada. Poco rato después, y cuando aún no se cumplían las 20 horas se estableció un diálogo telemático entre el actual Presidente Sebastián Piñera y el Mandatario electo. “Es un honor para mí poder hablar con usted”, le dijo el diputado al Jefe de Estado y agregó “me parece importante respetar las tradiciones republicanas, recibí también el llamado del candidato José Antonio Kast, cosa que me parece que habla muy bien de Chile, de nuestra democracia”. En tanto, el Presidente Piñera lo invitó a una reunión de trabajo mañana lunes en el Palacio de La Moneda para abordar “temas de mucha importancia para Chile”, a lo que Boric aceptó.

Apruebo Dignidad es un conglomerado que está compuesta por partidos relativamente jóvenes como Revolución Democrática, Convergencia Social, Comunes – que fueron la base del Frente Amplio- y otras colectividades como el Partido Comunista y la Federación Regionalista Verde Social, además de movimientos políticos como Fuerza Común, Movimiento Unir, Acción Humanista, Izquierda Cristiana de Chile, Izquierda Libertaria. Juntos fortalecieron sus espacios políticos con una férrea crítica a la exConcertación –alianza de centroizquierda que comandó la transición a la democracia- lo que supone un giro a la izquierda más radical. Boric, ha señalado que buscará ampliar la base de su gobierno que será Apruebo Dignidad, y queda en duda cómo integrará –si es que lo hace- a partidos como el PS o el PPD, ya que la Democracia Cristiana ya ha manifestado que no se propone ingresar al futuro gobierno.

Al igual como le pasó a los gobiernos concertacionistas de Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos, y a este último gobierno de Sebastián Piñera, el nuevo Presidente no tendrá mayoría parlamentaria, lo que complicará llevar a cabo su programa de campaña. La coalición del electo Mandatario, Apruebo Dignidad, tiene 37 diputados de los 155 que componen la Cámara Baja, por lo que tendrá que apelar a buscar apoyos hacia el Nuevo Pacto Social (37 diputados) hacia independientes y pactos como Dignidad Ahora (3) o el Partido Ecologista Verde (3) para lograr mayorías simples. En el Senado la situación es aún más compleja, Apruebo Dignidad tiene 5 senadores, por lo que deberá apelar a los votos de Nuevo Pacto Social (18) e incluso a un par de independientes, para apenas igualar los números que Chile Podemos Más y el Frente Social Cristiano tienen en la Cámara Alta. El propio Boric ha reconocido la situación y ha planteado que esto es una “oportunidad” para dialogar.

Ante la incertidumbre que supone el futuro gobierno de Gabriel Boric –por su falta de experiencia y la promoción de reformas- el mercado ha asumido una postura cauta. Conscientes de ese escenario, uno de los desafíos del Mandatario electo será dar señales de tranquilidad a los actores económicos y –en esta línea- en sectores del Frente Amplio ya han tomado la decisión de no convocar a representantes del Partido Comunista en puestos estratégicos para la economía y evalúan adelantar los nombramientos del equipo económico que administrará las finanzas por los próximos cuatro años.