Una reservada labor le solicitó hace semanas Giorgio Jackson a un selecto grupo de dirigentes de Apruebo Dignidad. La tarea consistía en comenzar a recolectar la experiencia de administraciones pasadas para cimentar el proceso de instalación del primer gobierno del Frente Amplio de la mano de Gabriel Boric, quien logró imponerse en la carrera presidencial con casi el 56% de los votos.
Con ese horizonte, los dirigentes iniciaron una serie de conversaciones con personeros que participaron de la segunda administración de Michelle Bachelet, en paralelo a la operación para que la exmandataria le diera públicamente su apoyo al frenteamplista y a que figuras de ese mundo, como Eduardo Vergara y Carlos Montes, se sumaran de lleno a la campaña.
Casi sin experiencia en la administración del aparato estatal –en el Frente Amplio sólo algunos militantes de Revolución Democrática (RD) tuvieron un fallido paso por la segunda administración de Bachelet, donde también participó el Partido Comunista (PC) en cargos no estratégicos- el desafío de la nueva coalición de gobierno no podía dejarse al azar.
Por ello casi desde el mismo momento en que Boric derrotó sorpresivamente a Daniel Jadue, en julio, en las primarias de la izquierda, el diseño de un posible gobierno comenzó a tomarse los debates más subterráneos de los máximos dirigentes de Apruebo Dignidad. Y esas conversaciones se intensificaron en las últimas semanas.
Una de las primeras definiciones que se conversaron al interior del pacto fue que el gobierno tendría “dos tiempos”. El primero bajo la Constitución actual y el segundo marcado por el texto que emane de la Convención Constitucional. Según estipulan en el comando, sería en ese último momento cuando Boric propondrá las mayores “transformaciones” de su plan de gobierno.
En esos diálogos -en los que, además, se fueron sentando las bases de la coalición entre el PC y el Frente Amplio- también quedaron sobre la mesa otras características de una administración del bloque de izquierda: paridad en todas las reparticiones del Estado y un gabinete con presencia de independientes y cargado de “simbolismos” respecto de las luchas sociales y feministas, como la opción de que nombre a la primera ministra del Interior y de Hacienda.
Sin embargo, ante la fuerte posibilidad de que el Frente Amplio se instalara en La Moneda después de la primera vuelta, las reservadas conversaciones tuvieron que dejar atrás su carácter hipotético y pasar a resolver ya cuestiones concretas.
Una de las primeras tareas que se activaron, sostienen en Apruebo Dignidad, fue la de definir los “perfiles” de los cargos de confianza del Presidente. Según calculan en ese equipo, ese número asciende a cerca de 3.300 puestos en todas las reparticiones del Estado.
Otro punto han sido los primeros pasos para el proceso de instalación de un nuevo gobierno. De hecho, durante los últimos días la plana mayor del comando ha sostenido reuniones para identificar cuáles serían las llamadas protocolares que Boric y sus equipos tendrán que realizar desde este lunes a instituciones como la Corte Suprema, Carabineros, el Congreso, entre otros.
Según las mismas fuentes, además, también está en agenda plantearle a Boric que una de sus primeras definiciones será la selección de su subsecretario del Interior, quien estará a cargo de pavimentar la llegada de la nueva administración. Pese a que en la plana mayor del comando recalcan que aún no está zanjado, para ese cargo suena quien aterrizó en el equipo para reforzar el área de seguridad, Eduardo Vergara.
No obstante, en Apruebo Dignidad aún hay una definición crucial sobre el carácter del gobierno que sigue en duda: si podrían entrar el resto de las fuerzas que apoyaron la canididatura de Boric, como el Partido Socialista, a La Moneda. Y si bien durante las últimas semanas el bloque ha mostrado mayor apertura a ese escenario, en la coalición sigue siendo predominante que se establezcan alianzas programáticas en el Congreso, sin que eso signifique abrir Apruebo Dignidad. “Es el método portugués”, repiten en el pacto.
Tributaria marcará el primer año
En paralelo a todo esto, el equipo programático -liderado por Javiera Martínez (RD)- continuó el trabajo del plan de gobierno. Luego de las primarias, a ese equipo se les encomendó la una minuciosa tarea: trazar las primeras líneas de los tiempos y estructuras de las principales reformas.
Y si bien ese trabajo no está zanjado al 100%, en ese equipo ya vislumbran algunos aspectos principales que marcarían al gobierno de Boric. El primero: un 2022 marcado por la tramitación de la reforma tributaria y la reactivación económica.
De hecho, según las mismas fuentes, ya se está redactando ese proyecto en el equipo tributario coordinado por Nicolás Bohme y en el que, en el área jurídica, participaron algunas dirigentes frenteamplistas que pasaron por la administración de Michelle Bachelet como Maite Gambardella y Francisca Moya.
Además, entre los programáticos explican que el primer año de gobierno también tienen planificado impulsar un “diálogo acotado” para la reforma de pensiones, previo a dar inicio a su tramitación.
En Salud, en tanto, también manejan un calendario. Según las mismas fuentes, la idea es que el primer año esté enfocado en el control de la pandemia, mientras que las “reformas estructurales” en esa área se impulsarían con la entrada en vigencia de la nueva Constitución.
Siches al comité político
En Apruebo Dignidad repiten dos cosas sobre el comité político de Boric: que el PC es el único partido que tiene asegurado un lugar en ese espacio y que esos ministerios -Interior, Segpres, Segegob, Desarrollo Social y Hacienda- contarán con la presencia de un independiente.
Sobre ese último punto la mayoría de los ojos se posan sobre la jefa de campaña, Izkia Siches. Si bien la expresidenta del Colegio Médico fue nombrada inicialmente como una nombre seguro para la cartera de Salud, en el círculo de Boric sostienen que su figura es más política. “El ministerio de Salud le queda chico, ella tiene un perfil político”, sostienen en la plana mayor del comando.
El ministerio en el que aterrice aún no está claro, no obstante, en el comando sostienen que la dirigenta podría liderar Segegob y ejercer como la vocera de Boric.
En ese mismo cargo otros nombran a la diputada Camila Vallejo, quien es vista como una carta segura para el gabinete de Apruebo Dignidad. Sin embargo, ese no es el único ministerio del comité político al que podría entrar el PC. En esa colectividad por lo general creen que la vocería recaería en sus filas, aunque también ven con buenas posibilidades que un dirigente comunista vuelva a liderar Desarrollo Social.
En el partido también creen que Vallejo sería un buen perfil para el ministerio de Trabajo, aunque plantean que sería más natural que esté en un cargo político. Para esa cartera también nombran a la expresidenta de la CUT, Bárbara Figueroa.
En el bloque sostienen que para el cargo de Interior se requiere a alguien con vasta experiencia y que sea un “peso pesado” que pueda ordenar a la coalición. Por eso, en Apruebo Dignidad apuntan al jefe político del comando y mano derecha de Boric, Giorgio Jackson, para que asuma esa responsabilidad.
Sin embargo, según cercanos al frenteamplista -quien no compitió por su segunda reelección-, el fundador de RD ha transmitido que preferiría estar en un cargo en el segundo piso antes que ser ministro. “Está dispuesto a lo que le pida Boric, pero con ciertos límites”, aseguran en el bloque. De ser así, en RD sostienen que uno de los suyos que podría estar en ese espacio sería el diputado Miguel Crispi.
Asimismo, pese a que su trabajo legislativo se ha concentrado en el área de Hacienda, según las mismas fuentes, Jackson no asumiría esa cartera por el efecto que eso podría tener en los mercados. De hecho, el viernes el legislador no descartó que Boric adelante en las próximas semanas el nombre de quién podría asumir esa repartición para dar una señal de “tranquilidad” a ese mundo. (ver nota de Pulso).
Donde Jackson también puede ser una alternativa es en la Segpres. En el círculo del electo Presidente reconocen que esta cartera será clave para la próxima administración ya que en la Cámara de Diputadas y Diputados y menos en el Senado tiene mayoría parlamentario, por lo que se necesita alguien que conozca el Parlamento y pueda entablar un buen diálogo con distintos sectores.
En ese sentido, en Apruebo Dignidad sostienen que se ha escuchado hablar de Eduardo Engel, Andrea Repetto. Nicolás Grau, a su vez, ha sido mencionado para Economía (ver nota de Pulso).
En el Ministerio de Justicia, en tanto, estaría sobre la mesa un ofrecimiento al exfiscal Carlos Gajardo, quien se sumó a la campaña de segunda vuelta.
En tanto, en el Ministerio de Relaciones Exteriores suena el nombre de la embajadora Ximena Fuentes, directora de Fronteras y Límites del Estado; quien lideró el equipo de defensa de Chile en el caso Silala, con experiencia académica y quien tiene la particularidad de estar casada con el constituyente Fernando Atria.
A su vez, en el Ministerio de Ciencias suena el nombre de la doctora en ciencias atmosféricas y directora del Centro del Clima y la Resiliencia, Maisa Rojas, quien trabajó en el comando del Mandatario electo.