Guillermo Salazar (49) llegó a vivir junto a su madre a dos cuadras del Parque de los Reyes en 1995, luego de que ella consiguiera su primer departamento entre las calles Esperanza y Yungay.
Pese a que el parque se inauguró oficialmente en 1992, con 31 hectáreas reforestadas en un antiguo basural, Salazar comenta que su conexión con el sector comenzó años antes. “En la década de los 80 visitaba el persa de Los Reyes que estaba en calle Bulnes con mis tíos. En ese tiempo era el mall de la Región Metropolitana”, comenta.
Esto, debido a que en 1981, la antigua maestranza fue reconvertida en una picada de construcción que con el tiempo derivó en la venta de muebles de estilo, restauración y antigüedades.
Las caminatas del hombre por el pulmón verde de Santiago, ubicado al alero del río Mapocho, se hicieron más recurrentes desde el 2013 cuando adoptó a su perro y nuevo compañero, Piolín. En sus paseos diarios por los jardines del parque, Salazar comenzó a ser testigo de un deterioro que convirtió el lugar en una “selva sin control”, situación que empeoró con el desarrollo del estallido social en 2019 y la pandemia en 2020.
“El cambio ha sido para mal. Como salgo a pasear a mi mascota, he visto innumerables situaciones que me han impactado y han puesto mi vida y la de mis perros en peligro. Hace un año un galguero me amenazó con pistola porque mis mascotas se acercaron a él y eso no le gustó. Me salió persiguiendo con el arma y de no esconderme en el pozo de la Perrera me mata o a uno de mis animales. Al final logré que el personal del municipio lo detuviera y supimos que era parte de un grupo que ocupaban armas para intimidar”, asevera.
Situaciones como estas se han tornado recurrentes en el Parque de Los Reyes desde 2017 y con mayor fuerza desde 2021. En junio del año pasado, personal de Carabineros detuvo a un hombre que era buscado por su presunta participación en el asesinato de una persona en situación de calle. Mientras que en noviembre un transeúnte falleció producto de una balacera que se registró en la zona donde se instala el comercio ambulante.
Estos hechos despertaron la motivación de organizaciones vecinales para hacerle frente a la situación, lo que terminó con el anuncio de un plan de recuperación por parte de la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, el pasado 13 de abril. El proyecto contempla el cierre perimetral del parque y la instalación de retenes móviles y postes de televigilancia.
“Gracias a estas acciones hemos logrado la reducción de las denuncias que realizan los vecinos y vecinas de distintas incivilidades en un 45% (enero-julio), que da cuenta de un avance significativo. Además a fin de año se concretará el cierre perimetral del sector 2, porque queremos que el parque sea seguro para todas las personas, porque no vamos a renunciar a recuperar nuestros espacios públicos en ninguno de los 26 barrios de la comuna”, explicó la alcaldesa.
“30 años sin intervención”
Desde sus inicios, el parque alberga distintos vestigios que se esconden entre sus plantaciones, como los tajamares del Mapocho, estructuras levantadas durante la época colonial que forman parte de la historia cívico-cultural de Santiago, pero que hoy se encuentran apilados y sin mayor uso. Asimismo, el lugar cuenta con el skatepark más grande de Chile y una laguna artificial de cuatro mil metros cuadrados.
Pese a que parte de los vecinos del sector celebran las intervenciones y la licitación que el municipio ganó para comenzar a cercar el parque, recalcan que es necesaria mayor seguridad y mantenimiento a gran escala para “erradicar el nido de delincuentes y suerte de baño público en el que se ha convertido hoy”, esbozan sus residentes.
Tal visión comparte Antonio Becerro, director de Perrera Arte, centro experimental que tuvo sus inicios en 1928 como horno de cremación de basura y luego en los 70 como centro de cremación de perros. Eso, hasta que el alcalde Jaime Ravinet entregó su concesión para convertirlo en una organización cultural que se ubica hace 27 años en el corazón de Los Reyes.
“Desde que se entregó por los reyes de España al Presidente Patricio Aylwin, el parque tuvo una fachada y paisajismo perfecto, además de un rol social muy fuerte. Pero a partir de 2000 en adelante ha tenido un deterioro paulatino a través de la delincuencia, microtráfico y el descontrol de los migrantes. El gobierno (comunal) pasado de Felipe Alessandri no lo entendió. Es más, lo vieron como una zona de sacrificio”, recalca Becerro.
Juan Mena (RN), concejal de la Municipalidad de Santiago y exmiembro de la comisión de seguridad en la administración de Felipe Alessandri, sostuvo que “desde la gobernación pasada se viene escuchando a los vecinos y sus quejas frente a la situación de descontrol en el parque. Ahora esta nueva alcaldía asume y continúa lo que había esbozado y coordinado con la comunidad. Pero a pesar de que se cerrará el sector, los vecinos siguen con miedo porque el proyecto solo contempla un sector de las 31 hectáreas. Entonces pasará que el crimen y la delincuencia se trasladarán a los demás sectores del parque. Al final no se está erradicando el problema”, comenta.
Ubicado en el cuadrante 11 de sector territorial de la Tercera Comisaría de Carabineros, el Parque de los Reyes ha recibido diversos servicios preventivos centrados en “la georreferenciación de los delitos, enfocándonos preferentemente los días domingos, que son los más concurridos por las personas”, sostiene el mayor Gorka Verde, comisario de la Tercera Comisaría de Santiago.
En este sentido, desde la institución policial explican que los delitos más recurrentes que se han detectado en los últimos meses dentro de la zona son robos con intimidación, violencia y robo de accesorios de vehículos.
Además, los expertos sostienen que un factor común dentro de las denuncias indica en su mayoría a “autores con rasgos extranjeros y, principalmente, en horario de tarde, cuando las personas regresan de sus trabajos en bicicletas, patines o caminando”, expresó el comisario.
Para resguardar el sector, de enero hasta la fecha, las policías han realizado más de 1.200 controles de identidad y 87 controles vehiculares, además de disponer de personal de la Escuela de Suboficiales hasta completar una dotación de 60 carabineros aproximadamente, quienes buscan coordinarse con el área de Seguridad Ciudadana de la comuna.
Mientras que desde el municipio, la concejala Rosario Carvajal (IND) sostiene que “desde el gobierno existe un levantamiento en temas ambientales y seguridad para recuperar el parque como espacio público. Sobre todo frente al comercio ilegal y denuncia de ventas de armas que aqueja a los vecinos”, recalca.