En junio de 2020, en entrevista con La Tercera, Manoj Murhekar, director del Instituto Nacional de Epidemiología de India, aseguraba que “un nuevo confinamiento en toda India no era necesario si no estaba justificado epidemiológicamente”. En ese momento, el país del sur de Asia registraba casi 33 mil fallecidos por la pandemia, que lo ubicaban en el sexto lugar mundial en cifra de muertos por Covid-19. En tanto, los más de 1,4 millones de casos confirmados lo consolidaban como la tercera nación con más contagios, solo superada por Estados Unidos y Brasil.

A pesar de las estrictas medidas de salud implementadas por el gobierno, el país asiático se convirtió en el segundo con mayor número de infecciones, con 10,9 millones de casos. La curva de contagios creció exponencialmente hasta el 16 de septiembre, donde se alcanzó un peak de 97.859 casos al día. Pero a partir de esa jornada ocurrió algo que intrigó a los científicos: el número de casos descendió de tal forma que el 26 de enero pasado, el ministro de Salud confirmó 9.100 infectados diarios, la menor cantidad en ocho meses.

Pero como en casi todo el mundo, el virus no dio tregua. Hoy, con más de 300 mil casos nuevos al día, India se consolida como el nuevo epicentro de la pandemia. El segundo país más poblado del planeta, con 1.390 millones de habitantes, acumula 15,9 millones de contagios y 184 mil muertos desde el inicio de la pandemia. Y en las últimas 24 horas se registraron 315.728 casos, unos números comparables con los registrados en Estados Unidos a comienzos de enero, y 2.102 fallecidos, según indicó el Ministerio de Salud.

El primer ministro Narendra Modi, en un mensaje televisado, reconoció que India libraba “una vez más una gran batalla”. “La situación estaba bajo control hace unas semanas y la segunda ola llegó como un huracán”, agregó Modi. Este recrudecimiento con cerca de 3,5 millones de nuevas infecciones desde principios de abril es imputado, en especial, a una “doble mutación” del virus.

“‘El sistema ha colapsado’: el descenso de India al infierno del Covid”, tituló uno de sus artículos este miércoles el diario británico The Guardian, en referencia a la situación sanitaria en la nación asiática. “Muchos creían falsamente que el país había derrotado al Covid. Ahora los hospitales se están quedando sin oxígeno y los cuerpos se acumulan en las morgues”, describió la corresponsal del periódico para Asia del Sur, Hannah Ellis-Petersen, desde Nueva Delhi.

El país ha caído en una tragedia de proporciones “sin precedentes”, señala The Guardian, que destaca que se han registrado casi 1,6 millones de casos en una semana. En el espacio de solo 12 días, la tasa de positividad de Covid se duplicó al 17%, mientras que en Nueva Delhi alcanzó el 30%. Los hospitales de todo el país se han llenado al máximo, pero esta vez son predominantemente los jóvenes los que ocupan las camas; en Nueva Delhi, el 65% de los pacientes con coronavirus tienen menos de 40 años.

Masivas aglomeraciones

A pesar de sus ciudades superpobladas y un sistema de salud en ruinas, India había sufrido relativamente poco la pandemia que ya mató a más de tres millones de personas en el mundo. Pero varias manifestaciones multitudinarias favorecieron en las últimas semanas la circulación del coronavirus. Millones de personas asistieron al festival religioso hindú Kumbh Mela, actos políticos, lujosas bodas y competiciones deportivas, detalla France Presse.

Según la prensa local, la producción de medicamentos esenciales contra el coronavirus se ha desacelerado e incluso suspendido en algunas fábricas y se han retrasado las licitaciones para las fábricas de producción de oxígeno. Los angustiados familiares de los enfermos se ven obligados a pagar precios exorbitantes en el mercado negro por medicamentos y oxígeno, y los grupos de WhatsApp están inundados de llamados desesperados pidiendo ayuda.

El primer ministro regional de Nueva Delhi, Arvind Kejriwal, que el martes se confinó debido a que su esposa dio positivo, tuiteó que algunos hospitales de la megalópolis tenían “sólo unas pocas horas de reserva de oxígeno”.

El ministro de Salud de esta capital de 25 millones de habitantes, Satyendar Jain, exhortó al gobierno federal a “restablecer la cadena de suministro de oxígeno para evitar una crisis mayor”. Los hospitales del Estado de Maharashtra y de su superpoblada capital Bombay sufren también grandes penurias, según la prensa india.

Además, 22 enfermos de Covid perecieron este miércoles en un hospital de Nashik (200 km al norte de Bombay), debido a un corte de alimentación de oxígeno de media hora en los respiradores artificiales. Las autoridades del Estado han ordenado la apertura de una investigación. “La mayoría de los pacientes son reenviados a sus casas porque no tenemos bastante oxígeno ni Remdesivir para tratarlos”, explica, por su lado, Harish Krishnamashar, médico en el Ramaiah Medical Collegebi Hospital, en Bangalore.

Escasez de vacunas

India ha administrado 127 millones de vacunas hasta ahora y, a partir del 1 de mayo, todos los adultos podrán ser inoculados. Pero el país, asegura France Presse, está teniendo problemas de escasez de vacunas, por lo que prohibió las exportaciones de las dosis de la fórmula de AstraZeneca producida localmente, mientras los hospitales están cada día más colapsados.

“Tengo miedo por mis padres y familiares más que por mí, porque ya no son jóvenes e ingresar en un hospital ahora mismo es casi imposible”, declaró a France Presse un vecino de la capital, Nueva Delhi.

Entre los casos de más alto perfil por la devastadora segunda ola de infecciones por coronavirus de India se encuentra el exprimer ministro Manmohan Singh, quien fue ingresado en un hospital esta semana después de dar positivo, a pesar de haber sido vacunado recientemente contra el Covid-19.

Singh, de 88 años, que desarrolló fiebre el domingo y dio positivo un día después, es un economista, académico y miembro del partido del Congreso que dirigió el país durante una década, entre 2004 y 2014, y fue el primer sij en ocupar el cargo. Tras describir su condición como “estable”, el ministro de Salud, Harsh Vardhan, tuiteó: “Se le está brindando la mejor atención posible. Todos oramos por su pronta recuperación”.

Entretanto, los diferentes estados han impuesto diferentes restricciones: desde el lunes por la noche, Nueva Delhi está confinada por una semana, todas las tiendas no esenciales están cerradas en el estado de Maharashtra, mientras en Uttar Pradesh, que cuenta con 200 millones de habitantes, rige un confinamiento durante el fin de semana.

Estados Unidos decidió desaconsejar los viajes a India, incluso a personas completamente vacunadas, mientras que Reino Unido agregó el país a la “lista roja”. Por su lado, Hong Kong y Nueva Zelandia suspendieron los vuelos procedentes de India.