Matices diferencian los programas económicos de Sichel y de los derrotados en las primarias de Chile Vamos

Sichel
Foto: Agenciauno

Los programas de los candidatos de centroderecha que se midieron el domingo pasado tienen más similitudes que diferencias, lo que facilitará la convergencia en uno solo. De hecho, solamente el tipo de propuesta concreta marca ciertos acentos distintos. Pensiones, pymes y emprendimiento, mayor recaudación y empleo están en los ejes.


Las propuestas del ahora abanderado de Chile Vamos, Sebastián Sichel, no difieren en el fondo de muchas de las planteadas por los otros candidatos que participaron de la primaria del sector el domingo pasado. El foco en recaudar más, pero sin más impuestos, una pensión básica universal y eficiencia en temas como vivienda y otros, se repiten con distinta intensidad en cada documento propuesto por las cuatro cartas presidenciales que tenía el oficialismo hasta el fin de semana.

Esto, mientras el mercado celebraba por segundo día consecutivo los resultados del domingo (subiendo 1,4% el IPSA este martes y acumulando un alza de 3,4% en dos días), que le dio el triunfo al exministro y al diputado Gabriel Boric, en el conglomerado Apruebo Dignidad.

Cambios para mayor recaudación tributaria

En este punto hay mucha coincidencia entre tres de los cuatro contendores de las primarias de Chile Vamos. El único que no presentó cambios tributarios en su programa fue Joaquín Lavín, cuyo comando siempre indicó que cambios de esa índole se harían solo de ser absolutamente necesarios.

Desde el comando del ahora candidato único del oficialismo, Sebastián Sichel, indicaban que se hará “un esfuerzo para aumentar gradualmente la recaudación tributaria hasta agregar el 3% del PIB hacia 2030″, esto para llevarlo a niveles de los países de la Ocde cuando tenían un nivel de ingresos similar al de Chile. Indican que hacerlo de forma paulatina “no ahoga la economía en su proceso de recuperación” y que “aplicando políticas responsables, mantendremos todavía cierto espacio para financiar el período de transición”. De hecho, dicen que cualquier aumento en la carga tributaria debe ir acompañado de mayor eficiencia del Estado.

Además, se indica que se eliminarán exenciones impositivas “que no se justifican”, tomando como base el informe de la Comisión Tributaria encargado por Hacienda y que presentó sus resultados a inicios de año. En este punto tiene coincidencias con el programa de Ignacio Briones, quien fue enfático en avanzar en eliminar exenciones desde que era ministro. El programa de Mario Desbordes también incluye exenciones que “no encuentran justificación bajo la óptica de la justicia y eficiencia tributaria”.

Otro punto del programa de Sichel que es compartido por Briones y Desbordes es el combate a la evasión tributaria. El exministro de Desarrollo Social plantea “control de la evasión”. En su documento se señala que “el incumplimiento en el pago de impuestos es un obstáculo serio para el objetivo de nivelar la cancha: disminuye los recursos disponibles para las políticas públicas”, además de agregar que es “injusto para quienes sí cumplen”. Sichel también propone devolver parte de lo recaudado por IVA, calculado sobre la canasta básica de alimentos y el promedio de gastos en medicamentos de usuarios de Fonasa. Respecto del IVA, Desbordes proponía bajar el IVA “de modo general”.

Ninguna candidatura presentó en su programa un aumento de la tasa impositiva. De hecho, el documento de Sichel indica que “se priorizará NO aumentar los impuestos a las empresas en general, y muy en particular a las pymes”.

Pensión Básica Universal

En este punto tampoco hay grandes diferencias entre los candidatos, aunque sí en los montos. Sichel propone avanzar hacía una Pensión Básica Universal, mejorando la Pensión Básica Solidaria (PBS) actual y el Aporte Previsional Solidario (APS). La PBS aumentaría hasta el nivel de la línea de pobreza, cercano a $177 mil. Además, todos los que tengan ahorros obtendrán un APS de $177 mil (decreciente dependiendo del nivel de pensión) si la pensión autofinanciada no alcanza al ingreso mínimo. Así, la propuesta implica aumentos adicionales en las pensiones de $50 mil para cerca del 95% de los pensionados actuales. El programa de Lavín también proponía un piso de $177 mil para el 60% más vulnerable. Mientras, Briones planteaba complementos en las pensiones que, junto con el Pilar Solidario, permitiría alcanzar pensiones mínimas equivalentes al salario mínimo líquido.

Briones también proponía recaudar recursos vía consumo, con lo que se tendrían cerca de US$1.300 millones adicionales que se inyectarían directamente en las cuentas de ahorro individual, repartiéndose en forma pareja para cada chileno desde el nacimiento hasta la jubilación, con un factor de ajuste para mujeres.

Sichel además es explícito en su programa respecto de que los 6 puntos porcentuales de aumento en la cotización propuesto vaya en su totalidad a las cuentas individuales de los trabajadores, pero añade que hay que “poner fin al actual modelo de las AFP, permitiendo que cada cotizante pueda elegir si su plan de ahorro para la vejez lo administra una institución del Estado, una institución privada con fines de lucro, o una institución privada sin fines de lucro”. Mientras, Desbordes planteaba que “se debe considerar una reformulación del sistema en el que se separen las funciones de captación y administración de los clientes con la decisión de inversión de los fondos”. En una línea similar, Briones proponía “que la recaudación de las cotizaciones sea llevada a cabo por el SII, rompiendo la integración vertical de recaudación que hoy realiza una sociedad de propiedad de las AFP (Previred), que de facto tiene poder de mercado”.

Facilidades para la vivienda

En el programa del abanderado de centroderecha se asegura que centrará esfuerzos en reducir el déficit de vivienda. Para eso se creará una línea de financiamiento bancaria con aval del Estado que facilite la obtención de créditos a tasas bajas y con un financiamiento del 90% del precio del pie que requieren las personas para su primera vivienda. Adicionalmente, se va a permitir usar parte de los fondos en las cuentas previsionales individuales para pagar el pie, con devolución posterior de los fondos.

Al respecto, Lavín proponía que el Estado diera una “garantía hipotecaria al banco por el 10% al 15%, lo que permitirá reducir el pie”. Una idea similar presentó Briones: “El Estado entregará una garantía o subsidio directo a las familias de clase media para disminuir el costo del pie de créditos hipotecarios para primeras viviendas de hasta 4.000 UF. La garantía estatal cubriría hasta un 15% del valor de la vivienda”, ese 15% se incluiría luego en el crédito hipotecario, facilitando el acceso a la vivienda. A esto, suma que el Estado financie directamente un porcentaje del pie, entre 5% y 10%, para familias de clase media. El exministro de Hacienda también planteaba eliminar restricciones al acceso a los subsidios y también agregaba que se puedan utilizar los fondos de pensiones para la compra de vivienda.

Sichel también plantea, entre otras cosas, aumentar el porcentaje por comuna de suelo destinado a la densificación y a la construcción en altura, mediante planificaciones urbanas ordenadas y responsables. “Es imprescindible destinar al menos un porcentaje equitativo de densificación en todas las comunas velando por la armonía urbana y los equilibrios territoriales”, señala en su programa. Además, busca reforzar el reglamento de integración social, mejorar las espacios para la ciudad y “generar mayor equidad en la distribución de áreas verdes”, a través de incentivos a la reforestación privada urbana.

El programa de Briones coincide, proponiendo subir la altura a no más de ocho pisos para eliminar el hacinamiento y a su vez ganar nuevos espacios comunes amplios, “hoy inexistentes para familias que viven en barrios de alta densidad y hacinamiento”. Además, agregaba el otorgar “certeza jurídica a los proyectos inmobiliarios, generando cambios a nivel de planos reguladores y del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), para que se promueva la inversión con plazos conocidos y razonables”.

Crecimiento, recuperación y empleo

La propuesta de Sichel para la reactivación económica parte de la idea de recuperar la confianza. “Transformar el Estado de verdad, no sólo para que entregue sus servicios de manera eficaz y eficiente, sino para que mejore la educación pública y garantice la seguridad y el respeto al Estado de Derecho, es fundamental” para lograr “nivelar hacia arriba”. Esto, ya que sin ello “no hay inversión ni innovación”. Para recuperar los empleos formales mantendrá por un tiempo los subsidios de contratación, con foco especial en mujeres y jóvenes. Otra de sus propuestas es un aporte salarial permanente, que mejore los ingresos de los trabajadores y apoye también la generación de plazas formales. Estos aportes serían hasta de $96 mil mensuales para trabajadores que reciben el sueldo mínimo. Además, tiene contemplado un plan de inversión pública y aceleración de concesiones. También plantea seguir apoyando a las pymes y al emprendimiento -eje de su programa-.

Lavín proponía directamente garantizar un ingreso mínimo de $500 mil, a través de un complemento al salario mínimo, es decir, una figura similar a la planteada por Sichel. Mientras, Briones planteaba un subsidio transitorio de $150 mil por seis meses y se entregará a un millón de trabajadores cuyo sueldo bruto sea inferior a un millón de pesos, también teniendo como foco impulsar el empleo formal. A la vez, el exministro, decía que mantendría el actual subsidio al empleo por los próximos 2 años.

Respecto a la inversión, Briones también proponía aumentar la inversión pública, con un alza de 7% anual hasta 2025 y, al mismo tiempo, aumentar la eficiencia en el otorgamiento de permisos para proyectos de inversión privada.

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