Mercado laboral congelado: ofertas de empleo completan tres caídas consecutivas y masa salarial se desacelera

De acuerdo al Banco Central, este índice en agosto llegó a 68,61 puntos lo que se traduce en una caída anual de 35,3%. Los expertos coinciden en que este comportamiento va en línea con la situación de ralentización de la creación de empleo.


Las señales sobre el enfriamiento del mercada laboral siguen apareciendo. A fines del mes pasado las cifras de la Encuesta de Empleo que publica el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) mostró un nuevo freno en la creación de empleo: en el trimestre mayo-julio de 2022 se crearon poco más de 22 mil empleos en julio en comparación a junio en la serie desestacionalizada y 11 mil en su versión original, ratificando las señales de un freno en la recuperación alejándose la meta de recuperar el empleo perdido por la pandemia.

Asimismo, si se analiza la serie desestacionalizada, la creación de empleo mensual se ha ido frenando. Si en julio del año pasado se creaban 126 mil plazas laborales, ahora fueron sólo 22.134.

Un indicador que refrenda el menor dinamismo que está teniendo el mercado laboral es el Índice de Avisos Laborales por Internet que publica el Banco Central. En agosto llegó a 68,61 puntos lo que se traduce en una caída anual de 35,3%, la tercera consecutiva. En julio la contracción fue de 33,58% y en junio de 17,38%. Este indicador, en general, da cuenta de un comportamiento similar a lo que pasa con los datos de empleo asalariado de la Encuesta de Empleo del INE pero con cierto rezago, por lo que es probable que, para agosto, el mercado laboral continúe esta tendencia a la baja.

El director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), Juan Bravo, sostiene que “hay varios datos que nos muestran que el mercado laboral está perdiendo vigor, en especial, la paralización de la creación de empleo, la aceleración del crecimiento anual de los despidos por necesidades de la empresa y la disminución de los avisos laborales. Así, este es un antecedente adicional que se suma a esta batería de signos que reflejan el proceso de disminución de dinamismo del mercado laboral”.

Dado este escenario de ralentización, los expertos ya anticipan que es poco probable que se logre recuperar los empleos perdidos por la pandemia. Al trimestre mayo-julio de 2022 hay 8.849.831 ocupados por lo que restan poco más de 265 mil puestos de trabajo para lograr tener los 9.115.641 que había en el trimestre noviembre-enero de 2020 y de 213 mil si se considera el trimestre diciembre-febrero de 2020. Es más, si se considera el aumento en la población en edad de trabajar desde esa última fecha, para tener una tasa de ocupación similar se requiere sumar 510 mil puestos de trabajo.

El economista de Libertad y Desarrollo (LyD), Tomás Flores, subraya que “las últimas dos encuestas del INE dan cuenta de una desaceleración sustancial en la creación de nuevos empleos, acorde con la recesión que está ad portas de la economía chilena, con lo cual era esperable que las ofertas la exhiban una contracción”.

Para Bravo, la tendencia a la baja “se acentuará, en especial tras el reajuste de las proyecciones del Banco Central que indica que la contracción económica de 2023 será menos moderada que lo que se esperaba previamente”. En ese punto, argumenta que “la materialización de la recesión debiese generar una destrucción de empleo asalariado formal en el sector privado, una recomposición del empleo hacia mayor liderazgo del empleo informal y a un aumento moderado de la tasa de desempleo”.

Cecilia Cifuentes, académica de la Universidad de Los Andes añade que “la tendencia apunta a que se irá profundizando la creación de empleo formal”.

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La masa salarial a la baja

Otro reflejo que indica un menor ritmo en la creación de empleo es la desaceleración que están mostrando los ingresos del trabajo, medidos a través de la masa salarial. De acuerdo a cálculos del OCEC-UDP, en el trimestre mayo-julio la masa salarial creció 6,3%. Esta variable busca medir el total de ingresos reales que provienen del trabajo asalariado de la economía. “En términos anuales la masa salarial real sigue creciendo, aunque se ha ido desacelerando en los últimos meses especialmente por el desplome histórico que están sufriendo los salarios reales”, indica Bravo.

El economista explica que “hasta ahora el empleo asalariado está creciendo a un ritmo que permite contrarrestar la caída de remuneraciones reales, por lo que la masa salarial real aumenta respecto al año previo”.

Sin embargo, el experto puntualiza que “a medida que avancen los meses la desaceleración del crecimiento anual del empleo asalariado jugará un rol mayor en la desaceleración de la masa salarial real”.

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