Los mexicanos acudieron este domingo a las urnas para renovar la Cámara de Diputados y elegir 15 gobernadores estatales, en unos comicios que marcarán el rumbo de la segunda mitad del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y el futuro de su llamada “cuarta transformación”.
Imágenes de televisión y reportes de testigos de Reuters dieron cuenta de una nutrida afluencia de votantes en Ciudad de México y en varios estados del país, de 126 millones de habitantes.
La jornada, para la que estaban habilitadas para sufragar unos 93,5 millones de personas que elegirán 21.000 cargos, transcurrió mayormente con tranquilidad, pero con reportes de algunos incidentes aislados.
Los comicios más grandes de la historia de México son vistos por analistas como una suerte de referendo de la gestión de López Obrador, quien mantiene altos niveles de popularidad pese a la contracción económica atizada por la pandemia del coronavirus y los altos niveles de violencia.
“Viva la democracia”, dijo el Mandatario a periodistas y a ciudadanos que lo observaban tras votar temprano cerca de Palacio Nacional, en el centro histórico de Ciudad de México junto con su esposa, Beatriz Gutiérrez.
Los últimos sondeos publicados días antes de las elecciones mostraron que el oficialista Morena obtendría 228 a 239 de los 500 escaños de la Cámara Baja y que junto con los de sus aliados, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido del Trabajo (PT), mantendría la mayoría absoluta.
Desde su arribo al poder a finales del 2018, el dominio de Morena en ambas cámaras del Congreso ha permitido al Presidente de 67 años, sacar adelante una serie de reformas económicas y políticas, pese al reclamo de la oposición, que no ha podido frenarlas.
Entre ellas, cambios a leyes del sector energético, en un intento por revertir una profunda reforma de 2013/14 y que a ojos del Mandatario solo sirvió para favorecer a empresas privadas y extranjeras en detrimento de las estatales, la petrolera Pemex y la generadora de electricidad CFE.
“Yo sigo con mi presidente, lo han atacado mucho, pero yo sí veo que está haciendo bien las cosas”, dijo Luis Domínguez, de 36 años tras votar en Cuaxomulco, en el central estado Tlaxcala. “Para que culmine su proyecto hay que apoyarlo, ha hecho muchos cambios y todavía le faltan tres años”, añadió.
¿Más reformas?
Una gran victoria en las urnas, según algunos analistas, podría dar nuevos bríos al Mandatario, quien dice que los “conservadores” buscan regresar al poder para privilegiar a las élites con políticas neoliberales, en menoscabo de los pobres.
Morena también ha concretado una polémica reforma al Poder Judicial que, en un cambio de último minuto, extendió por dos años el mandato del presidente de la Suprema Corte, cercano a López Obrador, así como la creación de un padrón de usuarios de telefonía celular, cuestionado por organizaciones civiles.
Varias de las reformas han sido congeladas en tribunales, en un camino que podría terminar en la Suprema Corte, mientras AMLO espera que al final le sean favorables.
Si bien el Presidente dijo apenas hace unos días que gran parte de las reformas previstas en su gestión ya han sido realizadas, aún hay al menos dos importantes para las que requerirá el apoyo del Congreso.
Una considera a los órganos autónomos, como el regulador de competencia económica, Cofece; el instituto de transparencia, INAI; la autoridad electoral nacional, el INE, que en la práctica se han convertido en el contrapeso que la oposición no ha sido frente a los cambios promovidos por AMLO o Morena, lo que ha molestado al Presidente.
La segunda es una anunciada reforma fiscal, que podría plantearse tan pronto comience en septiembre el nuevo período de sesiones en el Congreso para ser implementada el próximo año.
“Si la coalición de AMLO logra una mayoría de dos tercios en la Cámara Baja, podría envalentonarlo para avanzar con una agenda más radical. Este es el peor escenario para los inversores y el sector empresarial”, dijo Nicholas Watson, analista de riesgo político de la consultora Teneo.