La participación laboral de la mujer ha corrido en desventaja. Y si bien durante la última década avanzó hasta llegar a niveles del 53,3%, la pandemia borró de un plumazo todo lo avanzado y se retrocedió de regreso a 41,2%. Ahora, poco a poco se ha venido recuperando dicha participación y en el trimestre móvil enero-marzo escaló hasta el 49,2%.

Al respecto, “¿Cómo aumentamos la participación laboral de las mujeres en Chile? Evidencia, experiencia internacional y políticas públicas”, se titula un estudio realizado por el Observatorio Laboral del Sence de la Región Metropolitana, que es ejecutado por el Centro de Políticas Públicas UC.

Entre los principales resultados del análisis se muestra que “en Chile, de acuerdo con los resultados de esta investigación, las mujeres que provienen de hogares con presencia de menores de tres años tienen una probabilidad menor de participar en el mercado laboral, no así en los hombres, en cuyo caso esta variable no merma sus posibilidades de participación laboral”.

María de los Ángeles Morandé, coordinadora del Observatorio Laboral del Sence de la Región Metropolitana, explica que esta situación “es observada en todo el periodo analizado en el estudio entre 2009-2020, donde se evidencia que las mujeres con hijos pequeños (menores de 3 años) presentan entre un 10% y un 14% menos de probabilidad de integrar la fuerza laboral en comparación al resto de mujeres con hijos en edad escolar o sin hijos”. La investigadora resalta que “este hallazgo solo se presenta en el caso de las mujeres, es decir, en hombres provenientes de hogares con niñas o niños pequeños no hay relación entre esto último y su participación laboral, haciendo evidente esta brecha de género desfavorable para las mujeres”.

De acuerdo al estudio, en la experiencia internacional, parte de las principales políticas que promueven la participación laboral femenina se enfoca en proporcionar sistemas de cuidado para niños y niñas, junto con el acceso a la educación temprana, así como políticas asociadas al pago de licencias paternales. “Al examinar la experiencia comparada de los países de la OCDE, fue posible observar que más niños matriculados en servicios preescolares, un mayor gasto público en posnatal, en temprana infancia y en asignaciones familiares, se asocia positivamente con la mayor participación laboral femenina”, menciona el informe.

Sobre este punto, Morandé sostiene que “lo que nosotros pudimos evidenciar en nuestro estudio respecto a la experiencia internacional y las políticas públicas que repercuten positivamente en la inclusión de las mujeres a la fuerza laboral, es que el gasto público en primera infancia, que incluye sistemas de cuidado y educación temprana, y por cierto salas cunas y jardines infantiles, tiene una correlación positiva con la participación laboral femenina en gran parte del mundo”.

En este sentido, puntualiza que “mayor inversión para que más niños o niñas puedan acceder a un sistema de cuidados o nivel pre-escolar, se constituye como una política efectiva en nuestro país para la inclusión de las mujeres a la fuerza productiva. Esto se hace más urgente especialmente luego de la pandemia que afectó tan fuertemente el empleo femenino - expulsando a muchas mujeres de la fuerza laboral por tener que asumir labores de cuidado- y considerando que la recuperación del empleo en el caso de las mujeres ha sido mucho más lenta que en de los hombres”.

21 Diciembre 2021 Produccion de Cerezas de la empresa Garces Fruit de la VI Region, Trabajadores, vistas valle, siembra, arboles frutales, Packing. Foto: Andres Perez21 Diciembre 2021 Produccion de Cerezas de la empresa Garces Fruit de la VI Region, Trabajadores, vistas valle, siembra, arboles frutales, Packing. Foto: Andres Perez

Otro resultado que muestra el estudio es que las mujeres jefas de hogar tienen una probabilidad entre 2,61 y 2,08 veces mayor de participar en el mercado del trabajo que quienes no lo son, en el periodo estudiado.

Morandé puntualiza que “las mujeres que son jefas de hogar tienen una mayor probabilidad de integrarse al mercado laboral de acuerdo a los datos del estudio. Esto además puede coincidir en muchos casos con que las mujeres jefas de hogar pertenecen a hogares monoparentales, por tanto, son el único o el sustento principal del hogar”.

En ese sentido, la investigadora comenta que “en el caso de las mujeres que no son jefas de hogar, no estar dentro de la fuerza laboral puede relacionarse con diferentes factores, entre ellos aquellos más culturales o de distribución de roles de género en el hogar que las deja a cargo del cuidado de los hijos y de labores domésticas”.

De hecho, afirma que “un 30% de las mujeres no trabaja o no busca trabajo por responsabilidades familiares permanentes. Además, sabemos, por la experiencia internacional, que los sistemas de cuidado y educación temprana tienen un efecto sobre una mayor participación laboral de las mujeres”. Por ello, enfatiza que “distintas políticas que apunten a fortalecer los sistemas de cuidado y a una mayor corresponsabilidad en el hogar, en conjunto con otras que mejoren sus capacidades productivas, van en la dirección correcta para aumentar las posibilidades de integración laboral de las mujeres”.

Junto a ello, el informe propone también el promover políticas de adaptabilidad laboral para mujeres trabajadoras. En particular, modalidades como el teletrabajo y la adaptación de jornadas laborales pueden ser incentivos para aumentar la participación laboral femenina.

En ese sentido se plantea “desarrollar un sistema de certificaciones para empresas que implementen políticas de adaptabilidad laboral, incentivando la inclusión de trabajadoras. Lo anterior como parte de iniciativas que promuevan el teletrabajo y adaptabilidad en las empresas”.

La presentación del documento se realizará este miércoles a las 10 horas. Contará con la participación de Luz Vidal, ministra (s) de la Mujer y Equidad de Género; Verónica Garrido, directora del Sence de la Región Metropolitana; Alejandra Sepúlveda, presidenta ejecutiva de Comunidad Mujer, y María Elena Valenzuela, consultora de la División de Asuntos de Género de CEPAL. También estará presente el presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, Alberto Undurraga. Para el legislador “frente a los resultados del estudio del observatorio laboral es evidente que existe una urgencia por legislar sobre las iniciativas que buscan fomentar la participación laboral femenina. En el caso del proyecto de sala cuna universal todavía existen mejorías que se deben implementar. Por ejemplo, el proyecto efectivamente entrega el beneficio a todas las mujeres, pero no a los hombres y, desde nuestra perspectiva, eso es fundamental para el componente de corresponsabilidad parental”.