Nacionalización del gas natural de Camisea: el nuevo foco de tensión al interior del gobierno peruano
El mandatario Pedro Castillo vuelve a enfrentarse con su primer ministro, Guido Bellido, esta vez por las decisiones sobre el futuro de la explotación del yacimiento en Cusco.
El gobierno peruano enfrenta una nueva división entre sus filas. El Presidente Pedro Castillo debió salir al paso para tranquilizar a los mercados después de unas polémicas declaraciones del primer ministro, Guido Bellido, que aseguró que “nacionalizará” el yacimiento de gas natural de Camisea si la empresa se niega a “renegociar el reparto de utilidades a favor del Estado”. La discrepancia se suma a una larga lista de desencuentros al interior del gobierno de Perú Libre que asumió hace tan solo dos meses, en medio de un polarizado escenario social.
La respuesta del mandatario llegó a través de un mensaje en su cuenta oficial de Twitter, misma red en la que Bellido reveló su propuesta inicial el domingo. “En este gobierno del pueblo, estamos comprometidos con llevar gas barato a todos los peruanos. Cualquier renegociación se dará con respeto irrestricto al Estado de derecho y velando por los intereses nacionales. El Estado y el sector privado trabajando juntos por un Perú mejor”, defendió el exprofesor rural.
La presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, criticó el nuevo foco de tensión al señalar que “los mensajes contradictorios y cualquier amenaza de nacionalización generan confusión y ahuyentan las inversiones”, y que el actuar de Castillo y su número dos “generan confusión” entre los peruanos.
Desde su nombramiento en julio, la figura de Bellido ha estado sometida al escrutinio político debido a que mantiene un proceso penal abierto por presunta “apología al terrorismo” ante dichos sobre Sendero Luminoso. En esta última oportunidad, el líder del Consejo de Ministros viajó durante el fin de semana a Arequipa para participar en una reunión con organizaciones sindicales, lugar desde donde aseveró que cumplirán con las propuestas de campaña, que incluye una renegociación del reparto de utilidades para beneficiar al Estado.
“La tarea es que en la medida en que nosotros cumplamos los pedidos que tienen ustedes, también tenemos que entender que hay que profundizar más. Seguramente en el camino va a existir mucha crítica, muchos cuestionamientos, pero lo que nosotros vamos a garantizar es que en las propuestas que hemos hecho no vamos a retroceder. No les vamos a poner una hoja de ruta, los compromisos se van a cumplir. Hemos dicho que los recursos de todo el Perú no pueden seguir en manos privadas, en perjuicio del pueblo. En la campaña se dijo claramente que el gas de Camisea debe ser para los peruanos”, defendió Bellido.
Según el diario peruano La República, los comentarios de Bellido generaron revuelo en el Ejecutivo, por lo que la mayoría de los ministros, con el objetivo de calmar las aguas, se pronunció en una línea distinta al primer ministro, reflejando las contradicciones que hay al interior del gabinete.
Choques en el gabinete
Uno de los primeros en pronunciarse fue el ministro de Justicia, Aníbal Torres, que remarcó que el tema no ha sido discutido en el consejo de ministro y que en cualquier caso, ningún contrato puede ser revisado “unilateralmente”. Además, el titular de Energía y Minas, Iván Merino, quien se creó una cuenta en Twitter para sumarse al debate en redes sociales, sostuvo que “desde el Minem propiciamos el diálogo directo y mantenemos nuestra política de puertas abiertas. Hagamos las cosas bien. Estamos comprometidos en trabajar con todos los actores, para lograr consensos en función al bienestar concreto de la ciudadanía”.
“Los lineamientos los da el Presidente de la República”, defendió la vicepresidenta y ministra de Inclusión Social, Dina Boluarte. Incluso, el ministro de Salud, Hernando Cevallos, dijo que aunque está a favor de renegociar los contratos del yacimiento en Cusco, “primero tienen que sentarse a conversar”.
Anteriormente, el titular de Economía, Pedro Francke, aseguró que “no vamos a expropiar el gas de Camisea. Las empresas privadas seguirán explotándolo. Nosotros queremos asegurar que sirva para que los peruanos tengan un gas más barato en su casa”.
Según el portal RPP, es tal el nivel de tensión al interior del gabinete que hay ministros que dejaron de hablarse, a medida que se han formado grupos diferenciados. Por un lado, aparecen los que respaldan a Bellido, con los ministros de Energía y Minas, Iván Merino; de Ambiente, Rubén Ramírez, y de Defensa, Walter Ayala, a la cabeza.
En el bando opuesto figuran Pedro Francke de Economía; Hernando Cevallos, de Salud; Aníbal Torres, de Justicia; Óscar Maúrtua, de Cancillería, y Dina Boluarte, de Desarrollo. Finalmente, surgen los ministros que han perdido influencia, como sería el caso de los titulares de Trabajo Iber Maraví; de Cultura, Ciro Gálvez; de Transportes, Juan Silva Villegas; de la Mujer, Anahí Durand; y de Turismo, Roberto Sánchez, señaló el medio peruano.
Aún con el cierre de puertas a la idea de Bellido, uno de los que salieron en su defensa fue el líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón. “Que se renegocie el contrato ley del gas de Camisea y se le reconozcan al Estado mejores ganancias. Si la empresa no acepta, ¿está mal tomar control del yacimiento peruano? El Estado tiene que poner las cosas en orden”, apuntó Cerrón.
Horas más tarde, el partido oficialista emitió un comunicado en el que dejó en evidencia su total respaldo al primer ministro resaltando que defiende los lineamientos de Perú Libre. “Lo que el Estado percibe como impuesto anual entre canon gasífero, regalías e impuesto a la renta por la explotación del gas de Camisea es apenas 1,135 millones de dólares, cuando debieran ser US$ 23 mil millones”.
De acuerdo con la prensa local, la cúpula izquierdista estaría intentando remarcar la agenda que diseñaron durante la campaña para que el mandatario no dé marcha atrás, especialmente ante el acercamiento con los ministros que no son “leales” al denominado cerronismo. Durante la primera gira internacional de Castillo por México y Estados Unidos, el jefe de Estado no viajó con dirigentes de Perú Libre y prefirió blindarse de figuras moderadas, como el canciller Óscar Maúrtua y el ministro de Economía, Pedro Francke.
Esto habría desatado la molestia en la interna del partido, lo que explicaría el motivo por el que Bellido ha protagonizado estas controversias, como durante la semana pasada cuando reveló que Castillo se reunió con el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, y que lo reconocerán como legítimo, un cambio en la política exterior en el país desde el cual nació el Grupo de Lima.
Justamente, en el último tiempo, Castillo busca poner paños fríos a sus políticas. Hace una semana, durante su primer discurso ante la Organización de Estados Americanos (OEA), el docente hizo un llamado a los inversionistas a apostar por Perú “sin temores” y prometió seguridad jurídica tras señalar que “nosotros no somos comunistas, nosotros no hemos venido a expropiar a nadie”.
Algunas bancadas del Congreso han solicitado al inquilino del Palacio Pizarro sacar a Bellido del Ejecutivo para lograr consensos y seguridad. Por el momento, la congresista opositora Patricia Chirinos, la misma que denunció al primer ministros por agresiones verbales, presentó una moción para que el político acuda al pleno a explicar sus declaraciones sobre la eventual nacionalización del gas de Camisea.
El diario El Comercio, en un editorial publicado este lunes, señala que “las discrepancias abiertas en el gobierno han llegado a niveles insólitos” y que, ante el último “desencuentro”, “lo que correspondería sería que el mandatario prescinda de Bellido, pues es en extremo problemático para el país que los dos funcionarios más altos del Ejecutivo realicen en un solo día anuncios que tiran para lados opuestos”. “Es incomprensible que, dadas las dimensiones de los desencuentros, la cabeza del Ejecutivo no haya tomado hace tiempo la decisión de cortar el problema de raíz”, insistió.
Pese a ello, Guido Bellido e Iván Merino acudieron este lunes a las oficinas de la compañía Pluspetrol para presentar un oficio con el fin de formalizar el inicio de las renegociaciones del reparto de utilidades a favor del Estado por la explotación del gas de Camisea. Según RPP, el primer ministro convocó a los ministros de Estado para una reunión de trabajo y coordinación que se realizaría anoche.
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