No era la primera opción de la candidata Paula Narváez. Pero Nivia Palma, la exministra de Bienes Nacionales de Michelle Bachelet, exdirectora del Fondart, abogada de profesión y exmilitante de la Izquierda Cristiana, arribó ayer a la primera línea del incipiente comando de la exvocera de gobierno, asumiendo el rol de jefa de campaña.
Varios nombres se habían barajado antes en el círculo de Narváez. Pese a que la exministra siempre pensó en la figura de una mujer, se sondearon, por ejemplo, cartas como el senador Carlos Montes (PS). El legislador, sin embargo, declinó asumir un rol preponderante en el equipo, bajo el argumento de que ha repetido como un mantra desde hace meses: es tiempo de nuevos liderazgos.
Pero más allá de las alternativas que había sobre la mesa, la designación de Palma -y la del resto del equipo de la carta presidencial- despertó distintas lecturas en el Partido Socialista.
En la colectividad hay quienes afirman que en el nombramiento de la también esposa del exdiputado socialista Sergio Aguiló fue clave su cercanía con Narváez -en términos de historia política- y con algunos excolaboradores de la exvocera.
Palma es cercana a Leopoldo Pineda, quien fue jefe de gabinete de Narváez durante su paso por la Segegob y terminó renunciando tras conocerse que había recibido pagos por el concepto de informes de parte del exparlamentario socialista mientras ejercía su cargo en La Moneda.
“Él es amigo de Paula y está a medias en la campaña por un tema familiar”, dicen cercanos a Narváez. Otros en el PS apuntan a que su nombre no está asociado a un “rostro tradicional”. “El relato tiene que ser coherente”, dicen en su círculo, apuntando a que su opción presidencial fue levantada desde las bases.
En el Partido Socialista recuerdan que con la exvocera comparten su origen en la colectividad: Palma, al igual que la psicóloga, perteneció a la Nueva Izquierda, aunque ella -como Aguiló- terminó alejada del líder de esa facción, Camilo Escalona. De hecho, ambos renunciaron y formaron la Izquierda Ciudadana, para volver al PS en 2018.
“Tiene una destacada trayectoria, experiencia, enormes capacidades profesionales y compromiso de trabajo, razón por la que nos asiste la convicción de que tendrá un gran desempeño en la campaña”, afirma el presidente de la colectividad, Álvaro Elizalde. Tanto Aguiló como Palma respaldaron al senador por El Maule en la contienda senatorial de 2017, por lo que en el partido señalan que ambos tendrían buena relación.
Montes asegura que tiene la mejor opinión de Palma. “Es buena organizadora, es una persona directa, capaz de convocar a gente bastante diversa, que conoce el país. Tiene muchos de los rasgos que se requieren, obviamente hay capacidades que deberá ir desarrollando en el camino, pero hay harta gente con experiencia que puede apoyar”.
Una debilidad evidente de Palma es su inexperiencia en campañas: nunca ha estado en la primera línea de un comando de características nacionales. Las mismas fuentes advierten que eso podría pasarle la cuenta a la exvocera de gobierno en esta primera etapa, sobre todo, ante lo que en su colectividad consideran como “ausencia de diseño” para enfrentar su mayor debilidad: su falta de conocimiento.
Ese elemento, de hecho, lleva a otra reflexión que se comenta en la colectividad de París 873. Algunos dirigentes sostienen que se está instalando la tensión respecto a cuánto de la campaña de la expresidenta Michelle Bachelet se puede replicar en la de su exvocera -no hay que olvidar que la exMandataria fue quien la ungió en diciembre pasado- y cuánto de ese diseño no es consistente con el momento político y las características propias de la candidata. “Están levantando una campaña al estilo Bachelet, pero sin Bachelet”, dice un representante de la colectividad.
En el círculo de Narváez, sin embargo, descartan que ese sea un dilema y aseguran que la candidata ya ha delineado ese límite, al afirmar en enero que no viene “a revivir proyectos” ajenos. De hecho, otras fuentes cercanas a la exvocera afirman que mientras menos bacheletistas puros y duros estén en la primera línea, mejor.
Con todo, la designación de Palma ya sumó una damnificada: la presidenta de Horizonte Ciudadano, fundación de la expresidenta Michelle Bachelet, Paulina Vodanovic, que se marginó de la campaña de Narváez.
Aunque se señala que Vodanovic privilegió su interés personal al momento de dar un paso al costado -busca postular a la Corte Suprema como abogada integrante-, en el PS admiten en reserva diferencias por el rumbo de la campaña con la propia abanderada.
Antes de asumir el desafío, Palma -miembro del directorio de TVN- acordó con el organismo una fórmula para no dejar su cargo y evitar suspicacias por su rol en el canal público: se comprometió a inhabilitarse de tener contacto personal con el director de prensa y de opinar sobre programas políticos y en todo aquello que, de buena fe, entienda que puede ser un uso inadecuado de su rol.
Narváez llega mañana a Santiago y se instalará en su nuevo centro de operaciones, ubicado en el tercer piso de la sede del PS, que fue remodelada para recibir a su nueva huésped.
Natalia Piergentili: la “ahijada” de Girardi
“Es innegable que Natalia pertenece al girardismo duro en el PPD”, dice un dirigente de ese partido respecto de la jefa del comando de campaña de Heraldo Muñoz, la exsubsecretaria de Economía Natalia Piergentili.
La administradora pública de 42 años y madre de una niña de seis años, Amanda, nunca estuvo en los mismos círculos de Muñoz, más allá de la cercanía que ambos comparten con el influyente senador por Santiago, Guido Girardi. Y no fue hasta la primera etapa de la campaña presidencial del excanciller que la también profesora en la Universidad de Santiago -su alma mater- logró entrar al comando y perfilarse para que Muñoz la escogiera como su jefa de comando.
De hecho, Piergentili ha estado en diferentes “lotes” dentro del PPD desde que comenzó a militar a los 27 años. En el partido recuerdan que partió siendo cercana al “tercerismo” de René Jofré, Jorge Insunza y Víctor Barrueto, y que luego se cobijó entre los seguidores de Girardi, llegando a ser una de las dirigentas más cercanas al senador. Incluso, compitió contra Muñoz en las elecciones internas en 2018, en las que intentó fallidamente convertirse en la secretaria general de la lista liderada por el exdiputado Marco Antonio Núñez.
Desde el comando aseguran que Muñoz escogió a Piergentili por su inteligencia, capacidad ejecutiva y su expertise en temas como descentralización y economía, y descartan que su designación haya respondido a su cercanía con el senador. De hecho, según cercanos a la exsubsecretaria, ella lo contactó luego de aceptar el cargo y le solicitó que “estuviera” en la campaña.
Cercanos al senador coinciden en ese punto. De hecho, sostienen que Girardi ha “recomendado” a Piergentili a Muñoz durante su presidencia en reiteradas ocasiones por su afinidad en temas de “futuro” y su capacidad ejecutiva, razón por la cual el excanciller ya la tenía en su radar como una dirigente capacitada para ejercer esa labor.
“Natalia Piergentili es una mujer cuya mirada está puesta en los temas científicos y de futuro, no solo en la política, sino que tiene una visión de los desafíos del siglo XXI y, por lo tanto, es capaz de representar a un futuro que está abandonado”, asegura Girardi.
Al interior del PPD sostienen que el nombramiento también sería funcional al contexto político, en el sentido de acompañar a Muñoz de una persona joven y mujer.
“Quiero coordinar bien a los equipos y hacer que la gente esté motivada trabajando, que todos breguemos por un estilo común. Tengo un buen sentido del humor, soy empática, cercana y esas cosas también van a ayudar a la campaña y a Heraldo”, sostiene la jefa del comando.
Pese a esto, en el PPD reconocen que el aterrizaje de Piergentili tendrá que sortear su primer desafío en marzo, fecha en la que la colectividad tendrá que resolver un debate que hasta hoy los divide: si participarán en preprimarias con el PS y si impulsarán que los comicios legales del 4 de julio incluyan a la Democracia Cristiana.