Después de cuatro días de protestas y en medio de un paro nacional, el Presidente de Colombia, Iván Duque, anunció el domingo que retirará el texto de la reforma tributaria del Congreso. En un discurso con todos sus ministros, excepto el de Hacienda, el mandatario pidió que se retirara la propuesta vigente para “tramitar de manera urgente un nuevo proyecto fruto de los consensos y así evitar incertidumbre financiera”.

El proyecto desató protestas de los sindicatos y organizaciones sociales en medio de las que al menos seis personas murieron y cientos más resultaron heridas. En un comienzo Duque se negó con el argumento de que la reforma era necesaria e inaplazable para estabilizar las finanzas públicas y mantener los programas de asistencia social.

“La reforma no es un capricho, es una necesidad”, dijo el Presidente, tras argumentar que esto se hace para estabilizar las finanzas y recolectar los recursos necesarios para pagar los gastos que se requieren y ayudar a los más vulnerables. Pese a la decisión de retirar el proyecto, que contaba con el rechazo de los principales partidos políticos, Duque anunció que se necesita un consenso para construir una reforma y garantizar la continuidad de programas sociales destinados a mantener un ingreso básico a 3,4 millones de hogares y la educación universitaria gratuita a más de 700.000 jóvenes.

El presidente, que había conversado con representantes de los partidos políticos, alcaldes, gobernadores y líderes empresariales, escuchó propuestas para financiar los programas sociales y garantizar la sostenibilidad fiscal del país sin afectar a la clase media ni a los más vulnerables.

Duque reveló que algunas iniciativas incluyen una sobretasa de renta temporal a las empresas, la prórroga transitoria del impuesto al patrimonio y a los dividendos, una sobretasa de renta a las personas de mayores ingresos y un plan de austeridad de gastos del Estado.

La propuesta gubernamental, recordó el diario El Espectador, buscaba los recursos para mantener las ayudas dadas durante la pandemia y, al mismo tiempo, cubrir el déficit fiscal que se venía gestando desde hace unos años y que se agudizó con la crisis sanitaria.

“Este es un momento de grandeza y de proteger a los más vulnerables, de invitar a la construcción y no al odio y a la destrucción, es el momento de trabajar en conjunto entre todos y sin mezquindad”, dijo Duque, y reiteró que no habrá cobro de impuestos para bienes y servicios, y que quienes actualmente no pagan impuestos no lo harán.

Tanto parlamentarios de izquierda, sindicatos y organizaciones sociales calificaron el retiro del proyecto de reforma fiscal como una victoria. El partido Cambio Radical, uno de los sectores que insistían en que se debía retirar el proyecto, señaló que era una “excelente noticia para todos los colombianos”. “Hoy el gobierno nos escuchó y lo celebramos. Seguiremos trabajando por el bienestar de todos y todas, como lo hicimos desde el principio al decirle #NoALaReformaTributaria bajo criterios técnicos, económicos y sociales”, añadió, según consignó el diario El Tiempo.

En algunos barrios de las principales ciudades del país se escucharon “cacerolazos” de celebración, indicó la agencia Reuters. “Son los jóvenes, las organizaciones sociales y la ciudadanía movilizada quienes pusieron los muertos y derrotaron al gobierno”, dijo en su cuenta de Twitter el senador del partido Polo Democrático Alternativo, Iván Cepeda. “Que el gobierno no vaya a presentar la misma reforma maquillada, la ciudadanía no aceptará engaños. Se requiere que los poderosos pongan recursos”, agregó.

El diario El Espectador explica que uno de los consensos que existen en materia económica es la necesidad de una nueva reforma tributaria, esto teniendo en cuenta los estragos dejados por la pandemia. Según los datos del Ministerio de Hacienda, citados por el periódico, desde 2018, la deuda colombiana pasó de representar el 40 % del PIB, cerca de 400 billones de pesos colombianos, a más del 60%, al situarse en 616 billones de pesos colombianos para 2021 (proyectado). Y mientras la deuda interna subió 39% al pasar de 273 billones de pesos colombianos a 381 billones de pesos colombianos, la externa creció 24% en dólares (71% en pesos) al pasar de US$ 48.500 millones a US$ 60.000 millones.