Nueva rectora de la Utem: “En las universidades públicas es donde se presenta la mayor brecha de equidad de género”

Marisol Durán
Utem

Marisol Durán será la tercera mujer en asumir en forma democrática el cargo más alto en las universidades del Estado. Adelanta que avanzará en la paridad del plantel y destaca la labor que deben cumplir las universidades al interior de las comunidades. "Las mujeres tenemos que atrevernos a tomar roles que muchas veces hemos dejado de lado, y no por capacidad o competencias, sino que por estar en un segundo plano", destaca.


Marisol Durán asume este viernes como rectora de la Universidad Tecnológica Metropolitana (Utem), luego de vencer en elecciones democráticas a dos contendores varones, uno de los cuales era Luis Pinto, quien llevaba más de 10 años en el cargo.

Será la tercera mujer en tomar el cargo de rectora en universidades del Estado tras elecciones democráticas -luego de Natacha Pino en la U. de Aysén y Elisa Araya en Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación- y la primera que se impone a alguien del género masculino. “Es un llamado a que todas aquellas que hemos estado en instituciones hagamos camino, que vean que se puede”, dice.

Desde esa vereda, donde ahora tendrá a casi 9.000 estudiantes a cargo, la santiaguina repasa junto a La Tercera el que será uno de los mayores desafíos en sus 55 años.

¿Quién es Marisol Durán?

Soy ingeniera en alimentos, hice un magíster en la Usach y soy académica de la Utem, donde he realizado una carrera de 28 años, los últimos ocho como vicerrectora académica. Soy hija de profesores y el proceso formativo me llama mucho la atención, siempre lo tuve marcado. Hice docencia por muchos años y sé que la educación es una herramienta fundamental para que los jóvenes puedan hacer cambios sustantivos.

¿Cómo resume su carrera?

Ha sido bien intensa y larga, he entregado al 100% mi capacidad. Me caracteriza ser responsable, con mucho tesón en las tareas que he emprendido.

Marca un hito como la primera mujer que derrota a un hombre en unas elecciones para este tipo de cargos, ¿qué siente respecto de eso?

Mucha tranquilidad y confianza. Tenía claro que el camino no iba a ser fácil, sobre todo porque tenía al otro lado un candidato con muchos años de trabajo acá. Y me presentaba yo, en una universidad tecnológica, donde predomina el género masculino, donde casi el 70% de nuestros académicos son de ese género. Por eso el resultado lo he tomado con orgullo. La universidad me ha honrado al darme su respaldo, pero también es un desafío. Las mujeres tenemos que atrevernos a tomar roles que muchas veces hemos dejado de lado y no por capacidad o competencias, sino que por estar en un segundo plano. Los tiempos han cambiado y se ha visto a nivel nacional: los principales avances en materia de género han sido por la irrupción de las propias mujeres que se han atrevido.

¿Cómo abordará la paridad?

La rectoría que quiero impulsar tiene un fuerte compromiso en equidad de género, tenemos que impulsar y promover políticas de igualdad y paridad en las direcciones a nivel institucional. Mi compromiso es incorporar en las vicerrectorías, que son cuatro, dos hombres y dos mujeres. Vamos a partir por los cargos de administración central y la dirección de niveles intermedios, para luego avanzar con nuevas propuestas.

¿Y cómo cree que avanza la paridad en el país?

A nivel nacional vemos que en las universidades públicas es donde se presenta la mayor brecha de equidad de género. A principios de año podíamos ver que la única mujer en este cargo estaba en la Universidad de Aysén y ahora ya somos más. Hoy se están abriendo más espacios en esta materia. Para avanzar en equidad ha habido un proceso largo y no podemos negar que se han experimentado avances significativos, pero esto no ha sido suficiente. Existe una brecha que tenemos que superar y eso lo tenemos que hacer con una política que permita avanzar.

¿Qué universidad recibe y para dónde apunta?

Me desempeñé por ocho años como vicerrectora y el trabajo va a permitir que recibamos una institución estable, consolidando lo construido, pero convencidos de que para esto se requieren cambios que nos permitan avanzar hacia una nueva etapa. La comunidad así lo ha ratificado con su voto.

Asume en un momento crucial del país, ¿cuáles son los desafíos que tiene la Convención Constituyente y en particular lo referido a educación?

El proceso es una oportunidad clave en la formulación de un camino que la sociedad ha anhelado por mucho tiempo y ahí se va a discutir qué educación queremos. Estimo que la nueva Carta Fundamental debe garantizar la igualdad de derecho en materia de género y referirse al rol de las universidades del Estado. Eso es necesario y la ciudadanía lo está solicitando: que este proceso incorpore los derechos sociales y ahí las instituciones como la nuestra tenemos que estar abiertas y disponibles. Tengo la convicción de que a partir de su carácter público, las universidades del Estado pueden y deben hacer un aporte sustantivo.

Mencionaba el rol de las universidades. ¿Cuál deben cumplir?

Tenemos un mandato de estar siempre relacionadas con nuestra comunidad, con el entorno social y productivo, con formar ciudadanos que tengan un sentido de pertenencia con el país, que respondan a los desafíos que el país requiere. Ahí tenemos un rol sumamente importante y estratégico dentro de las instituciones del Estado. Estamos formando profesionales y estos entran a una institución donde no solo reciben formación y conocimiento, sino también el rol y la formación de ciudadano, algo sumamente importante.

¿La educación debe ser gratuita?

Las universidades hemos estado en un proceso de competencia en materia de financiamiento, de competencia con otras para poder financiarnos. Estoy convencida de que el Estado debe tener un compromiso fuerte con sus universidades públicas y no puede existir esta lógica de competencia entre instituciones para sobrevivir o desarrollar proyectos universitarios, eso nos ha hecho mal. Espero que esos aspectos puedan estar contemplados y que se garantice el financiamientos para las universidades del Estado.

¿Cómo analiza las clases virtuales? ¿Pueden entregar la misma calidad?

La pandemia ha generado situaciones bastante complejas. Ha puesto en evidencia las diferencias y desigualdades que existen en la sociedad. Nos hemos adaptado de lo presencial a lo remoto, los esfuerzos que desarrollamos para seguir prestando el servicio fueron bastante profesionales y rigurosos, que nos garantizaran que la formación de nuestros estudiantes es equivalente a lo presencial. Sin duda, no se puede comparar lo presencial con la formación a distancia. Tenemos certeza de que el proceso formativo se releva de mayor forma cuando estás presencialmente. Así, hemos ido avanzando en la docencia híbrida y llegando a estar a cargo lo revisaré, pero el objetivo es poder avanzar gradualmente en alguna docencia presencial de aquellas actividades que lo requieran.

¿Ya decidió si el segundo semestre tendrán clases presenciales, incluso si se pudiera en Fase 1?

En Fase 1 es más complejo. Una de las políticas que hemos impulsado es resguardar la salud y seguridad de todos quienes forman parte de la universidad. Mi disposición es revisar los protocolos internos que permitan avanzar en desarrollar en forma presencial las actividades más urgentes y necesarias. En la medida en que lo podamos implementar, la idea es volver en forma gradual.

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