Ucrania se resistió a ceder a las demandas rusas y reafirmó ayer que busca una eventual membresía en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), mientras que el canciller alemán, Olaf Scholz, viajaba entre las dos naciones en un intento de evitar una invasión militar rusa.
Estados Unidos evacuó a sus diplomáticos y asesores militares de la capital ucraniana, advirtiendo que en cualquier momento podría producirse una importante acción militar rusa contra Ucrania. Rusia, que ha concentrado a unos 140.000 soldados a lo largo de las fronteras de Ucrania, niega que busque la guerra, pero también dice que nunca aceptará que Ucrania se una a la alianza occidental.
El Presidente ruso, Vladimir Putin, quien tiene previsto reunirse con Scholz en Moscú hoy, indicó que aún existe espacio para las negociaciones. En una reunión televisada de altos funcionarios de seguridad, el ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, sugirió a Putin ayer que el Kremlin continúe las negociaciones con Occidente para resolver las tensiones en torno a Ucrania.
“Me parece que nuestras posibilidades están lejos de agotarse”, dijo Lavrov al líder ruso. “Yo propondría continuarlas e intensificarlas”. “Bien”, respondió Putin.
En otra señal de posible desescalada, el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, dijo ayer que había hablado con su homólogo en Bielorrusia, Viktor Khrenin. Rusia ha enviado unos 30.000 soldados para ejercicios en Bielorrusia, y los funcionarios ucranianos y occidentales temen que estas fuerzas puedan ser utilizadas para un ataque en Kiev, que se encuentra no lejos de la frontera. “El objetivo del diálogo es aliviar el estrés y evitar la escalada”, dijo Reznikov en Twitter. “Veo esto como una señal positiva”.
También ayer, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, habló con su homólogo ucraniano, el ministro de Relaciones Exteriores Dmytro Kuleba, y señaló que Washington y sus aliados están “unidos en nuestro compromiso con la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, incluida su estabilidad económica y financiera”.
Si bien una cumbre de la OTAN dijo en 2008 que Ucrania y Georgia eventualmente se convertirían en miembros de la alianza occidental, no han comenzado las conversaciones de membresía y las perspectivas son bajas para que cualquiera de las dos naciones se una pronto. Scholtz repitió en una conferencia de prensa conjunta con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky en Kiev, que la membresía de Ucrania en la OTAN no está en la agenda.
Putin planteó como una línea roja la posibilidad de que los misiles de la OTAN terminen algún día en suelo ucraniano, parte de sus demandas de rediseñar la arquitectura de seguridad de Europa y proporcionar garantías de seguridad a Rusia. El portavoz de Putin, Dmitry Peskov, dijo ayer que el abandono formal de Ucrania de la idea de ser miembro de la OTAN contribuiría a abordar las preocupaciones de seguridad de Rusia, según la agencia de noticias rusa TASS.
En Kiev, Zelensky dijo que, si fuera por él, Ucrania ya estaría en la OTAN. “No abandonaremos nuestro camino hacia la OTAN”, dijo luego de las conversaciones con Scholtz.
También repitieron las solicitudes de armamento pesado para combatir cualquier posible ataque de las tropas rusas. Mientras que Estados Unidos, Reino Unido, los Estados bálticos y Polonia enviaron aviones cargados de armas a Kiev en las últimas semanas, Alemania se ha negado a suministrar equipo militar, excepto un hospital de campaña y cascos. Berlín también prohibió a otros miembros de la OTAN exportar armas de fabricación alemana.
“Hablamos durante dos horas y le pregunté al canciller Scholtz que, para apoyar a Ucrania, no con palabras, sino con hechos, ¿puede finalmente Ucrania obtener armamento pesado?”, dijo Zelensky. “En este momento en Ucrania, se está decidiendo el futuro de la arquitectura de seguridad de Europa”.
Scholz, que ocupa el cargo desde diciembre, se ha convertido en el centro de las negociaciones entre Estados Unidos, Europa y Rusia. Está dando seguimiento a las visitas de la semana pasada del Presidente francés Emmanuel Macron. Las dos naciones patrocinan el llamado formato de Normandía para las conversaciones sobre la implementación del acuerdo Minsk-2 de 2015 sobre el futuro de la región de Donbass en el este de Ucrania. La última ronda de estas conversaciones, en Berlín la semana pasada, no logró ningún progreso.
En una señal de que Rusia podría abandonar por completo el acuerdo de Minsk-2, el parlamento ruso tiene previsto reunirse hoy para considerar otorgar un reconocimiento formal a las repúblicas populares de Donetsk y Luhansk, los dos estados controlados por Rusia que fueron proclamados en el Donbas en 2014. La medida permitiría a Rusia suministrar abiertamente armas avanzadas a las dos repúblicas, que reclaman como su territorio las dos terceras partes de Donbas que están controladas por Kiev. Tanto el partido gobernante Rusia Unida como el Partido Comunista han presentado proyectos de resolución en los que piden a Putin que reconozca la soberanía de las dos repúblicas, según TASS.
El viaje de Scholtz se produce en medio de una creciente alarma en Occidente después de que Estados Unidos advirtiera el fin de semana que podría tener lugar una invasión rusa de Ucrania a mediados de semana, una advertencia que hizo desmayarse a los mercados financieros ayer. Los precios del petróleo bajaron ayer después de dispararse inicialmente por los temores de que una guerra en Ucrania ahogaría los suministros de crudo ruso al mundo en un momento de relativa escasez.
La visita del canciller alemá sigue a una llamada telefónica entre el Presidente Joe Biden y Putin el sábado y otra entre Biden y Zelensky el domingo.
Biden le dijo a Zelensky que Estados Unidos y sus aliados responderían rápidamente a cualquier agresión rusa y advirtió a Putin que su país enfrentaría “costos rápidos y severos” en caso de una invasión. Un asistente de Putin dijo en comentarios publicados en el sitio web del Kremlin que Biden solicitó la llamada como parte de lo que llamó un esfuerzo de Estados Unidos para avivar la histeria sobre una invasión.
“La soberanía y la integridad territorial de Ucrania no son negociables para Alemania”, dijo Scholz en una conferencia de prensa conjunta con Zelensky. “Si Rusia volvió a violar el territorio de Ucrania, sabremos qué hacer”.
En Kiev, Scholz también dijo que Alemania otorgaría a Ucrania un préstamo de 150 millones de euros, equivalente a 170 millones de dólares, a Ucrania en términos favorables como parte de una política alemana de apoyo financiero al país desde hace mucho tiempo, a la que Berlín ha brindado casi 2.000 millones de euros desde 2014.