Fue una idea que comenzó a fraguarse el lunes de esta semana. La posibilidad de interpelar en la Cámara de Diputadas y Diputados a la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), surgió como una nueva arremetida de la derecha contra el gobierno en materia de seguridad.
Así se fue consensuando la posibilidad que partió como una idea del secretario general de RN, Diego Schalper. Este último creó un grupo de WhatsApp -llamado “Interpelación C. Tohá”- junto a los jefes de bancada de Chile Vamos y los diputados de la Comisión de Seguridad Ciudadana. En esas conversaciones participaron el propio Schalper; el presidente de la comisión, Jorge Alessandri (UDI); los jefes de bancada Guillermo Ramírez (UDI), Frank Sauerbaum (RN) y Francisco Undurraga (Evópoli), y parlamentarios de la Comisión de Seguridad, como José Miguel Castro (RN), entre otros.
Luego de ello los parlamentarios se reunieron en el Congreso Nacional con la idea de acordar entre todas las bancadas la acción fiscalizadora. En un momento Schalper envió un borrador con los principales puntos, los que luego fueron consensuados con los jefes de asesores de los comités, entre ellos, el de RN Pablo Celedón.
En esas conversaciones solo participó Chile Vamos, sin el Partido Republicano. Y ahí se sopesaron todos los beneficios de la acción fiscalizadora, entre ellos, los réditos políticos para las elecciones del Consejo Constitucional y también la arremetida en un tema fuerte para el sector, como lo es la seguridad. Quienes idearon la acción dicen que principalmente primó el “enojo” que existe contra Tohá por el manejo de la agenda, más que el factor electoral.
El factor electoral, de hecho, generó la molestia del oficialismo. Tras conocerse la arremetida, en el gobierno la ministra de la Segegob, Camila Vallejo, acusó intereses políticos de la oposición, afirmando que “una cosa es la pelea política que quiere dar la oposición en un contexto electoral y otra cosa es la realidad”.
Y agregó: “En vez de entender que la pelea es contra la delincuencia, contra el narcotráfico, contra el crimen organizado, se pone el foco en pelear con el gobierno, y la verdad es que nosotros hemos querido siempre crear espacios de diálogo, de colaboración y de definición de agenda en conjunto”.
Sin embargo, Schalper refutó las palabras de la secretaria de Estado: “No solo es faltar a la verdad, sino que es reírse en la cara de miles de víctimas que lo que necesitan es una ministra que dé menos excusas y menos discursos políticos y que dé más soluciones”, dijo. Pese a ello, en el comunicado en que se informó sobre la interpelación estaba el logo del pacto electoral de la UDI, RN y Evópoli “Chile Seguro”. Esa misma imagen se usó en un afiche desplegado en el Congreso Nacional tras el anuncio.
Los parlamentarios de gobierno también respondieron a la ofensiva de Chile Vamos. La diputada Alejandra Placencia (PC) destacó la gestión de Tohá, señalando que se ha “(logrado) bajar los portonazos, bajar los delitos violentos, bajar el ingreso irregular a nuestro país con evidencia, con datos. Tomando medidas administrativas y también de recursos”.
El diputado Cristián Tapia (PPD), por su parte, manifestó que “la delincuencia no parte el 11 de marzo de 2022, parte mucho antes, en otros gobiernos, incluidos los de derecha”, mientras que el senador Gastón Saavedra (PS) fustigó que “a Chile Vamos no le interesa la seguridad del país, solo le interesa ver cómo socavar al gobierno”. El presidente de la Cámara de Diputadas y Diputados, Vlado Mirosevic (PL), también acusó una “motivación electoral”.
En Chile Vamos, en todo caso, se defendieron. El diputado Ramírez manifestó que “si fuese algo electoral, hubiésemos presentado esta interpelación antes para que fuese antes. La interpelación será de vuelta de las elecciones, si ya pasaron las elecciones no puede ser un punto electoral”, aludiendo a que dicha acción será el 16 de mayo.
Los motivos
En Chile Vamos transmiten que existe mucha molestia con Tohá por el manejo de la agenda. Se cuestiona que no asiste a la Comisión de Seguridad Ciudadana pese a las invitaciones, y que ha privilegiado mucho más el trato con el Senado que con los diputados. De igual forma, en el sector quieren marcar un punto político y derribar lo que denominan como una especie de “mito” sobre que a Tohá no hay que criticarla tanto, porque lo ha hecho mejor que su antecesora, Izkia Siches.
La molestia con la secretaria de Estado también radica en que acusan una imposición del gobierno al proyecto de ley de las Reglas del Uso de la Fuerza (RUF), un déficit en el plan “Calle sin Violencia” y que no se les ha puesto urgencia a los 31 proyectos de ley que fueron acordados con el Congreso Nacional como prioritarios.
Respecto del factor electoral, en Chile Vamos -en privado- admiten que dentro de los análisis está que “atacar” al gobierno en materia de seguridad es “beneficioso”. Esto, debido a que ese tema, según las encuestas, es una de las principales preocupaciones de la ciudadanía, y además la aprobación de la ministra Tohá -según la encuesta Cadem de la semana pasada- cayó en 17 puntos, por lo que consideran que la ofensiva se concreta en el “timing correcto”.
Dentro de las conversaciones del sector también se sopesó la rivalidad que tiene Chile Vamos con el Partido Republicano, una colectividad que estiman le irá mejor que a la UDI, RN y Evópoli en los comicios de consejeros. Por lo mismo, dentro de los objetivos fue impulsar una arremetida antes que los republicanos lo hicieran, ya que anteriormente -en otras iniciativas fiscalizadoras- el partido fundado por José Antonio Kast se ha adelantado a Chile Vamos.
De todas maneras, algunos descartan que la ofensiva sea para verse como una derecha “más dura”, ya que afirman que tienen medido en encuestas que resulta más “beneficioso” aparecer como una oposición dialogante.
Los republicanos, en todo caso, este miércoles anunciaron su apoyo a la medida y aprobaron la interpelación, que quedó fijada para después de las elecciones: el 16 de mayo.
Según algunos conocedores de las tratativas, también se sopesó la posibilidad de una acusación constitucional contra Tohá, pero que habría sido descartada. Otros afirman que la interpelación es el primer paso para luego impulsar un libelo.
“Como oposición tenemos que ser la voz de la gente, por eso estamos haciendo esta interpelación. Pero tampoco nos vamos a aprovechar políticamente para, por ejemplo, acusarla constitucionalmente”, sostuvo José Miguel Castro.