El 24 de noviembre pasado, la Organización Mundial de la Salud informó la aparición de un nuevo linaje del Covid-19 en Sudáfrica: la variante ómicron. Un día después aterrizó en Santiago el primer caso. Desde entonces, los contagios subieron significativamente en el mundo a causa de la nueva cepa y Chile no es la excepción.
A inicios de enero los casos aumentaron de forma explosiva, superando los peaks más altos de olas anteriores. La curva siguió al alza hasta el 11 de febrero, cuando el Ministerio de Salud informó 38.446 contagios, lo que se mantiene hasta hoy como el récord de transmisiones diarias. Y al día siguiente -según las mediciones del Minsal- comenzó el descenso, que se sostiene hasta ahora.
Esta mañana, la cartera sanitaria reportó 20.400 contagios, una baja notoria respecto de los últimos días: 10.571 casos menos que el martes 16 de febrero. En ese sentido, de acuerdo a lo detallado por el Minsal, la variación de nuevos casos confirmados a nivel nacional es de -18% y -21% para la comparación de siete y 14 días, respectivamente (ver gráfico).
En cuanto a los casos activos, estos se cifraron ayer en 91.717. Esta es la segunda jornada consecutiva en que Chile registra menos de 100 mil casos activos, demostrando que la situación epidemiológica del país se ha estabilizado.
Vivienne Bachelet, profesora de la Escuela de Medicina Usach y epidemióloga clínica, asegura que “los indicadores ya demuestran una baja en los contagios. No solo está ocurriendo en Chile, sino que en el resto del mundo. Claramente, la ola de ómicron está en descenso”. Además, la académica explica que esta disminución se debe al comportamiento natural del virus: “Todos los virus tienen olas, por lo tanto, todo lo que sube tiene que bajar. Al mismo tiempo se van acabando las poblaciones susceptibles alcanzables por el virus”.
Otro indicador decisivo para determinar el descenso es el R efectivo, el cual indica el número promedio de contagios que puede producir una persona infectada. Si para la semana del 14 de febrero este índice era de 1,03, los últimos siete días de ese mes fue 0,91 y ahora para inicios de marzo el número disminuyó hasta marcar 0,82.
De hecho, según los cálculos del académico de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, Mauricio Canals, actualmente la única región que tiene un Re mayor a 1 es Ñuble. Por ende, en su informe semanal concluye que “hay una importante desaceleración del proceso, especialmente en el norte, pues casi todas las regiones descendieron sus Re”.
Gabriel Cavada, epidemiólogo y académico de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, sostiene que “es un indicador de baja de la pandemia. El anterior de 0,91 demostraba una reducción de 9% en los casos semanales y el más actual es 0,82, es decir, la de reducción de la velocidad de los contagios es de 18% por semana, entonces viene a la baja de forma intensa. A la misma velocidad que subimos, bajamos”.
La situación en UCI
Y si bien los números confirman la desaceleración de los contagios, las unidades UCI son las que actualmente están recibiendo la mayor carga, pues si hace un mes había 511 personas en UCI por coronavirus, ayer eran 1.100, el 82% de ellos en ventilación mecánica. Sin embargo, los expertos explican que en las últimas semanas la velocidad del aumento ha disminuido y proyectan una baja notoria para los próximos días.
El reporte de Redes Asistenciales da cuenta de una eventual estabilización de los ingresos a unidades de alta complejidad. Mientras a mitad de enero la media móvil semanal de ingresos diarios a UCI de pacientes Covid llegó a 34, el indicador descendió hasta marcar 12 este lunes (ver gráfico).
“Aún se mantiene elevado el número de pacientes críticos, pues hay cerca de 1.000 hospitalizados en UCI, y al menos 900 de ellos están con ventilación mecánica. Pero los próximos días deberían disminuir los pacientes, al igual que los fallecimientos que se siguen produciendo”, sostiene el infectólogo de la Clínica Universidad de los Andes y decano de la Facultad de Medicina de la Universidad San Sebastián, Carlos Pérez.
Al mismo tiempo, el exsubsecretario de Redes Asistenciales Luis Castillo señala que “los casos activos de Covid-19 que requieren hospitalización aún siguen creciendo, pero a una velocidad mucho menor, pues el ingreso neto diario va bajando. Los pacientes en UCI están sobre los mil, pero se ha mantenido ahí los últimos días. Yo creo que estamos viendo un inicio de una ralentización de los casos”.
Además, tanto los especialistas como las autoridades sanitarias advierten que quienes más llegan a requerir una cama crítica son las personas que aún no están inmunizadas. De acuerdo a los datos del Minsal, la tasa de ingreso a UCI es de 5,7 cada 100 mil habitantes sin protección contra el virus. En quienes tienen su esquema completo esta cifra desciende a 2,3, y en la población con el refuerzo quienes requieren una cama crítica son 0,8 por cada 100 mil habitantes.
El regreso a clases
Los especialistas también advierten que el fin de las vacaciones y el regreso de actividades diarias, como las clases y el trabajo, podrían afectar las cifras e, incluso, generar un rebrote.
A diferencia de los dos años anteriores, el inicio de la jornada escolar y universitaria será totalmente presencial, lo que implica el retorno de más de tres millones de estudiantes a las salas de clases, A ellos se suman 1,3 millones de alumnos de la educación superior, muchos de los cuales no han pisado un aula desde 2019.
“Si se da un rebrote de contagios por el regreso a las actividades sería a finales de marzo, no sería pronto. Además, no sería con la misma intensidad que vimos”, añade Cavada.
Al mismo tiempo, Pérez agrega que las condiciones actuales frenarían un aumento explosivo: “Yo espero que no ocurra un nuevo rebrote ahora en marzo, además, tanto en el retorno a clases como al trabajo hay protocolos sanitarios establecidos. También, un alto porcentaje de la población ya está vacunado, incluso con las dosis de refuerzo. Y muchas personas se han contagiado con Covid-19, lo cual también confiere protección”.