Preocupación por la discusión de las políticas públicas en medio de un cambio de régimen político y la constitución mostró en su tradicional carta a los accionistas Pablo Granifo, presidente de Banco de Chile.
La entidad controlada por el grupo Luksic y Citi con un 51%, logró el 2021 ganancias por $792.923 millones, un alza de 71,2% en relación al año previo y una rentabilidad sobre capital y reservas promedio de 21,0%, superando el 17,4% alcanzado por el sistema en su conjunto.
Granifo destacó que el resultado se alcanzó en medio de una pandemia que afectó a todo el mundo y ha matado a 5 millones de personas, y advirtió que “dejará importantes secuelas en la economía, reduciendo la capacidad de crecimiento y empleo, especialmente en aquellos países con fundamentos más débiles. Si bien no tenemos aún evidencia suficiente para estimar dichos efectos, es innegable que la recuperación global, y especialmente en la región, será muy desafiante”.
Sin embargo, el presidente de Banco de Chile también apuntó a la coyuntura nacional en materia de políticas públicas. Al respecto, detalló que luego de que el país experimentara una contracción de 5,8% en 2020, la actividad habría crecido 12,0% en 2021, algo que a su juicio se logró porque Chile tuvo la oportunidad de “implementar políticas económicas contundentes, pudiendo desembolsar una cantidad relevante de recursos que evitaron una recesión más profunda y duradera. Más importante aún, es estar conscientes de que la respuesta fiscal fue posible por los bajos niveles de deuda y los importantes ahorros en fondos soberanos, gracias a la disciplina fiscal que caracterizó a Chile en las últimas décadas”.
Por ello, apuntó que “es vital que el país realice un esfuerzo fiscal permanente, sostenible y creíble a través del tiempo, que permita estabilizar la deuda y con ello preservar la capacidad de respuesta ante nuevas crisis en el futuro”, y que dicha tarea requiere “conciliar la necesidad de ajustes en el gasto público, frente a un aumento sostenido de presiones y necesidades de financiamiento. Compatibilizar estos factores requerirá la importante tarea de priorizar, enfocar recursos y, por sobre todas las cosas, llevar a cabo análisis realistas que antepongan los intereses de la población por sobre cualquiera de otra índole”.
Así, Granifo comentó que “estos desafíos son aún mayores al considerar el proceso constituyente actualmente en curso, como así también el inicio de un nuevo ciclo político con una renovación de autoridades en diversos Poderes del Estado. Es fundamental que este proceso vele por generar mejoras sustantivas hacia el largo plazo, especialmente en aquellos factores que han demostrado ser determinantes en el grado de desarrollo de los países, como el fortalecimiento institucional y un estado de derecho aún más robusto”.
Respecto de los tres retiros de ahorros previsionales de las AFP aprobadas por el Congreso, el presidente de Banco de Chile se mostró crítico, considerando los efectos que tuvo la disminución del ahorro en el mercado hipotecario.
“Debo expresar mi preocupación por el impacto negativo generado por los retiros parciales de recursos de los fondos de pensiones, que han afectado el ahorro nacional, elevado las tasas de interés de largo plazo y acelerado la inflación”, dijo Granifo, y expresó que estas operaciones han conllevado a una reducción en los plazos de los créditos hipotecarios, “un alza en costos de financiamiento y un menor poder adquisitivo, dificultando de esta manera las posibilidades que tienen las personas de adquirir una vivienda y con ello cimentar las bases para su desarrollo futuro. Así, hemos visto que los efectos de las políticas económicas no son inocuos, y que la falta de criterios técnicos y de largo plazo en la aplicación de éstas terminan afectando el bienestar, especialmente de los más vulnerables”.
Por ello indicó: “espero que en el futuro volvamos a contar con una mejor discusión, análisis e implementación de las políticas públicas en el país, y que esta situación haya sido sólo un paréntesis en nuestra historia”.
En última instancia, Pablo Granifo comentó que para este 2022 es necesario ser cautos. “La reconstrucción de fundamentos del país, entre ellos retomar la sostenibilidad fiscal, reducir la alta tasa de inflación y retirar gradualmente los altos niveles de liquidez, implicarán una moderación en el crecimiento y empleo durante los próximos años, aunque con grandes beneficios en el largo plazo”, comentó.
Y en esa línea, dijo que “por esta razón, hay que ser cautos a la hora de proyectar el desempeño de la banca hacia el futuro, ya que la normalización de estos factores podría tener impactos relevantes”.