El empleo fue la variable económica más afectada por la crisis. 1,8 millones de puestos de trabajo se llegaron a perder en los meses más crudos de la pandemia. Si bien ahora ya se ha recuperado poco más de un millón, los inmigrantes tuvieron un alza importante en la tasa de desempleo llegando a un peak de 16,1% en agosto. Pese a ello, lograron mantener su poder adquisitivo y, por ende, los recursos disponibles para enviar a sus países de origen.
Ese cuadro quedó reflejado en las cifras de remesas publicadas por el Banco Central. De acuerdo a esa información, en 2020 se enviaron al extranjero US$1.982 millones, lo que se traduce en un alza de 17,6% en comparación al 2019.
En el desglose de los datos se muestra que hay una relación directa entre los envíos y la apertura que fue teniendo la economía a medida que los casos de Covid-19 se iban controlando. Así, en el primer trimestre, cuando la pandemia todavía no llegaba en plenitud, se enviaron US$378 millones. Entre abril-junio, período más complejo de la situación sanitaria y con las cuarentenas masivas, las remesas llegaron sólo US$300 millones, su menor nivel de envíos desde principios de 2017.
El segundo semestre tuvo una importante aceleración: entre julio y septiembre las remesas alcanzaron los US$588 millones, mientras que el cuarto se disparó totalizando US$716 millones. En suma, en el segundo semestre se enviaron US$1.304 millones, lo que representa el 66% del total de los envíos. Ahora, si se considera solo el cuarto trimestre, este representó un 36% las remesas totales.
Perspectivas
El escenario para este año dependerá de cómo evolucione la pandemia. Si bien los expertos afirman que Chile se mantiene como un país atractivo para los extranjeros, sus ingresos fluctuarán dependiendo de las restricciones que se establezcan, al menos durante el primer semestre. No obstante, subrayan que las perspectivas de crecimiento para el país son buenas, lo que permitirá una recuperación del empleo y los ingresos.
En este aspecto, Pablo Valenzuela de Espacio Público indica que para este año hay diversas miradas, pero toda coincide que Chile crecerá y en un porcentaje que no vemos hace años. “Ello implicará que los migrantes tendrán más ingresos y podrían aumentar las remesas”. Sin embargo, su foco de preocupación está puesto en la informalidad. “Últimamente han aumentado los ingresos por paso irregular, debido a la falta de alternativas o vías flexibles para el ingreso regular. Ello puede implicar un mayor número de migrantes trabajando en informalidad”.
Para Bravo, si bien la crisis afectará a los inmigrantes, este segmento de la población “muestra mayor propensión a mantenerse participando en el mercado laboral a pesar de las restricciones. Esto significa que, aunque también se verán afectados por la debilidad del mercado laboral que persistirá en 2021, los inmigrantes seguirán exhibiendo mejores indicadores que los chilenos en lo que se refiere a empleo y participación laboral”.