Paro nacional y saqueos en Colombia: el estallido contra la reforma tributaria que impulsa el gobierno de Duque

Desafiando la pandemia, miles de colombianos salieron a manifestarse en rechazo al proyecto de ley que busca recaudar dinero aumentando los impuestos a los trabajadores que ganen más de US$ 700 mensuales y el IVA de productos y servicios básicos.


Aun cuando un tribunal emitió una restricción para las manifestaciones convocadas, miles de colombianos salieron a las calles este miércoles con carteles y banderas en el marco del paro nacional bajo el grito de “Abajo la reforma tributaria” impulsada por el gobierno del Presidente Iván Duque. A primera hora partieron las marchas lideradas por organizaciones sociales y sindicatos de trabajadores, que suspendieron el transporte público en Bogotá. En Cali, en tanto, los desmanes y saqueos obligaron a las autoridades locales a adelantar el toque de queda.

El Comando Nacional del Paro Nacional integrado por las tres centrales obreras colombianas, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Confederación de Trabajadores (CTC), además de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) y gremios estudiantiles, informaron que con la paralización de actividades de 24 horas exigen que el Ejecutivo retire el polémico proyecto de ley.

El Presidente Duque busca recaudar US$ 6.850 millones en impuestos para financiar los costos de la pandemia, mediante un aumento en la carga impositiva de productos y servicios básicos, como el transporte y servicios funerarios, así como de todas las personas que tengan un sueldo superior a US$ 700 mensuales.

Según el diario colombiano El Tiempo, ante los reclamos de los trabajadores el gobierno se mostró dispuesto a revisar aspectos del proyecto. Entre ellos se cuentan disminuir el monto recaudado por la reforma a entre US$ 4.842 millones y US$ 5.380 millones, revisar la tarifa del impuesto a la bencina y la tarifa de personas naturales, así como dejar exentos de IVA a todos los productos de la canasta familiar.

Sin embargo, el viceministro de Hacienda, Juan Alberto Londoño, apuntó que si recaudan menos dinero tendrán menos recursos para que el Estado siga con los programas sociales, como el ingreso solidario, que llegaría a menos población vulnerable.

El primer debate de la reforma tributaria se iniciará en los próximos días, pero la iniciativa esta semana quedó sin los 55 votos necesarios -mayoría absoluta- para ser aprobada en el pleno del Senado, después de que la bancada del Partido Liberal anunció que votará en contra. Otros sectores -hasta del oficialista Centro Democrático- han cerrado las puertas solicitando al Ejecutivo retirar el proyecto para su modificación antes de volver a presentarlo.

La ruta para que la reforma vea la luz se ha visto entrampada en el Legislativo, especialmente ante la falta de consensos políticos a un año de las elecciones presidenciales programadas para el 29 de mayo de 2022. Ante el debate y la polarización, el exmandatario de Colombia Álvaro Uribe hizo un llamado al Ministerio de Hacienda para “facilitar consensos de pocos artículos, simples, claros, no agresivos”.

“La presión de las manifestaciones ciudadanas y de varios sectores políticos y de la sociedad civil puede desembocar en la desestimación definitiva de la reforma, así como deslegitimar las demás acciones del gobierno. Esta reforma materializa las promesas incumplidas de la campaña de Duque. Su imagen, que ya estaba golpeada, se ve afectada no solo por la propuesta de reforma, sino por la falta de conocimiento técnico que ha demostrado Duque y por la prevalencia de los intereses de una élite política ante el bienestar de los colombianos”, señala a La Tercera la politóloga colombiana Diana Avellaneda.

El gobierno de Duque ha sido duramente cuestionado. La encuesta Colombia Opina de este mes, realizada por la empresa Invamer, apunta que los niveles de aprobación del mandatario siguen bajando. La aprobación a su gestión pasó de un 43,6% en noviembre a un 33,1% en abril, en tanto la desaprobación se instaló en un 63%.

“El gobierno mide sus fuerzas en un tema emblemático que es la reforma fiscal o tributaria. El Ejecutivo buscó disuadir las movilizaciones y que se estén realizando hasta este punto demuestra que han perdido el liderazgo y autoridad. La reforma, aunque es necesaria, no tiene liderazgo. El Presidente ha fallado en explicar los propósitos del proyecto de ley, cuando le han preguntado sobre algunos artículos él ha dicho ‘no sé', ha delegado todo al Ministerio de Hacienda. Pueden tener una buena intención, pero han mostrado una pésima pedagogía, liderazgo y no han entablado un diálogo con otros partidos, incluso el oficialismo se opone, lo que muestra un debilitamiento”, explica a La Tercera el analista político colombiano Mauricio Jaramillo.

Según France 24, las críticas a Duque también apuntan al proceso de paz. Acusan al político de incumplir con el Acuerdo de Paz firmado en 2016 para desmovilizar a la exguerrilla Farc y la falta de respuesta a los asesinatos de líderes sociales.

Saqueos y toque de queda

Las masivas protestas de las últimas horas han revivido lo ocurrido en noviembre de 2019, cuando tras un llamado a paro nacional, que se extendió por días, el país vivió violentos enfrentamientos que dejaron más de 200 heridos y tres fallecidos. En esta oportunidad, Cali fue el escenario de los mayores enfrentamientos entre la policía y los manifestantes durante el paro nacional contra la reforma tributaria.

La imagen que causó mayor impacto fue que por segunda vez desde septiembre pasado fue derribada la estatua del fundador de la urbe, el español Sebastián de Belalcázar, por parte de agrupaciones indígenas misak.

Más tarde, fueron quemados buses del transporte público, hubo saqueos en supermercados y destrucción de infraestructura estatal. Sin embargo, en una de las zonas las turbas que saquearon electrodomésticos fueron detenidas por los mismos manifestantes, que luego devolvieron los productos.

Los choques generaron que las autoridades de Cali adelantaran el toque de queda de las 20.00 a las 13.00 hasta el domingo, mientras el Ministerio de Defensa desplegó más agentes del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad).

“Ante estos hechos vandálicos es imprescindible tomar unas decisiones de carácter urgente. La primera es que desde hoy a la una de la tarde ingresamos a ley seca y toque de queda”, señaló el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina.

En tanto, en Bogotá se informó que el TransMilenio dejaría de funcionar a las 17.00 y la alcaldesa, Claudia López, solicitó a los ciudadanos volver a sus casas desde las 14.00.

Un día antes de las movilizaciones, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca -región límite con Bogotá- emitió una prohibición de protesta para este miércoles y para la convocatoria del sábado, en el marco del Día Internacional de los Trabajadores.

En Medellín, debido a los disturbios generados en la marcha contra la reforma tributaria, se ordenó el toque de queda en toda la comuna 10 Candelaria, en el centro de la ciudad, desde las 18.00, según anunció el alcalde, Daniel Quintero.

El diario El Tiempo informó que las autoridades investigaban la muerte de un joven de 21 años, quien supuestamente participaba de las protestas en las calles de Neiva, en Huila.

Tercera ola de Covid-19

Las preocupaciones de las autoridades y del propio Colegio Médico Colombiano se centraron en que las aglomeraciones podrían producir un aumento en los contagios de Covid-19, cuando Colombia resiste la tercera ola de la pandemia. El Ministerio de Salud informó que el país superó los 2,8 millones de casos y 72 mil fallecidos por el coronavirus.

La situación epidemiológica se ha agudizado de tal manera que desde el 19 de abril el país reporta diariamente más de 400 fallecidos. Además, los hospitales enfrentan una ocupación de camas de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) que supera el 80%, un alza considerable en comparación al 61% registrado a inicios de abril.

Bogotá permanece en alerta roja hospitalaria y los dos últimos fines de semana los ciudadanos han permanecido bajo una orden de inmovilización total debido a que los niveles de ocupación de camas UCI en la capital se elevan al 92%. Ante la masiva movilización de este miércoles, la alcaldesa López criticó a los manifestantes que bloquearon los paraderos del sistema de transporte público capitalino.

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