Las semanas transcurren y ya son 35 días desde el inicio de la batalla electoral desencadena por el estrecho margen de distancia en los resultados de la segunda vuelta presidencial en Perú. Menos de 50 mil votos separan a Pedro Castillo (50,1%), del izquierdista Perú Libre del segundo lugar alcanzado por Keiko Fujimori (49,8%), líder de Fuerza Popular. El fujimorismo ha exigido la revisión de más de 200 actas impugnadas, retrasando el calendario oficial, mientras aseguran que no aceptarán la “consumación del fraude en la mesa”, impulsando una serie de interrogantes sobre lo que ocurrirá esta semana con miras al cambio de mando oficial programado para el 28 de julio.
El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) estimó el próximo 15 de julio como plazo máximo para la proclamación del sucesor del Presidente Francisco Sagasti, pero aún sin fechas claras, los equipos de ambos candidatos trabajan en dirección opuesta para impulsar sus estrategias electorales. La larga incertidumbre es una situación inédita en Perú, ya que desde 1980 no se había tenido que esperar al JNE para un pronunciamiento oficial final.
Según el diario peruano La República, la ofensiva legal fujimorista generó una demora que tiene a Pedro Castillo sin definiciones. Los colabores tienen “ideas preliminares de la transición” y han estado avanzando por sectores, porque no tienen acceso todavía a las informaciones oficiales del Ejecutivo.
Las autoridades electorales peruanas informaron que hasta el jueves habían resuelto como “improcedentes el 90% de las apelaciones a las actas pendientes” presentadas por Fuerza Popular para anular una serie de mesas de votación. Por esto, de las 241 apelaciones pendientes presentadas por el fujimorismo, solo faltaría evaluar un 10%. En tanto, de los 1.088 pedidos de nulidad ante los Jurados Electorales Especiales (JEE), todos fueron rechazados.
De acuerdo a la prensa peruana, el proceso legal sostiene que cuando los magistrados electorales terminan de resolver los casos pendientes las resoluciones son enviadas al JEE y a las Oficinas Descentralizadas de Proceso Electoral (Odpe) para completar el cómputo. Posteriormente, los JEE hacen sus proclamaciones y esperan tres días a posibles apelaciones, si no hay constancias ni nuevos problemas, el JNE proclamaría resultados nacionales para fines de la próxima semana.
Según el diario peruano El Comercio, el retraso en la votación del fiscal supremo Víctor Rodríguez significó que la proyección para la proclamación se actualizara para entre el 19 o 20 de julio. Fuentes del JNE habrían advertido que si para hoy el magistrado no entrega su voto, los otros tres jurados “evaluarían emitir un emplazamiento público para dar celeridad a sus deliberaciones”.
Sin embargo, Keiko Fujimori en un nuevo mitin semanal con sus seguidores llegó el sábado al centro de Lima para asegurar que el “partido no ha acabado”. “Estamos aquí para dar un mensaje claro y contundente. Dicen que en pocas horas o en pocos días van a consumar el fraude en la mesa y nosotros les decimos que no vamos a aceptarlo”, advirtió la heredera de los Fujimori Higuchi.
La candidata presidencial derechista exige que el balotaje sea anulado y que se convoquen a nuevas elecciones, ya que acusan que pese a las denuncias de irregularidades, “quieren apresuradamente ya lanzar un resultado. ¿Por qué tanta presión? Yo les digo desde acá: no al comunismo, fuera el comunismo”.
A pesar de los cuestionamientos del fujimorismo, un recuento de las proclamaciones pasadas señala que para los comicios del periodo presidencial 2011-2016, el expresidente Ollanta Humala ganó en un balotaje el 5 de junio de 2011, la proclamación y entrega de credenciales fue el 23 de junio y la transferencia de poder se inició desde el 22 de junio de 2011.
Tras vencer en la segunda vuelta del 5 de junio de 2016, el exjefe de Estado peruano Pedro Pablo Kuczynski (PPK) fue proclamado el 28 de junio de 2016 y la transferencia se inició el 1 de julio. En cambio, hoy los peruanos entran a la tercera semana del mes sin una certeza para el periodo 2021-2026.
Keiko Fujimori enfrenta un pedido de 30 años de cárcel por el caso Odebrecht y en medio de su lucha legal por las elecciones presidenciales se suman una serie de diligencias solicitadas por la Fiscalía de Perú por el “delito de sufragio en la modalidad de perturbación o impedimento del proceso electoral” en contra de la candidata para investigar las 760 solicitudes de nulidad de los comicios.
Durante las últimas semanas, Pedro Castillo se ha visto envuelto en las denuncias del caso Los Dinámicos del Centro, en el que está involucrado el líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón, y ha intentado tener intercambios con el nuevo Congreso. Hasta el momento, Castillo ha tenido conversaciones con el partido Alianza para el Progreso (APP) y Acción Popular, lazos que se hacen vitales cuando eventualmente tendrá una bancada de 37 congresistas, lo que no les permitiría evitar por sí mismos una eventual vacancia presidencial.
El mandatario peruano Francisco Sagasti, en una reciente entrevista, aseguró que “sería ideal” una cumbre de concertación con Fujimori y Castillo. “Lo primero que haremos, una vez que tengamos proclamada a la persona que ejercerá la Presidencia, es reunirnos en el Acuerdo Nacional con los dos finalistas y acordar un miniacuerdo de respeto mutuo y gobernabilidad”, señaló el mandatario al diario El Comercio.