PIB del primer trimestre cae menos de lo previsto y analistas se abren a que no haya contracción de la economía en 2023
De acuerdo con el Banco Central, la economía se contrajo 0,6% en enero-marzo, cifra mejor al -0,9% que había luego de conocerse el Imacec de marzo. Además, en términos desestacionalizados, la actividad subió 0,8% versus el trimestre previo. Ante esto, si bien los expertos todavía mantienen, en su mayoría, una apuesta de leve caída para el año, ya no descartan que pueda haber una expansión anual como prevé el Ministerio de Hacienda.
Cuando se conoció el crecimiento de la actividad económica de marzo, el resultado del primer trimestre arrojaba una caída de 0,9%. Sin embargo, tras la revisión que hace el Banco Central (BC) y que reveló en las Cuentas Nacionales que se informaron este jueves, el Producto Interno Bruto (PIB) del período enero-marzo terminó retrocediendo un poco menos: 0,6%.
Además, en términos desestacionalizados, en el primer cuarto de este año la actividad subió 0,8% respecto al trimestre inmediatamente anterior, mostrando una recuperación en la velocidad de la economía si se compara con lo registrado en el cuarto trimestre de 2022, cuando la actividad avanzó 0,2%.
Estos datos refrendarían lo que ha venido señalando el ministro de Hacienda, Mario Marcel, desde hace un tiempo: que lo peor del ciclo recesivo está quedando atrás: “Estas cifras lo que mostraron fue una variación de actividad levemente mejor de lo que se deducía de los Imacec de los meses correspondientes. Eso ratifica el que la economía chilena está en una etapa de recuperación. Todavía no ha recuperado los niveles a los que llegó hace un año atrás”, subrayó el secretario de Estado.
En el desglose, el BC informó que la demanda interna se redujo 8,0%, reflejo de una menor inversión que retrocedió 2,1%. Esta caída fue impulsada por maquinarias y equipos que se contrajo 2,2%, mientras que construcción y otras obras tuvo una merma de 2%.
A su vez, el consumo total bajó 4,8%, afectado principalmente por el consumo privado que se contrajo 6,7%, destacando la disminución del gasto en bienes no durables. Asimismo, el consumo de gobierno creció 3,9%.
Para Marcel, precisamente “el dato más llamativo es la caída del consumo privado, y particularmente una caída en el consumo de bienes durables. Este dato es importante porque las presiones inflacionarias que hemos tenido por el lado de la demanda provinieron de la sobreexpansión que se produjo del consumo en 2021, a raíz de los retiros y las transferencias fiscales”, señaló el ministro.
Luego anticipó que “las cifras muestran que ese proceso de ajuste ya se ha completado. El nivel de consumo privado al cual estamos llegando es equivalente al que teníamos antes del estallido social. En el caso de bienes durables estamos bajo esos niveles. Creo que la tarea al menos del lado de la demanda interna se ha ido cumpliendo, y eso va a permitir que la inflación vaya cayendo”.
Por sector económico hubo resultados mixtos. El comercio y el rubro agropecuario-silvícola fueron los que presentaron una mayor incidencia a la baja, lo que fue compensado en parte por los servicios personales.
En términos mensuales, el Imacec de marzo pasó de caer 2,1% a una merma de 1,9%, mientras que en febrero la actividad se contrajo 0,3% en lugar del 0,5% informado en ese entonces. Para enero, en tanto, subió 0,4% en lugar del 0,5%.
La visión de los economistas
En el Informe de Finanzas Públicas del primer trimestre, Hacienda subió su proyección del PIB desde una caída de 0,7% a un crecimiento de 0,3%. Si bien en ese entonces, el mercado en su mayoría no suscribió esa previsión, ahora ya algunos se abren a la probabilidad de que el PIB de 2023 termine siendo levemente positivo, aunque todavía mantienen su proyección con una baja, y los más pesimistas se ubican en -0,5%.
Francisca Pérez, economista principal de Bci, sostiene que luego de estas cifras la proyección anual mejora pasando de -0,5% a -0,3%. “Claramente la probabilidad que la economía se estanque o crezca en el margen ha aumentado. De todas formas, si la economía llega a crecer, será menor a 1% anual, lo cual es prácticamente un estancamiento”. Pérez prevé que “la economía irá de menos a más en el año, en donde vemos que hacia la segunda parte del año vamos a ver datos entre 0% y positivos”.
Martina Ogaz, economista de EuroAmerica, va en esa misma dirección. “Dadas las actuales cifras, mantenemos nuestra proyección para PIB de -0,2% para este año. Sin embargo, no descartamos un leve crecimiento este año, considerando, que varios sectores han comenzado a mostrar un lento repunte luego del importante ajuste macroeconómico importante que hemos tenido en los trimestres anteriores”.
Para la economista, “el primer trimestre será el más negativo del año, donde si bien estimamos una cierta recuperación de la actividad para los próximos meses, la actividad estará más estancada que sobresaliente en los próximos trimestres”. Carolina Molinare, economista del OCEC-UDP, asevera que “la proyección de crecimiento del PIB anual se ajusta al alza, en el margen, con un rango de crecimiento de entre -0,25% y 0,25%”. Diego Pereira, economista de JP Morgan ajustó su previsión de -0,2% a un alza de 0,1%.
Por su parte, Felipe Jaque, economista jefe de Inversiones Security, menciona que “efectivamente el dato conocido es algo mejor de lo esperado”. No obstante, prevé que el segundo y tercer trimestre la actividad esté más débil de lo que se ha visto hasta ahora. Ahora bien, su proyección puntual para este año está en 0%.
Más escéptico está Patricio Rojas, economista de Rojas y Asociados quien no ve probable un crecimiento este año. “Para que la economía tenga un crecimiento, se requiere que tengamos un comportamiento mejor del consumo y la inversión, pero lo que se observa es que todos los sectores de bienes se siguen desacelerando, sobre todo la construcción lo que repercutirá en el mercado laboral”. Rojas espera una caída de entre 0,3% y 0,4%.
Y Tomás Flores, economista de LyD dice que “el resultado final no es tan distinto de lo anticipado por los Imacec, por lo cual una caída de -0,5% para el 2023 se mantiene como el escenario más probable”. Sin embargo, si bien “es un escenario de baja probabilidad, un mayor auge del comercio exterior podría llevar a un resultado en torno a lo previsto por Hacienda”.
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