La pandemia y los desafíos fueron los dos temas centrales de la cuenta pública que este miércoles realizó el presidente del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), Enrique Vergara.
El timonel del tribunal señaló que la situación sanitaria los obligó a tomar decisiones rápido, considerando el impacto que la crisis estaba teniendo entre los consumidores, debate que cruzó todos los organismos encargados de la libre competencia en el mundo.
“El diagnóstico común en dichas instancias fue que la correcta aplicación de la política de competencia, sin excepciones, era la mejor forma de contribuir a aliviar los rigores sufridos por los ciudadanos en esta pandemia, ya que lo que busca es que se produzcan y presten más bienes y servicios, al menor precio posible y de la mejor calidad”, dijo Vergara, quien agregó que, sin embargo, “también existe un consenso a nivel internacional en que es posible trabajar en ciertas áreas en las que se pueden apoyar y complementar medidas que han tomado las autoridades durante esta crisis”.
Entre estas nombró la agilización de los procedimientos, la actualización de los estándares aplicables a los acuerdos de colaboración entre competidores que recaigan en bienes o servicios esenciales, la priorización de la persecución de precios excesivos y discriminación de precios en insumos esenciales para la pandemia, como alcohol gel, mascarillas y otros; y la revisión del criterio de la empresa en crisis en los procedimientos de control de operaciones de concentración.
Respecto al rol de este organismo, al igual que la Fiscalía Nacional Económica (FNE), Vergara aseguró que tomaron diversas medidas, entre las que destacó el reconocimiento que durante la crisis podría haber subproducción de ciertos bienes y servicios, y, por lo tanto, podían necesitarse algunos acuerdos de colaboración, para lo cual se decidió otorgar una “autorización provisional” para acuerdos de colaboración entre competidores, dada la coyuntura. Pese a ello, indicó que las empresas no han utilizado este mecanismo.
Economía digital
El segundo tema central de su cuenta pública fue la economía digital, que precisamente durante la pandemia aumentó su relevancia para los consumidores, y también para los organismos supervisores, como es el caso del TDLC.
“Si antes de esta epidemia ya era un desafío para las autoridades de libre competencia enfrentar el crecimiento sustancial de transacciones electrónicas y, finalmente, de la dependencia de las personas a ellas, esto hoy ha adquirido un carácter urgente y de la máxima prioridad”, dijo Vergara, agregando que el mayor desafío es que las herramientas que habitualmente son utilizadas por las agencias “no son del todo útiles para analizar correctamente este tipo de casos; por lo que resulta complejo medir los efectos de las eventuales conductas anticompetitivas”.
Esto abre la puerta a nuevas preguntas, indicó Vergara, entre las que destaca ¿cuáles son los fines de la política de competencia? “Se ha ensanchado el ámbito de protección de los consumidores. Los abusos hoy se pueden cometer a través del mal uso de sus datos y no solamente por prácticas ilícitas asociadas al precio, calidad y cantidad de un producto o servicio, dijo Vergara al respecto.
Agregó que otro desafío es cómo hacer frente a los nuevos paradigmas que se presentan en la definición del mercado relevante y en la medición del poder de mercado y posición dominante, especialmente en casos de plataformas digitales de múltiples lados.
“En materia de fusiones, a los ya mencionados problemas de la definición de mercado relevante y poder de mercado, se agregan nuevos desafíos sobre cómo hacer análisis prospectivos, sobre todo, en relación con la competencia potencial cuando se adquieren las denominadas start-up con el objeto de eliminar la competencia”, agregó el profesional.
Precisamente, el año pasado la Fiscalía Nacional Económica aprobó la fusión entre Uber y Cornershop, que asoma hasta ahora como el principal desafío para la libre competencia de la economía digital, a lo que se suman otros casos de aplicaciones de transporte, “que nos indican que los temas de competencia y las plataformas digitales llegaron para quedarse”, concluyó Vergara.