“El apoyo que nos han brindado es el apoyo que vamos a requerir como gobierno para superar una crisis económica, una crisis sanitaria, una crisis moral y ética, y de seguridad”. Así es como el exbanquero Guillermo Lasso dio inicio el lunes a su primera rueda de prensa como presidente electo de Ecuador.

Un día después de ser elegido en segunda vuelta como nuevo mandatario para los próximos cuatro años, Lasso adelantó cuáles serían sus primeras acciones a la cabeza del Palacio de Carondelet y dio pistas sobre la estructura de su equipo de gobierno.

El mandatario electo, que vive en Samborondón, en una ciudadela acomodada del municipio vecino de Guayaquil, aseguró que tras su toma de posesión el 24 de mayo gobernará desde Quito, adonde planea trasladarse junto a su esposa, María de Lourdes Alcívar. Además, confirmó que su contrincante, Andrés Arauz, lo había felicitado por teléfono, señalando que la llamada había sido una muestra de respaldo a la institucionalidad democrática.

Sobre el pedido de Arauz de “parar la persecución política”, Lasso aseguró que en su gobierno la justicia actuará de manera independiente. “No perseguiremos absolutamente a nadie, eso se ha terminado en el Ecuador”, señaló. Sin embargo, aclaró, esto no significa que la lucha contra la corrupción vaya a ser inexistente, “pero la justicia debe actuar con independencia y si pide información al gobierno, se la daremos”.

Lasso reiteró que su gobierno trabajará para que “el dinero mal habido regrese a las arcas fiscales”, y también dio algunas pinceladas sobre lo que será su política tributaria. Así, dijo que “aquellos a los que les va bien en la vida” tendrán que pagar impuestos. “No puede alguien decir ‘soy un empresario’, y cuando voy a la página del SRI (Servicio de Rentas Internas) tiene 10 años sin pagar un centavo de impuestos. Todos debemos contribuir, compartir nuestro éxito con quienes más lo necesiten”, enfatizó el mandatario electo.

El empresario hizo un llamado a la unidad nacional, pidiendo sumar fuerzas a favor del país. “Quiero extender mi mano y decir que mis brazos están abiertos para toda la sociedad civil, a los líderes políticos sin excepción, el momento que vive el Ecuador requiere de un gobierno de unidad. No un gobierno donde el Presidente hace lo que le parece, como si fuera de su propiedad el Estado“, afirmó.

En la misma línea, Lasso anunció que sus colaboradores Iván Correa Calderón y Juan Carlos Holguín liderarán el proceso de transición con el gobierno actual de Lenín Moreno, aunque no adelantó más nombres de los miembros de su futuro equipo de trabajo. “A nadie le debería extrañar que en mi futuro gabinete haya gente de otras tiendas políticas, incluso los que no han coincidido con mis propuestas iniciales”, dijo el mandatario electo.

En cuanto a sus primeras acciones como Presidente de Ecuador, reiteró que su prioridad en los primeros 100 días de gobierno será vacunar a nueve millones de ecuatorianos contra el coronavirus, como prometió en campaña, asegurando que se contactó con laboratorios en el exterior para preparar una visita personal “a efectos de asegurarme de la provisión de vacunas”.

Además, contó que su vicepresidente, Alfredo Borrero, visitó Estados Unidos y Colombia en las últimas semanas para conocer sus estrategias de vacunación y definir cuál se puede aplicar en Ecuador. “La prioridad no solo es sanitaria y de salud, sino económica”, dijo Lasso. “Necesitamos que la gente pierda el miedo y salga a las calles a reactivar la economía, para eso debemos estar vacunados”.

Otra de sus primeras acciones gubernamentales será presentar un proyecto de reforma a la Ley Orgánica de Educación Superior, con el fin de eliminar la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt). El mandatario electo busca que cada estudiante de bachillerato pueda postular a la universidad que quiera, dotando de mayor autonomía a los centros de educación superior para que creen carreras, abran sedes e implementen modalidades de educación en línea “sin pedirle permiso al gobierno”.

Lasso reiteró su propuesta de formar, con el respaldo de la ONU, una Comisión Internacional de Lucha Contra la Corrupción, que funcione con independencia del Palacio de Carondelet. También habló sobre derogar la Ley de Comunicación -que permite al gobierno establecer la información que aparece en los medios y cómo la publican- y reemplazarla por otra que consagre la libertad de expresión.

Además, el Presidente electo afirmó que cree en un Estado con tres poderes, por lo que convocará a una consulta popular para eliminar el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, que, a su juicio, no tiene razón de existir.

Sobre el futuro económico del país, Lasso se mostró optimista y afirmó que la deuda externa fue recientemente negociada, “por lo que en los próximos cuatro años no hay vencimientos importantes”. Agregó que no aumentará los impuestos, sino que intentará reducirlos y eliminar algunos de manera progresiva. Su objetivo es eliminar el déficit fiscal en cuatro años.

Aunque fue muy diplomático al referirse a la situación política de Venezuela, el empresario anunció que el Presidente Nicolás Maduro no sería invitado a su toma de posesión, pero el líder opositor venezolano, Juan Guaidó, sí estaría en la lista.

En esa línea, Lasso aseguró que su gobierno luchará por los derechos de los ecuatorianos que han emigrado, pero que también se preocupará de ofrecer mejores condiciones a los inmigrantes que lleguen a Ecuador. “Sería contradictorio pedir respeto a nuestros migrantes y no respetar a los venezolanos que viven en el país”, dijo.

Aunque tiene sus prioridades claras, el exbanquero deberá gobernar en un escenario económico y social complejo, y siendo minoría en la Asamblea Nacional. De los principales bloques, el Movimiento Creando Oportunidades (CREO) de Lasso es el que tiene menos escaños, con 12. La coalición de su oponente, Unión por la Esperanza, tiene 49 escaños, y los tres movimientos que tienen la llave de la gobernabilidad son el indigenista Pachakutik, con 27 legisladores; Izquierda Democrática, con 18, y el Partido Social Cristiano, también con 18.