“Todos los días, hasta que renuncien”. Ese es el lema de los manifestantes que han salido a las calles en los últimos días en Paraguay para pedir la renuncia del gobierno del Presidente Mario Abdo Benítez ante su gestión de la pandemia de Covid-19, buscando poner fin así a décadas de mandatos conservadores en el país. Con enfrentamientos, lanzamiento de papel higiénico y pequeños incendios en la entrada del edificio del Partido Colorado terminó el lunes la cuarta jornada de protestas, tras varias horas de manifestaciones pacíficas junto al Congreso en Asunción.
Un día después del inicio de las protestas, Abdo Benítez pidió a todos los ministros de su gabinete que renunciaran. “El Presidente escuchó a la ciudadanía, convocó a su gabinete y pidió que pongan su cargo a disposición”, dijo el sábado el ministro de Tecnologías de la Información y Comunicación, Juan Manuel Brunetti.
Sin embargo, no fue suficiente. Presionados por las calles, los diputados del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) decidieron ingresar este martes una solicitud de juicio político para destituir al mandatario. De ser sacado del cargo, Abdo Benítez se convertiría en el primer líder mundial en caer como consecuencia de la crisis derivada de la pandemia.
Paraguay había logrado controlar la propagación del virus con restricciones, pero desde enero la curva de casos ha ido en aumento. Desde el 15 de febrero, los casos diarios han superado los 1.000, cuando en los primeros meses de la pandemia esa cifra no llegaba a los 100. Paraguay suma casi 170 mil contagios y 3.343 muertos por el Covid-19.
Para que la solicitud de juicio político contra Abdo Benítez sea aceptada se necesitan 53 votos o dos tercios de los presentes, y el PLRA tiene 29 diputados. El Partido Colorado del mandatario, en tanto, es mayoría en el Congreso. “Sabemos que no tenemos los votos. Pero no puedes dar el juego por sentado”, dijo Efraín Alegre, líder del PLRA, exsenador y excandidato presidencial.
En un principio, el movimiento Honor Colorado no apoyaría la medida “por convencimiento”, porque si Abdo Benítez no termina su mandato sería un fracaso para el partido. Sin embargo, si la presión en las calles continúa, podrían apoyar el juicio “por conveniencia”, según el diputado Edgar Acosta, del PLRA.
El diputado Celso Kennedy, del mismo partido, explicó al diario paraguayo ABC Color que el Presidente y vicepresidente serían acusados de mal desempeño en sus funciones, identificando los hechos en varias etapas. En primer lugar, la mala ejecución presupuestaria en los ministerios, lo que hizo que el dinero disponible no se utilizara de manera efectiva para hacer frente a la pandemia.
En segundo lugar, las compras públicas con licitaciones falsas y los miles de casos de corrupción que han surgido en los últimos dos años. Por último, la politización en torno a los medicamentos y el robo de insumos para ser revendidos en farmacias privadas.
El vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, admitió que la ciudadanía está “harta” de la mala gestión en salud, y que Julio Mazzoleni, el ministro de Salud saliente, fracasó en su administración. Sin embargo, Velázquez aseguró que la “absoluta mayoría del pueblo sigue confiando” en el gobierno paraguayo y que deben escuchar a los más de 1,2 millones de personas que votaron por ellos.
“Yo aseguro que hay un pueblo que sigue confiando en nosotros y que es la absoluta mayoría del pueblo paraguayo. Hay descontento, tenemos que mejorar y escuchar lo que dice la ciudadanía, pero de ahí a que tomen la conclusión de que todo el pueblo está en esas circunstancias… están equivocados”, defendió el vicepresidente paraguayo.