Primer aniversario del asalto al Capitolio: Biden acusa a Trump de “poner un puñal en la garganta de la democracia”
En un demoledor discurso, el actual mandatario demócrata culpó a la "red de mentiras" del republicano por el ataque a la sede del Congreso de EE.UU. El exmandatario, por su parte, canceló la conferencia de prensa que pretendía realizar, y se espera que hable en público la próxima semana, en Arizona, frente a sus seguidores. Sin embargo, en un comunicado responsabilizó ayer a Biden de usar su nombre "para tratar de dividir aún más" al país.
“Hace un año, en este lugar sagrado, la democracia fue atacada. La voluntad del pueblo fue asaltada, y la Constitución, nuestra Constitución, enfrentó la más grave de las amenazas”. Con estas palabras, el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se refirió ayer al primer aniversario del asalto al Capitolio, en su esperado discurso de conmemoración desde Washington.
Desde el Salón Nacional de las Estatuas, una de las cámaras centrales del Capitolio, el mandatario demócrata se dirigió a los ciudadanos norteamericanos. Precisamente un año antes, miles de manifestantes irrumpieron por la fuerza en la sede del Congreso en Washington, en un incidente que terminó en la muerte de cinco personas y 140 oficiales de policía heridos. El objetivo de la turba el 6 de enero de 2021: interrumpir la sesión en que se contaban los votos del Colegio Electoral para certificar la victoria de Biden en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre de 2020.
El discurso, largamente esperado por la prensa norteamericana y mundial, ha sido vivido por parte de los demócratas como un momento de “reflexión” y conmemoración, mientras que el expresidente Donald Trump ha insistido en su idea de “la gran mentira”, el supuesto fraude electoral con el que, según el republicano, le robaron la presidencia.
Como nunca antes, Biden se refirió directamente a su predecesor. “Debido a que su ego herido es más importante para él que nuestra democracia o nuestra Constitución, no puede aceptar que perdió”, indicó el mandatario.
Refiriéndose al modo en que Trump incitó a sus seguidores al asalto del Capitolio de ese día, Biden continúo: “Por primera vez en nuestra historia, un presidente no solo perdió una elección. Trató de evitar el traspaso pacífico del poder, mientras una turba violenta llegaba al Capitolio. Pero fallaron. Fallaron. Y en este día de recuerdo, debemos asegurarnos de que un ataque como ese no ocurra nunca, nunca más”.
Generalmente, desde que asumió la presidencia, Biden había evitado referirse a Trump directamente, y de hecho no mencionó su nombre en el discurso de ayer. Sin embargo, se registraron 16 referencias al “expresidente”. A pesar de eso, el mandatario sí confrontó en reiteradas ocasiones a su predecesor, acusándolo de difundir falsedades y haciéndolo responsable de los actos de violencia ocurridos en Washington.
Por su parte, Trump canceló una conferencia de prensa que se esperaba tuviera lugar en Florida, donde el exmandatario está viviendo actualmente. Sin embargo, no mostró indicios de olvidarse del tema y, de hecho, revivió su infundado ataque al proceso electoral. El republicano señaló que “la verdadera insurrección” había ocurrido el día de las elecciones, y no el 6 de enero.
Tampoco aceptó responsabilidad por arengar a la multitud ese día. En su lugar, en uno de tres comunicados emitidos ayer, señaló: “Biden usó mi nombre hoy para tratar de dividir aún más a Estados Unidos”. “Este teatro político es solo para distraer la atención del hecho de que Biden ha fracasado completa y totalmente”, dijo Trump, quien se espera comente el aniversario de la fecha en un evento, junto a sus seguidores, la próxima semana en el estado de Arizona.
Biden también usó su discurso para referirse a la teoría de “la gran mentira”, indicando que todas las investigaciones respecto del supuesto fraude electoral de 2020 han demostrado que no hubo ningún arreglo en éstas. “Él (Donald Trump) no es solo un expresidente, es un expresidente derrotado”, uno que “no puede aceptar que perdió”. “Derrotado por un margen de más de siete millones de votos, en lo que fueron unas elecciones completas, libres y justas. Sencillamente, hay cero evidencia de que los resultados sean incorrectos”, detalló el presidente.
“El expresidente ha creado una red de mentiras sobre las elecciones de 2020 y lo ha hecho porque pone el poder por encima de los principios, porque cree más importante su interés que el de su país y porque su ego herido le importa más que nuestra democracia o nuestra Constitución”, dijo el demócrata.
Biden recalcó: “Por primera vez en nuestra historia, un presidente que perdió la elección trató de evitar la transferencia pacífica del poder mientras una turba violenta irrumpía en el Capitolio. Pero fracasaron. Fracasaron”. Advirtió de que “los que invadieron” el Congreso y quienes “los incitaron” “pusieron un puñal en la garganta de Estados Unidos y de la democracia”. “No vinieron aquí por patriotismo o principios, vinieron con furia, no en servicio de América, sino al servicio de un hombre”, añadió. “Yo no busqué esta pelea”, continuó, “pero defenderé esta nación y no dejaré que nadie ponga un puñal en la garganta de esta democracia”.
En su discurso, el presidente también apuntó a la crisis democrática que estaría pasando el país: “El expresidente y sus seguidores han decidido que la única manera de ganar es suprimir los votos de ustedes y anular las elecciones. Está mal, es antidemocrático y francamente antiamericano”. La vicepresidenta, Kamala Harris, se pronunció en un discurso previo, en el que instó a los senadores y congresistas a aprobar la iniciativa legislativa en marcha. “Debemos defender nuestra democracia”, dijo.
Estas palabras llegan en un contexto particularmente polarizado en Estados Unidos: hoy, un 70% de los votantes de Trump siguen creyendo en la teoría de la gran mentira, y entre ellos, 20 millones creen que la violencia se justificaría para devolverle la presidencia al republicano. Una encuesta de la Quinnipiac University, por su parte, indica que un 78% de los republicanos quiere a Trump en las elecciones de 2024.
Desde los partidarios de Biden se ha apostado por conmemorar ese día como momento de reflexión: estaba previsto que se realizaran oraciones y un momento de silencio en los pisos del edificio legislativo. Además, se realizaría una conversación entre los historiadores Doris Kearns Goodwin y Jon Meacham, en lo que la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, definió como una conversación con miras a “establecer y preservar el relato del 6 de enero”. También estarían presentes en el evento legisladores para prestar testimonio de lo ocurrido durante el asalto.
Mientras que los demócratas se unieron para dedicar el día a la conmemoración de la insurrección, los congresistas republicanos se vieron reacios a referirse al 6 de enero, y especialmente a comentar el rol del expresidente Trump ese día. Por lo demás, debido a que no había sesiones programadas en ambas cámaras el día de ayer, prácticamente no hubo líderes del Partido Republicano presentes en el Capitolio.
En la Cámara Baja, solo la representante republicana Liz Cheney, a la que acompañó su padre, el exvicepresidente Dick Cheney, escucharon el discurso de Nancy Pelosi y guardaron junto a algo más de tres decenas de demócratas el momento de silencio para marcar el episodio de violencia ocurrido hace un año. La legisladora por Wyoming es la vicepresidenta de un comité de la Cámara de Representantes que investiga la insurrección del 6 de enero en el Capitolio.
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