Las primeras semanas de la vacunación masiva contra el Covid-19 en el país incluyó amplios rangos etarios, con un rápido avance. Por eso, sorprendió que el calendario de esta semana fuera mucho más acotado: solo para rezagados por sobre los 48 años, segundas dosis pendientes y recién el jueves y el viernes los vacunatorios podrán continuar con primera dosis en personas de 47 años.
¿La razón? La subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, recalcó que debe haber una cautela de las vacunas disponibles, principalmente para reservar la otra parte del esquema completo de vacunación para quienes ya están inoculados con la primera dosis. “Estamos llevando a cabo el calendario en función de la disponibilidad de las vacunas que van llegando al país (...). En la medida en que nosotros dispongamos de más vacunas, vamos a ir ampliando el calendario”, explicó ayer.
Hasta el cierre de esta edición, según datos publicados por el Ministerio de Salud, ya han arribado al país 15.559.926 dosis: 13.471.476 de estas corresponden al laboratorio Sinovac y 2.088.450 a Pfizer-BioNTech. Sin embargo, las vacunas Pfizer podrían ser más, pues Salud estableció -en el protocolo de manejo de las inyecciones- que cada vial puede contener una dosis extra (seis dosis, en total) si se extrae el líquido remanente del frasco con una jeringa especial. Y eso depende de la disponibilidad de cada vacunatorio.
Según el reporte del Departamento de Estadísticas de Información en Salud (DEIS), hasta ayer se habían administrado 11.540.980 dosis de CoronaVac, lo que deja un saldo de 1.930.496 inyecciones. Asimismo, con Pfizer ya se han utilizado 1.811.622, es decir, hay 276.828 dosis disponibles.
Con estos números, explican desde la cartera sanitaria, si bien no hay falta de stock, tampoco hay vacunas “de sobra”. Porque aunque los 10,1 millones acordados con Pfizer se han despachado, esto ha sido más lento que lo prospectado, lo que dejaría en el camino la opción de abrir la vacunación de forma masiva, sin calendario y sin orden por edad, tal como han propuesto el Colegio Médico (Colmed) o el senador Guido Girardi, quien señaló que desde la Comisión de Salud del Senado desean saber “si la negativa a aumentar los grupos etarios -más que por el temor a aglomeraciones y desórdenes- se debe a que no tenemos un flujo de stock suficiente para hacer esto”.
Caída en la velocidad del plan de inmunización
Según los datos del Departamento de Estadísticas de Información en Salud (DEIS), si a mediados de marzo se logró -en promedio semanal- inocular 112.899 primeras dosis por día, durante la semana recién pasada solo se inyectaron 51.338 dosis en cada jornada. Estos números representan una caída en la velocidad de inoculación de un 54%.
Pero las razones no obedecerían solo al resguardo que se está haciendo de las dosis disponibles. La epidemióloga María Teresa Valenzuela, una de las fundadoras del Registro Nacional de Inmunizaciones (RNI), explica que hay diferentes factores que apuntan a una menor concurrencia a los vacunatorios. “Uno puede ser el factor trabajo, con grupos laboralmente activos -no así los adultos mayores- que puede ‘chocar’ con el horario laboral. Y lo segundo, es que falta reforzar de manera importante el mensaje, lo que la vacuna está aportando, lo que significa en términos colectivos”.
Frente a este menor ritmo -que amenaza la meta de tener al 80% de la población susceptible vacunada a fines de junio-, Valenzuela es partidaria de que “en el momento en que se sepa con seguridad que está llegando el próximo embarque de Sinovac, en ese momento debe haber un llamado indistintamente de las edades a vacunarse, cuando se tenga la seguridad de que habrá un buen stock de vacunas”.
Claudio Castillo, académico del Magíster de Salud Pública de la Usach, plantea que “los estudios que hay en otros países sobre aspectos que hacen que las personas adhieran más o menos a las vacunas apuntan a diferencias de nivel socioeconómico, educacional y religioso. En Estados Unidos también hay un componente racial. Acá hay una percepción de riesgo distinta entre los más jóvenes, pues la percepción de riesgo está relacionada con la edad y con el género. En las mujeres es mayor. Además, influye la visión de mundo o visión de vida que tiene que ver mucho con aspectos de creencias”.
Castillo también planteó que el calendario debiera levantarse, “porque produce un ‘efecto contagio’: hay un grupo de personas que hoy quieren vacunarse y pueden generar confianza en otras para seguir con la campaña. Aún hay cierto temor con la vacuna, sobre todo porque las personas jóvenes están más conectadas a redes sociales, que es donde más se difunden noticias falsas”. Advierte, eso sí, que para eso el stock debe estar asegurado, porque “lo peor que puede ocurrir es que invites a la gente a vacunarse y no haya vacunas, tienes que asegurar, además, la segunda dosis, en eso no se puede innovar en cuanto a la posología”,.
Aunque la subsecretaria Daza ayer recalcó que pese a los anuncios de nuevos lotes de vacunas, el proceso seguirá siendo ordenado por grupos etarios. “En la medida en que lleguen más vacunas, y ya vimos que llegaron de Sinovac, de Pfizer y que va a llegar del laboratorio AstraZeneca, vamos a poder seguir ampliando el calendario de vacunación, pero en función de las edades”, abordó.
Desde Salud también explican que los adultos mayores eran grupos etarios más acotados y más fáciles de cubrir. Por ejemplo, y para comparar, según el último Censo 2017, el total de personas entre 80 y 84 años corresponde a 239.446 individuos, mientras que el grupo de 50 a 54 años de edad está compuesto por cerca de 1.184.954 personas.
Asimismo, Daza explica a La Tercera que “las personas por sobre 61 años que se han vacunado -respecto de la población objetivo- llegan a un 87,9%. Y hasta los 56 años se ha vacunado el 80%. Si bajo a 55-51 años, se ha vacunado un 73%. Y de 50 y 49% años se ha vacunado un 69%. Lo que nosotros hemos visto es que las personas mayores van vacunándose de a poco. Por eso hemos hecho un llamado a los rezagados, porque queremos alcanzar ese porcentaje cercano a 80%. Y como dato, bajo de los 40 años y menos, se ha vacunado al menos un 30%, entre crónicos y trabajadores esenciales”.
Sobre el ritmo de esta semana, la subsecretaria proyecta que “vamos a poner 770 mil segundas dosis aproximadamente, lo que significa que vamos a alcanzar 900 mil o un millón utilizadas en la semana”.
Nuevas tratativas para ampliar disponibilidad de vacunas
Bharat Biotech y Moderna son algunos laboratorios que comienzan a sonar en el gobierno. El primero corresponde a la vacuna india Covaxin que, al igual que Sinovac, elaboró una vacuna de virus inactivo. Si bien aún no hay una cifra de dosis sobre la mesa, hace pocos días el fabricante anunció que tendría la capacidad de producir 700 millones de dosis al año, un aspecto que ha sido atractivo para los negociadores chilenos.
Con Moderna, en tanto, se está evaluando negociar un volumen de dosis ante la posibilidad de que para 2021 se requiera nuevamente vacunar a la población, tal como se hace año a año contra el virus de la influenza. El año pasado, si bien se tomó contacto con dicho laboratorio, finalmente se optó por Pfizer -que es similar en la plataforma innovadora que utiliza- principalmente porque tenía un menor costo.
Asimismo, con Sinovac y con Pfizer ya se estudia adquirir dosis extras para el segundo semestre en caso de que alguna de estas se autorice para su uso en nuevos grupos objetivos, como pueden ser los niños menores de 18 (o 16, en el caso de Pfizer). Esta nueva ampliación también podría ser para una eventual tercera dosis en las personas ya vacunadas, sin embargo, aún faltan estudios que permitan aseverar cambios en el esquema.
Nuevas entregas de vacunas
Según adelantó el subsecretario de Relaciones Económicas, Rodrigo Yáñez, esta semana arribarán al país las 160 mil primeras vacunas del convenio Covax -el fondo solidario de distribución de vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS)- que corresponden al laboratorio AstraZeneca, otras 285 mil de Pfizer y 700 mil adicionales de Sinovac, que terminan por completar la ampliación del primer contrato con el laboratorio chino a 14 millones de dosis, aunque Yáñez admite a La Tercera que el acuerdo marco con Sinovac permite solicitar hasta 20 millones, es decir, seis millones de dosis extras.
“Chile tiene este año 20 millones de dosis con Sinovac por nuestro acuerdo marco, y lo que tenemos que definir ahora son las fechas (de nuevos envíos) y la cantidad. Estamos en proceso de conversación principalmente respecto de las fechas”, explica.