Un día después de que el Presidente peruano, Pedro Castillo, presentara al Congreso un proyecto para que una Asamblea Constituyente elabore una nueva Constitución, los parlamentarios de ese país criticaron el proyecto por considerarlo inviable e inconstitucional.
El plan propone que en una cédula adicional, durante las elecciones regionales y municipales de octubre, se pregunte: “¿Aprueba usted la convocatoria de una Asamblea Constituyente encargada de elaborar una nueva Constitución Política?”, con las alternativas: sí o no.
Castillo anunció su propuesta el viernes y el lunes envió su iniciativa al Parlamento. El oficialismo culpa a la actual Constitución, promulgada en 1993 por el entonces mandatario Alberto Fujimori, de ser responsable de las inequidades económicas que sufre Perú, ya que, a su juicio, consagra un modelo de libre mercado. La iniciativa de Castillo se produce en momentos en que se suceden protestas por el alza de los precios de los alimentos y combustibles, en el contexto de la guerra en Ucrania.
El primer ministro Aníbal Torres dijo en conferencia de prensa que el plan de una Asamblea Constituyente no implica que se cierre el Congreso o el Ejecutivo, sino que aclaró que los dos poderes seguirán ejerciendo sus funciones “por el período por el cual han sido elegidos”, hasta el 28 julio de 2026.
La posición de Torres fue contraria a lo que había dicho el 2 de marzo, cuando señaló que el gobierno no iba a promover la Asamblea Constituyente.
La presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, dijo que el plan del Ejecutivo era “inviable”, “inconstitucional” y que era usado por el gobierno como “distracción”. En una muestra de la discordia entre ambos poderes del Estado, Alva indicó que desde el primer día del gobierno de Castillo, 28 de julio de 2021, el Ejecutivo ha buscado “cerrar el Congreso”. Mientras que el Parlamento ha buscado dos veces destituir a Castillo. Alva añadió que “desde acá estamos tratando de que esto no se vuelva ni Cuba ni Venezuela”.
La actual Carta Magna del país no permite la convocatoria de una Asamblea Constituyente, por lo que la iniciativa de Castillo contempla también una reforma constitucional previa, a fin de incluir un nuevo artículo que avale la puesta en marcha de los mecanismos para una Asamblea. Actualmente, el Artículo 206 desarrolla solo dos caminos para el cambio de la Constitución: mediante la aprobación con 87 votos en dos legislaturas consecutivas, o la aprobación con solo 66 votos, pero con ratificación vía referéndum. Ahora Castillo propone aprobar un nuevo artículo (sería el 207, que hoy no existe), para crear el tercer camino para el cambio de la Constitución, que sería el referéndum.
La iniciativa para la convocatoria a referéndum le correspondería al presidente de la República o también al Congreso, con dos tercios de la representación, o la ciudadanía, con 0,3% de firmas electores hábiles.
El camino de Castillo no es fácil, porque no tiene la mayoría en el Congreso. Además, la presentación del proyecto ocurre en momentos en que la popularidad de Castillo se encuentra en su menor nivel, con un 76% de rechazo en abril, según sondeo de Ipsos, aunque la desaprobación al Congreso es superior, ubicándose en 79%.
Sin respaldo en el Congreso
Torres indicó que “en las provincias existe la exigencia de que se convoque a una Asamblea Constituyente”, mientras que en Lima, “la población es distinta, en Lima la población está en contra de la Asamblea Constituyente”. El premier precisó que el gobierno ha presentado diversas iniciativas al Parlamento para realizar cambios parciales en la actual Constitución y acabar con la incertidumbre política o en mejora del interés público que no han sido acogidos.
La iniciativa presidencial indica que la eventual Asamblea Constituyente estaría conformada por 130 asambleístas -igual número que el actual Parlamento unicameral-, donde 40% serían representantes de partidos políticos, 30% candidatos independientes, 26% representantes de pueblos indígenas y 4% representantes de pueblos afroperuanos. Según el plan, los asambleístas tendrían hasta un año para elaborar una nueva Constitución y tres meses después se convocaría a un referéndum para que los peruanos la aprueben o rechacen.
Expertos consultados por Bloomberg Línea señalaron que el trámite para convocar a la Asamblea Constituyente podría no ser el correcto. “La conformación que se pretende de la Asamblea, que es una burda o mala copia de lo que se hizo en Chile, olvida que somos un país unitario, en el cual todos tenemos igual número de derechos y de obligaciones. Aquí se pretende crear una representación distinta, no en base a la voluntad mayoritaria del país, sino creando diferencias étnicas inaceptables en Perú”, dijo a ese portal el abogado constitucionalista Natale Amprimo.
Por otro lado, los representantes de seis de las ocho bancadas que tienen presencia en la Comisión de Constitución del Congreso, donde el proyecto deberá ser analizado y debatido, adelantaron al diario El Comercio que no respaldarán esta reforma impulsada por Castillo. Por ejemplo, el parlamentario Eduardo Salhuana (Alianza para el Progreso) indicó que el país requiere que el presidente resuelva los problemas que realmente les preocupan a los peruanos, como la crisis económica y la falta de trabajo.
“No, Alianza para el Progreso de ninguna manera respaldaría ese despropósito. Hay toma de carreteras permanentemente, conflictos sociales por todos lados, y el presidente nos sale con esta incoherencia de una Asamblea Constituyente. Ellos mismos habían negado que la iban a proponer, esto nos demuestra su improvisación”, remarcó.
El congresista Alejandro Cavero (Avanza País) indicó que la convocatoria a una Asamblea Constituyente “no servirá para resolver los problemas urgentes de gestión que tiene el país” y advirtió que el Ejecutivo utiliza esta instancia para “perpetuarse en el poder” y “abrir una caja de pandora de inestabilidad y caos”.
“Quieren culpar a la Constitución de su propia incapacidad, porque esa es la salida facilista, y decir que es el Congreso el que se opone a realizar cambios profundos en el país, cuando eso no es verdad”, expresó.
El constitucionalista Luciano López Flores advirtió al diario La República sobre una mala redacción en la propuesta del artículo 207, pues ya se incluye la convocatoria a referéndum para elegir a los miembros de una Asamblea Constituyente, sin que antes se le haya consultado a la ciudadanía si está de acuerdo o no con una nueva Constitución.