El viernes, el Sexto Tribunal Oral en lo Penal de Santiago absolvió a Omar Jerez Meza (35) y a Jeremy Ramírez Bravo (21) como presuntos responsables del ataque incendiario a la Estación de Metro La Granja, en octubre de 2019. El fallo es una palada más a las pretensiones del Ministerio Público y de las autoridades para responder una de las principales interrogantes que quedan de la ola de violencia del 18-O: ¿Quién quemó el Metro?

Pocas horas después de iniciados los hechos registrados la noche del 18 de octubre de 2019, el gobierno comenzó a deslizar internamente información respecto de lo que había ocurrido en las estaciones de Metro. Pero todo era rumor, interpretaciones y apreciaciones. De información de Inteligencia o de investigación criminal, poco y nada.

Se hablaba de ataques organizados y acciones coordinadas que habían motivado estos hechos que dejaron -según el catastro oficial de Metro- siete estaciones completamente incendiadas, 18 parcialmente quemadas, 93 estaciones con múltiples daños y 18 sin destrozos.

Foto: AFP

Cinco días más tarde, el 23 de octubre de ese año, el Ministerio del Interior remitió una minuta a la Cámara donde dejó entrever su percepción del asunto: “Una hora antes de que el Presidente de la República decrete el estado de emergencia, entre las 23.00 y las 0 horas, se incendian siete estaciones del Metro de Santiago: Trinidad, Elisa Correa, Macul, Gruta Lourdes, Barrancas, Laguna Sur”.

“Son grupos organizados que se están investigando”, dijo el 21 de octubre la entonces vocera de gobierno, Cecilia Pérez. Sin embargo, con el correr de los meses, el Ministerio Público -escéptico a las tesis de un ataque coordinado para quemar el Metro- comenzó a desechar públicamente esta línea investigativa.

“Hubo una coincidencia horaria, porque se adelantó ese día el cierre de las estaciones de Metro y eso mismo generó el deseo de parte de las personas de querer tomarse las estaciones. Y en ese afán y en ese ímpetu, las queman”, dijo en febrero del 2020 el fiscal regional Oriente, Manuel Guerra, jefe de la dotación que investigaba los ataques incendiarios de nueve estaciones.

Respecto de estas, a la fecha el ente persecutor sólo ha logrado la condena de una persona. Se trata del menor identificado con las iniciales, B.E.S.M. (17) por el delito de incendio al Metro Pedrero, quien fue sentenciado a pasar dos años de internación en un régimen cerrado del Sename y tres años y un día en uno semicerrado. En esa misma causa se indagó a su tío Daniel Morales, quien fue absuelto.

La defensa del joven de 17 años presentó un recurso de nulidad que ahora debe resolver la Corte Suprema. De mantenerse a firme, sería la única condena por incendio a una estación de Metro durante el 18-O, de las 27 causas que mantiene abiertas la fiscalía.

El incendio del 18 de octubre de 2019 provocó daños avaluados en cerca de $ 615 millones. Foto: Ailen Díaz / Agencia Uno.

Falta de cámaras, dotación y tecnología

Según explican desde la Fiscalía Sur, por incendio se abrieron 15 investigaciones, las cuales se iniciaron de oficio, por denuncia y algunas por querellas. Todas ellas se agruparon, y actualmente hay ocho investigaciones abiertas. Las estaciones incendiadas en esa zona fueron nueve: Elisa Correa, Protectora de la Infancia, Sótero del Río, La Granja, San Ramón, Lo Ovalle, Plaza de Puente Alto, San Joaquín y San Miguel.

El fiscal Leonardo Zamora, de la Fiscalía de Alta Complejidad Sur, explica que “los incendios en estaciones de Metro en contexto de la contingencia de octubre de 2019 constituyen investigaciones de alta complejidad, especialmente por las circunstancias que atravesaba el país cuando se cometieron y las dificultades, por ejemplo, para la obtención de registro audiovisual en las estaciones, sin perjuicio de lo cual continuamos trabajando con las policías con diligencias en curso”.

Lo que explica el fiscal Zamora coincide con lo que creen policías y fiscales que han trabajado en estos casos. En ese sentido, otros investigadores consultados advierten que hay tres factores que han afectado los buenos resultados para determinar quién quemó el Metro: calidad de las cámaras, equipos policiales reducidos y sin dedicación exclusiva, y la pandemia.

En el Ministerio Público y las policías apuntan a que Metro no contaba con una red integrada de cámaras de calidad. Esto podría haber permitido rescatar secuencias, donde se podría haber visto a quienes lanzaban los acelerantes para quemar los vagones y estaciones. Y, cuando se pudo obtener una grabación, esta no estaba en una definición que permitiera ver algo con claridad. La PDI llegó a revisar 20 mil horas de imágenes y poco se pudo sacar en limpio.

El tema de los equipos policiales abocados a trabajar con la fiscalía también es un factor. Se trabajó preferentemente con la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales de la PDI y en algunos casos concretos también con Carabineros. Sin embargo, advierten, nunca hubo una organización exclusiva para estas investigaciones, dado que también debían pesquisar otras causas.

Además, sabido es en el ámbito policial que las primeras horas son fundamentales para rescatar evidencia. Eso no pudo hacerse a cabalidad, dado que en los días posteriores a los ataques, gran parte del personal de Carabineros y la PDI estaba volcado en las calles, evitando desórdenes, barricadas, saqueos y otros delitos asociados a los manifestaciones de esos días.

Y, claro, la pandemia. Para seguir con las pesquisas durante el verano del 2020, los fiscales regionales Oriente (Guerra), Sur (Héctor Barros), Centro Norte (Xavier Armendáriz) y Occidente (José Luis Pérez Calaf) se pusieron de acuerdo para no tomarse todos juntos las vacaciones. En diciembre de 2019 aún las aguas estaban álgidas y se proyectaba que para marzo sería peor.

Así, esos meses se avanzó en los casos, y el fiscal nacional, Jorge Abbott, pidió al gobierno no desmantelar los equipos policiales que estaban trabajando en el caso. Todo iba encaminado, hasta la pandemia, en marzo. La policía, ahora, se abocó a otra cosa: investigar delitos sanitarios, custodiar las fronteras, se aplicaron las cuarentenas y el trabajo presencial fue escaso durante los días más crudos del Covid-19.

Ni desde el gobierno ni desde Metro quisieron comentar sobre las investigaciones que puedan dilucidar y responder la pregunta: a dos años de ocurrido: ¿Quién quemó el Metro?