Patrick Cozzens nunca había hablado en una reunión de junta escolar hasta que se paró frente a una multitud de padres enojados este mes para leer una declaración que su hija de 16 años le ayudó a escribir.
“La he visto pasar de una niña que adoraba la escuela, que prosperó en la escuela toda su vida, a una ahora que, usando sus propias palabras, ya simplemente no le importa”, dijo mientras su voz se quebraba. “¿En qué están concentrados? ¡Hagan volver a nuestros hijos!”.
Docenas de padres que viven en la acomodada comunidad a las afueras de Pittsburgh estallaron en aplausos, y el presidente de la junta escolar golpeó con su mazo para pedir orden. Otros padres, algunos vía Zoom, y al menos un profesor se opusieron al plan presentado por el superintendente para que los 5.300 estudiantes de la zona volvieran a sus salas de clase a tiempo completo en marzo, frente a dos días a la semana como máximo en la actualidad.
“La idea de volver a un día completo en persona en medio de una pandemia global es tan abrumadora que honestamente podría hacerme llorar”, comenta Emily Rindels, una profesora de quinto grado en Mt. Lebanon, que enseña a casi la mitad de sus estudiantes a la vez en la sala de clases, bajo el modelo híbrido del distrito.
Hace casi un año, la pandemia del coronavirus cerró distritos escolares y envió a más de 50 millones de niños en edad escolar a estudiar de forma remota desde sus casas, lo que hizo retroceder a muchos estudiantes y tensó a las familias. Ahora, el debate sobre la reapertura ha alcanzado un punto álgido, polarizando a las comunidades de todo el país.
Los padres y funcionarios que están a favor de la reapertura para la educación presencial dicen que sus propias experiencias confirman las investigaciones que demuestran que los niños están siendo perjudicados académicamente, emocionalmente y físicamente por el aislamiento del aprendizaje remoto. Los niños, argumentan, tienen que volver a las salas de clases lo antes posible. Señalan que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) instaron recientemente a las escuelas a reabrir bajo nuevas pautas de seguridad, y la investigación muestra una baja transmisión en las escuelas cuando se siguen los protocolos de seguridad.
Por otro lado, profesores y los dirigentes sindicales -a menudo acompañados por otro grupo de padres- dicen que la reapertura demasiado pronto podría poner en riesgo la vida de profesores y estudiantes, y aumentar la propagación del virus en la comunidad. Argumentan que algunas escuelas carecen de los recursos para reabrir de manera segura, como una ventilación adecuada, y que es difícil imponer el uso de mascarillas y el distanciamiento social en los niños. Dicen que las vacunas son fundamentales para abrir nuevamente las escuelas, pero comentan que los distritos y los profesores enfrentan obstáculos para vacunarse en medio del desigual despliegue de las campañas de inoculación.
Mientras tanto, algunos padres, particularmente en las comunidades negras e hispanas, siguen dudando en enviar a sus hijos de regreso debido a preocupaciones de seguridad y desconfianza en los distritos escolares. Un estudio de los CDC dijo que los padres no blancos, incluidas las familias negras e hispanas, tenían menos probabilidades de apoyar la reapertura de las escuelas para todos los estudiantes que los padres blancos. Los padres negros se preocupaban más que los padres blancos acerca de cuán estrictamente se seguirían los protocolos de seguridad y estaban más preocupados por el riesgo de que sus hijos pudieran contraer el virus y traerlo a casa, según el estudio.
Los funcionarios de la ciudad y los distritos escolares que también quieren que los estudiantes regresen a las aulas se enfrentan cada vez más a los sindicatos de profesores que desaceleran la reapertura.
Después de una batalla de meses, la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, y el Sindicato de Profesores de Chicago llegaron a un acuerdo para reabrir más escuelas que evitó una huelga, pero dejó a los educadores frustrados.
El distrito escolar de Montclair, Nueva Jersey, demandó a su sindicato de profesores este mes para obligar a los maestros a regresar a la escuela a tiempo completo. La demanda está pendiente.
El fiscal de la ciudad de San Francisco, Dennis Herrera, demandó al distrito escolar de la ciudad a principios de este mes, argumentando que el distrito estaba violando los derechos constitucionales estatales de los estudiantes de asistir a la escuela pública. El distrito y el sindicato de maestros anunciaron recientemente un acuerdo que permitiría que las escuelas reabrieran bajo ciertos umbrales comunitarios. El alcalde de San Francisco dijo que incluso con un acuerdo vigente, las aulas podrían permanecer cerradas el resto del año escolar.
Los padres frustrados dijeron que la situación muestra que tienen poco poder en las decisiones que afectan la salud y el bienestar de sus hijos.
“Lo que esto realmente ha revelado, esta pandemia y cómo ha ido esta situación con la reapertura de las escuelas en todo el país, es que hay un poco de desequilibrio de poder en términos de padres. No tenemos representación en la sala de negociaciones“, dijo Meredith Willa Dodson, miembro ejecutivo de Decreasing the Distance, un grupo de padres del Distrito Escolar Unificado de San Francisco que se organizó el año pasado para reabrir escuelas. “No solo impacta a los profesores, sino también a nuestros niños. En primer lugar, estamos hablando de la educación de nuestros hijos aquí“.
Las peleas más duras a menudo ocurren en distritos donde las clases han permanecido completamente remotas desde la primavera pasada. Otros distritos han permitido que los estudiantes asistan en persona dos días a la semana y algunos distritos les han dado a los padres la opción de regresar a tiempo completo o permanecer con clases remotas.
“A medida que esto sigue y sigue y sigue, y cuanto más los estudiantes no están de regreso en la sala de clases, creo que esto continuará aumentando”, dijo Don Grotting, superintendente del Distrito Escolar de Beaverton, en el área metropolitana de Portland, Oregón.
Su distrito, donde las clases aún son remotas y el aprendizaje híbrido no comenzará hasta abril, está negociando con el sindicato de profesores y los padres están organizando protestas fuera de los edificios administrativos de la escuela.
“¿Hay una palabra más allá de ‘frustrante’?”, dijo Samantha Vembu, una madre del Distrito Escolar de Beaverton que podría enviar a su hijo de kindergarten que lucha con el aislamiento a una escuela privada abierta al otro lado de las fronteras estatales en Vancouver, Washington. “Simplemente te dan ganas de golpearte la cabeza y llorar”.
Vembu dice que sabe que los funcionarios escolares están en una posición difícil, pero que “se supone que las escuelas no deben ser empleadores primero. Se supone que deben enseñar a los niños. Por eso están ahí. Pero la verdad es que creo que el distrito actúa como si su único trabajo fuera ser empleador“.
Sara Schmitt, presidenta de la Asociación de Educación de Beaverton, dijo que comprende los deseos de los padres de reabrir más temprano que tarde. Pero ella dice que incluso con el acceso a las vacunas, el sindicato de profesores se preocupa por la propagación del virus entre los estudiantes y la comunidad. “En realidad, son muchas más preguntas que respuestas en este momento”, dijo. “Parece que nos estamos olvidando de la pandemia al querer reabrir las escuelas a riesgo de propagar más el Covid y prolongar la pandemia”.
Cuando se compara con adultos, los niños y adolescentes con Covid-19 tienen menos probabilidades de mostrar síntomas, puede que contraigan menos la enfermedad y no es tan probable que sufran de una enfermedad grave o mueran, según un análisis de los CDC.
Algunos niños han desarrollado un síndrome inflamatorio poco común. A fines de enero, 203 menores de 18 años han muerto en los Estados Unidos, según el Centro Nacional de Estadísticas de la Salud. Los niños negros y latinos tenían un mayor riesgo de hospitalización e ingreso a unidades de cuidados intensivos.
En los colegios, los contagios entre funcionarios han sido más comunes que entre estudiantes, de acuerdo con varios estudios.
Algunos distritos escolares han reportado bajas en la asistencia y matrícula, peores calificaciones y escasez de profesores. Los estudiantes están luchando contra la depresión, la ansiedad, el distanciamiento y el sobrepeso, motivando a sus padres a enviarlos a escuelas privadas, cambiar a la educación en el hogar o buscar aulas abiertas en otra parte.
Los líderes de los sindicatos de profesores dicen que los educadores quieren volver a clases, pero tienen el derecho a su propia seguridad. Algunos funcionarios de los sindicatos culpan al gobierno de Trump por su manejo de la pandemia y los atrasos en la distribución de vacunas.
El Presidente Biden dijo que “un porcentaje significativo” de las escuelas K-8 van a abrir cinco días de la semana en sus primeros 100 días en el cargo, aclarando comentarios previos de la Casa Blanca de que las clases presenciales un día a la semana calificaría bajo su promesa de reabrir las escuelas.
Líderes de la Federación Americana de Profesores y la Asociación Nacional de la Educación, dos de los sindicatos de profesores más prominentes del país, han apoyado las metas del gobierno de Biden. Los sindicatos, que respaldaron a Biden en las elecciones, dicen que apoyan la última guía de los CDC y han presionado para que se dé prioridad a los educadores para las vacunas.
Los profesores que han presionado en contra de los planes de reapertura dicen que están preocupados de continuar la propagación del virus y llevarlo a sus familiares.
“Entiendo la frustración de los padres”, dijo Randi Weingarten, presidenta de la Federación Americana de Profesores. “Pero los educadores y sus sindicatos no crearon la pandemia”.
La Asociación de Educación Nacional, el sindicato más grande de Estados Unidos, con tres millones de miembros, descubrió que un 64% de sus integrantes encuestados entre finales de enero y principios de febrero estaban trabajando en edificios escolares al menos part-time.
Durante la primera semana de febrero, grupos de padres que apoyan la reapertura organizaron protestas en aproximadamente 20 estados, incluyendo Minnesota, Pennsylvania y Colorado. Michelle Walker, de Lafayette, Oregón, dijo que ayudó a crear un grupo de Facebook llamado “Open Schools USA in December”, después de ver a su hija de nueve años enfrentarse al aprendizaje remoto desde marzo. El grupo ahora está afiliado a otros similares en 34 estados.
“Sentíamos que no había suficiente atención a nivel nacional en las consecuencias para la salud que estaba teniendo en los niños”, comentó.
Maritza Guridy, una madre de las escuelas públicas de Filadelfia y secretaria bilingüe en una de las escuelas del distrito, recientemente protestó en contra de la reapertura de los colegios como miembro de su sindicato de profesores. Ha trabajado en los edificios de su colegio desde agosto, pero dice que se necesitan más medidas de seguridad antes de que vuelvan los estudiantes. Pero también se preocupa de las familias que se complican con el aprendizaje remoto.
“Estoy intentando ser Suiza aquí. Y muchas veces, no puedo ser Suiza”, dijo Guridy, miembro del consejo de la Unión Nacional de Padres, organización de defensa para los padres.
En Columbia, Missouri, los funcionarios de los distritos escolares han alegado que padres han llegado a las casas de los administradores de los colegios y miembros de las juntas escolares, les han gritado en público y también han compartido sus direcciones personales en internet, incitando al distrito a usar seguridad privada.
Uno de los padres ha enviado más de 1.200 correos electrónicos a los funcionarios del distrito durante la pandemia, incluyendo un mensaje con una imagen que muestra a un niño quemado severamente sugiriendo que los niños podrían sufrir si se les mantenía afuera de las salas de clases.
Los estudiantes regresaron a las aulas bajo un modelo híbrido en enero, siguiendo las decisiones de las juntas escolares de sus colegios, después de la presión de sus padres, a finales del año pasado.
Algunas resoluciones temporales han calmado las tensiones en ciertas comunidades. En enero, el superintendente de escuelas en Wyoming, Ohio, decidió después de meses de comentarios de padres por ambos bandos y de analizar los datos de casos de Covid-19, darles la opción a sus 2.000 estudiantes de volver a clases a jornada completa. El distrito permitió a algunos profesores con mayor riesgo a contagiarse de Covid-19 enseñar desde sus casas mientras son proyectados en una pantalla dentro de las salas de clases.
Hoy, el 75% de estudiantes en la ciudad al norte de Cincinnati volvió a las salas de clases, mientras que el otro 25% sigue con clases remotas.
Los departamentos estatales de salud y educación emitieron una guía acerca de dos factores en su decisión de reabrir, dijo Tim Weber, superintendente de las escuelas en la ciudad de Wyoming. Los estudiantes no tendrían que entrar en cuarentena después de ser expuestos a alguien contagiado de Covid-19, siempre y cuando hayan ocupado mascarillas en la sala de clases, y es aceptable mantener menos de 1,8 metros de distancia entre estudiantes.
Una portavoz del distrito escolar comentó que la nueva guía del CDC tratará temas discutidos en una reunión del equipo asesor científico del distrito.
En otros lugares las peleas continúan separando a comunidades muy unidas.
En Mt. Lebanon, algunos padres han estado haciendo campaña desde el verano pasado para que los estudiantes vuelvan a clases en jornada completa. Las tensiones se han elevado estas últimas semanas y ambos bandos estuvieron esperando estos días para que la junta escolar votara si es que la reapertura será en marzo.
Kavita Fischer, una psiquiatra infantil que tiene a dos hijos en una escuela básica, dijo que en conjunto a familias que apoyan completamente la reapertura se coordinan en un grupo de Facebook que ella ayuda a organizar llamado Open Our Schools-We Support Brick & Mortar in Mt. Lebanon, que ahora tiene más de 1.000 miembros.
En octubre, las escuelas reabrieron ofreciendo un modelo híbrido que permitía a los estudiantes de secundaria y preparatoria asistir a sus escuelas dos días a la semana. Los niños más jóvenes tenían la opción de atender a primaria cinco días a la semana.
Cozzens dijo en una entrevista que bajo el modelo híbrido su hija solo ha asistido a su escuela en persona cuatro días desde inicios de noviembre, debido a los días de nieve y otras cancelaciones. En los días de aprendizaje remoto, comentó, ella a veces pasa 22 horas del día en su habitación, bajando solamente por comida. Dijo que mantiene el contacto con sus amigos a través de internet y que tiene una red de apoyo fuerte.
Joelle Schultz, una madre que se opone a que los estudiantes vuelvan a tiempo completo, dice que los profesores deberían tener la oportunidad de poder vacunarse antes de que tuvieran que volver a las jornadas completas dentro de las salas de clases. Después de la ruidosa reunión de la semana pasada ella dijo: “La comunidad está en ruinas”.
Schultz pertenece a un grupo de Facebook llamado Keep Our School Safe! Mt. Lebanon, que tiene alrededor de 200 miembros.
Las divisiones son visibles manejando a través de su vecindario, dice Schultz, cuyos cinco hijos están con clases remotas porque ella y su esposo piensan que es la opción más segura. Los jardines alrededor de ella tienen letreros llamando a la reapertura de los colegios, así que ella puso un cartel en su propio jardín con un mensaje agradeciendo a los profesores de su distrito.
Previo a una reciente reunión de la junta, Schultz dijo que un amigo le escribió para que dejara de hablar en las reuniones y se preocupara de su propia familia. “No consideraré a esa persona como amigo nunca más”, comentó.
Susan Uffelman, una madre que está a favor de abrir las escuelas a tiempo completo, dijo que ella piensa que las divisiones tomarán mucho tiempo en sanar dentro de la comunidad. Ella explica que algunas de las críticas en línea han insinuado que los partidarios de la reapertura quieren que los profesores se mueran.
“Hay un pequeño segmento de nuestra comunidad que no está feliz con lo expresivo que hemos sido y con cuánta presión le hemos puesto al distrito escolar”, aclara. “Yo creo que va a tomar mucho tiempo para que se desvanezca”.
En la reunión de la junta escolar de Mt. Lebanon este lunes en la noche, a través de Zoom, padres de ambos bandos volvieron a expresar sus opiniones durante la reunión de más de cinco horas, con algunos diciendo que el distrito no cumple actualmente con las guías del CDC para la reapertura.
Valerie Brown, presidenta del sindicato de profesores local, sugirió posponer el voto hasta el 8 de marzo y ahí considerar abrir completamente todas las escuelas durante ese mes.
Una encuesta hecha en el distrito la semana pasada muestra que el 58% de los padres de escuelas secundarias preferirían cuatro días a la semana en las escuelas si fuera ofrecido, mientras que un 32% prefiere quedarse completamente con las clases remotas. La encuesta también muestra que un 77% de los padres en escuelas primarias preferirían cinco días de jornada completa en las escuelas, si fuera ofrecido.
La junta aprobó el plan del superintendente Timothy Steinhauer de expandir las clases presenciales para estudiantes de secundaria y preparatoria cuatro días a la semana a partir del 1 de marzo, siempre y cuando los niveles de contagio de la comunidad en el condado bajen. Aquellas escuelas podrían alcanzar los cinco días a la semana el 29 de marzo.
La junta decidió someter a votación la ampliación de las escuelas primarias a cinco días completos a la semana.
“Supongo que solo estamos jugando”, dijo la madre Elyssa Wingertsahn.