Reforma Tributaria: Marcel se desmarca de la propuesta del oficialismo de impuesto a las transacciones financieras
Tras exponer sobre los dos paquetes de indicaciones ingresadas al proyecto de Reforma Tributaria, el ministro de Hacienda advirtió que el gravamen conocido como “Robin Hood” generaría doble tributación, y ve más “efectivo y consistente” corregir los mecanismo elusivos en el impuesto de timbres y estampillas antes que agregar otro impuesto.
Sin apoyo del Gobierno quedó la propuesta que presentó un grupo de parlamentarios oficialistas para crear un nuevo impuesto a las operaciones financieras. Esto, luego que el ministro de Hacienda, Mario Marcel, presentara el análisis de su cartera a la indicación que patrocinan los diputados Carlos Bianchi (Indep.), Jaime Sáez (RD), Vlado Mirosevic (PL), Jaime Naranjo (PS), Gael Yeomans (CS), Alexis Sepúlveda (PR) y Boris Barrera (PC), en cuanto a gravar con una tasa de 0,6% la compra y venta de valores y derivados.
En el marco de la exposición de los dos paquetes de indicaciones que ingresó el Ejecutivo a la Reforma Tributaria, Marcel advirtió que la propuesta de los legisladores “contiene supuestos que implican una doble tributación con operaciones actualmente gravadas con el impuesto de timbres y estampillas”.
Ante los integrantes de la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados y Diputadas, Marcel apuntó también a que la propuesta se topa con el incremento de un 10% a un 22% a la ganancia de capital.
“En la mayoría de los países las operaciones financieras gravadas son operaciones que ocurren en mercados regulados, sin embargo, el actual proyecto de ley considera un incremento en la tributación de las acciones con cotización bursátil de un 10% a un 22%, donde una tasa ad valorem de un 0,5% equivale a incrementar más la tasa propuesta por el ejecutivo”, detalló en su presentación.
En ese marco, señaló que “lo que pensaríamos respecto de esta propuesta sería más bien tratar de buscar una armonización con el impuesto de timbres y estampillas, de tal manera de no generar efectos de doble tributación, especialmente porque ya estamos modificando varias normas sobre tributación de operaciones financieras”.
Más tarde, y ante las consultas de la prensa, el secretario de Estado afirmó que “sería más efectivo y consistente, en lugar de crear otro impuesto, más bien preocuparnos de dónde están las fuentes de elusión del impuesto de timbres y estampillas, más que agregar otro impuesto”.
Eso sí, aclaró que la indicación seguirá con su tramitación, y que “lo vamos a retomar ya cuando en la discusión en particular del proyecto lleguemos a la indicación que presentaron los parlamentarios”.
Cabe destacar que la propuesta del grupo de parlamentarios apuntaba a generar una recaudación de US$ 2 mil millones.
Dispares reacciones de la comisión
Luego de presentar los dos grupos de indicaciones del Ejecutivo, los parlamentarios expresaron en general su ánimo a colaborar con la discusión. Sin embargo, el primero en comentar, Guillermo Ramírez (UDI) fue el más duro tras escuchar las palabras de Marcel.
Advirtió que “prácticamente no se hicieron indicaciones en los temas que nosotros planteamos como más preocupantes” y reclamó que, a su juicio, “el Ejecutivo no está haciendo lo suficiente para que nosotros tengamos la disposición de aprobar una reforma que consideramos que es muy dañina y que va a generar graves perjuicios en la economía chilena”.
“Es inentendible que el Gobierno, como parte de su agenda pro inversión, proponga posponer la entrada en vigencia de algunos de los instrumentos de esta reforma tributaria. Esa es la forma más perfecta de confesar que esta reforma genera daño a la inversión”, resumió.
Por su parte, Miguel Mellado (RN) mostró mayor apertura al reconocer “la intención de llegar a acuerdo”, pero también dijo estar preocupado, entre otras materias, por la gradualidad en el aumento de impuesto a las pymes. “Quizás los tres primeros años habría que quedarse con el 10% y echarle una mirada más a la gradualidad”, planteó.
Jaime Sáez (RD) destacó la disposición de Mellado “a diferencia de la intervención del diputado Ramírez” y planteó que, a su parecer, “hay un espacio importante para poder dialogar y alcanzar una voluntad mayoritaria para avanzar en esta reforma, entendiendo lo capital que es para el futuro del país”.
Ricardo Cifuentes (DC) también reconoció la disposición de Mellado “a entrar en una discusión razonable” y pidió allanarse “a un principio de diálogo que no debiésemos cerrar en pos de avanzar en este pacto tributario”.
Karim Bianchi (ind) se alegró por “el ánimo propositivo” de la instancia, y planteó su confianza de que la reforma “va a permitir tener inversión y enfrentar los compromisos sociales”.
“Este instrumento es suficiente. ¿En qué otro momento podemos hacer esta reforma?, ¿cuántos años más tienen que pasar para hacer otra reforma?. Creo que este es el instrumento con el cual vamos a tener que navegar por los próximos ocho años como Estado”, afirmó, llamando a las fuerzas políticas a ponerse de acuerdo.
La instancia comenzará con el análisis en particular del proyecto el próximo 25 de octubre.
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