El drama por el Brexit pareciera no tener fin. El primer ministro británico, Rishi Sunak, consiguió el lunes un nuevo acuerdo sobre las normas comerciales para Irlanda del Norte, en un intento por resolver un tema complejo que ha encendido las tensiones en Europa y en la isla de Irlanda tras el divorcio entre Londres y Bruselas.
En una conferencia de prensa celebrada en Windsor junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, Sunak explicó que ambas partes acordaron suavizar las normas comerciales para la provincia británica y dar a sus legisladores más control sobre las leyes que tienen que cumplir.
“Me complace informar de que hemos logrado un avance decisivo”, dijo Sunak, añadiendo que acordaron cambiar el acuerdo original para Irlanda del Norte, conocido como el protocolo, para crear el “Nuevo Marco de Windsor”.
El acuerdo podría resolver potencialmente el problema de las importaciones y los controles fronterizos en Irlanda del Norte, uno de los aspectos más desafiantes y controvertidos de la separación de Reino Unido de la Unión Europea.
El propósito del acuerdo es solucionar el conflicto creado por el Protocolo de Irlanda del Norte, un apéndice del acuerdo Brexit acordado por Boris Johnson y la Unión Europea en 2019. El protocolo fue creado para evitar una frontera dura en la isla de Irlanda al mantener el norte Irlanda alineado con la Unión Europea, lo que significa que los bienes no necesitan ser controlados entre la República y la provincia.
Cualquier vuelta a una frontera dura podría haber puesto en peligro el acuerdo de paz de 1998, que en su mayor parte puso fin a tres décadas de violencia sectaria y política en Irlanda del Norte. Esto, debido a que se temía que la introducción de cámaras o puestos fronterizos como parte de los controles de mercancías pudiera generar inestabilidad.
La Unión Europea tiene normas alimentarias estrictas y requiere controles fronterizos cuando ciertos productos, como la leche y los huevos, llegan de países no pertenecientes a la UE, como Reino Unido. También se requiere papeleo para otros bienes.
Bajo el Protocolo de Irlanda del Norte, se introdujeron nuevos controles. Pero en vez de tener lugar en la frontera irlandesa, la inspección y el control de documentos se llevan a cabo en los puertos de Irlanda del Norte. Esto se aplica a las mercancías que viajan desde Gran Bretaña (Inglaterra, Escocia y Gales) a Irlanda del Norte.
Los controles aún se aplican incluso si las mercancías deben permanecer en Irlanda del Norte.
Los partidos unionistas, que apoyan que Irlanda del Norte sea parte de Reino Unido, dicen que estos controles crean una frontera efectiva entre Irlanda del Norte y el resto de Reino Unido. Las empresas también se quejaron de que los controles generaron costos adicionales y demoras.
“Freno de emergencia”
Así, Sunak indicó que el nuevo acuerdo reducirá la burocracia comercial y el papel de la ley de la UE y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en Irlanda del Norte, además de dar voz a la asamblea de Stormont, en Belfast, sobre las nuevas reglas de la UE.
El tratado Brexit se reformulará para incluir un nuevo “freno de emergencia”, lo que permitirá a Stormont oponerse a cualquier nueva ley de bienes de la UE. Se necesitarían un total de 30 miembros de al menos dos partidos para activar el freno.
Sunak intentará vender las reformas a los parlamentarios conservadores pro-Brexit y al DUP. Además, señaló que los parlamentarios “votarían en el momento apropiado”, pero solo después de que se les haya dado tiempo para digerir el acuerdo. El acuerdo revisado, que tiene más de 100 páginas, es un “acuerdo de implementación”.
El premier indicó que facilitaría el envío de artículos como mascotas, medicamentos, paquetes, semillas y plantas entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte y acabaría con “cualquier sentido de frontera en el mar de Irlanda”.
Se crearía un “carril verde” sin controles en los puertos del mar de Irlanda para las mercancías destinadas a permanecer en Irlanda del Norte, mientras que se crearía un “carril rojo” para las mercancías que continuaran hacia Irlanda y el mercado único.
Downing Street dijo que el acuerdo garantizaría que Irlanda del Norte tuviera la misma comida, bebida y medicamentos que el resto del Reino Unido, así como el mismo régimen de IVA. Pero los funcionarios del Reino Unido admitieron que el acuerdo del lunes no eliminaría la ley de la UE o la jurisdicción del Tribunal de Justicia Europeo de Irlanda del Norte, como exigen algunos partidarios de la línea dura del Brexit.
Para los expertos, el acuerdo es una estrategia de alto riesgo para Sunak, que ha estado buscando asegurar un compromiso y mejorar las relaciones con Bruselas -y Estados Unidos-, sin enojar al ala de su partido más partidaria del Brexit.
Queda por ver si las nuevas condiciones serán suficientes para poner fin al bloqueo político en Irlanda del Norte y satisfacer a los críticos en Reino Unido y la provincia.
Von der Leyen afirmó que el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas tendrá la última palabra sobre la legislación de la UE y las cuestiones relacionadas con el mercado único.
La líder del partido nacionalista irlandés Sinn Féin en Irlanda del Norte, Michelle O’Neill, emplazó al Partido Unionista Democrático a recuperar las instituciones autonómicas norirlandesas y volver a un acuerdo de gobierno entre ambos partidos una vez alcanzado un acuerdo sobre el Protocolo del Brexit para Irlanda del Norte, motivo de la renuncia de los unionistas al gobierno de Stormont.
“Todos los partidos deberían sentarse en la mesa del gobierno y hablar de las decisiones que afectan a la vida de la gente. Ahí es donde deberíamos estar”, ha apuntado O’Neill. “No debería haber más retrasos al respecto”, ha remachado.
La firma del acuerdo estuvo acompañada de controversia, ya que Von der Leyen visitó al rey Carlos como parte de su itinerario, lo que provocó cuestionamientos de que Sunak había permitido que el monarca fuera arrastrado a la arena política.
El gobierno dijo que fue acordada a solicitud de Von der Leyen y no orquestada por Downing Street. Arlene Foster, exministra principal de Irlanda del Norte y exlíder de los unionistas, dijo que “no podía creer que el gobierno le pediría al rey que se involucrara en la finalización de un acuerdo tan controvertido como este”. Ella agregó: “Es grosero y caerá muy mal en Irlanda del Norte. Debemos recordar que esta no es la decisión del rey, sino el gobierno que, al parecer, es sordo”.
Jacob Rees-Mogg, el exministro del gabinete, le dijo a Sky News: “Es sorprendente que el rey se encuentre hoy con Ursula von der Leyen, ya que antagoniza a las personas que el primer ministro necesita conciliar. También es constitucionalmente imprudente involucrar al rey en una cuestión de controversia política inmediata“.