La advertencia la había dado el Presidente de Colombia, Iván Duque, en agosto pasado de 2020, cuando señaló que había un interés de Venezuela de adquirir misiles de mediano y largo alcance a través de Irán, algo que se habría concretado en junio pasado con la supuesta llegada de un arsenal proveniente de la República Islámica.
Así lo dio a conocer la revista colombiana Semana, que señaló que el 21 de junio, un Boeing 747-200F de carga de la aerolínea iraní Fars Air Qeshm, controlada por Mahan Air, habría aterrizado en la base militar venezolana El Libertador (Bael) procedente de Irán. Las agencias de inteligencia internacionales, dice la publicación, tienen detectados por lo menos entre 12 y 17 vuelos como este que han llegado a Venezuela. En el mismo mes el Pentágono detectó el desplazamiento en el Atlántico de dos buques de la Armada iraní hacia costas venezolanas, pero que debido a la presión cambió de rumbo.
Semana señaló que Venezuela se ha convertido en una potencia en la región en el uso de drones militares espías con la asesoría de Irán y Rusia. Varios de ellos habrían sido usados la semana pasada en la frontera en momentos en que Duque llegó a Villa del Rosario a conmemorar el bicentenario de la Constitución de 1821.
Los documentos obtenidos por Semana entregarían supuestas pruebas de la adquisición por parte del gobierno de Nicolás Maduro, de 2.015 unidades de defensa antiaéreas que fueron almacenadas en los depósitos de bombas y armas aéreas en esa base militar. En total se trataría de 1.050 misiles, 400 bombas, 500 cohetes, 30 contenedores y 35 radares. Todo forma parte de la llamada Operación Escudo Bolivariano 2021.
“Tras revista exhaustiva a los distintos sistemas de armas desembarcadas del Boeing 747-200F de Fars Air Qeshm, perteneciente a la República Islámica de Irán, en nuestra base aérea Libertadores (Bael), los cuales son los siguientes: sistema de defensa aérea Talash, misiles antibuque AGM-84, AGM-65G, misiles aire-aire AIM-7, Sparrow AIM-9X Sidewinder, sistema de radar AESA APG-83 SABR, contenedores UPK-23-250, lanzador UB-32 con cohetes S-5, bombas ZAB 500 kg, bomba RBK 500 kg, fusiles de asalto ligeros reparados AK-103 calibre 7,62 mm, rifles Masaf calibre 51,62 mm”, dice el reporte, marcado como “secreto”, que dio a conocer la publicación colombiana.
Cuando el Presidente Duque advirtió de esta situación durante el foro virtual Compromiso por el futuro de Colombia, organizado por la Fundación Internacional para la Libertad (FIL), agregó que la información que se tenía en ese momento era que todavía no habían llegado (los misiles), pero que se han venido haciendo esas aproximaciones particularmente con la instrucción de (Vladimir) Padrino”, ministro de Defensa de Venezuela.
El Presidente colombiano también aseguró en esa oportunidad que informaciones de organismos de seguridad daban cuenta que miembros de la Guardia Nacional Bolivariana triangulan armas provenientes de Rusia y Bielorrusia que son para el Ejército de Liberación Nacional (ELN), algunos de cuyos frentes operan en las zonas de frontera y que son protegidos por el régimen de Maduro.
“Tenemos información de inteligencia (...) de mucho tiempo atrás, pero también confirmada de que hay miembros de la Guardia venezolana que están triangulando armamento proveniente de otros países, particularmente de Rusia y de Bielorrusia (para) esas estructuras (del ELN) en las zonas de frontera”, aseguró Duque.
En octubre del año pasado, Elliot Abrams, quien en el gobierno de Donald Trump se desempeñó como el encargado especial para los asuntos de Venezuela, advirtió que “la transferencia de misiles de largo alcance de Irán a Venezuela no es aceptable para Estados Unidos y no será tolerada ni permitida. Haremos todo lo posible para detener los envíos de misiles de largo alcance, y si de alguna manera llegan a Venezuelag serán eliminados allí”. La Casa Blanca considera a Irán como el promotor más grande del mundo del terrorismo estatal.
Ante esto, el Presidente Maduro respondió que su país “puede comprar balas, fusiles, tanques, aviones y misiles al país que le dé la gana. Sea Estados Unidos, Colombia, Irán, Rusia o China. El país que nos quiera vender una bala, se la compramos, si la necesitamos y si tenemos los recursos”.
“Irán nos puede vender y nosotros podemos comprar. En su momento veremos la oferta iraní, y si los vamos a comprar tomaremos la decisión y vendrá ese equipo militar a reforzar la capacidad de defensa de Venezuela”, añadió.
El informe sobre el armamento, dice Semana, habría sido enviado con la etiqueta de “urgente” el pasado 16 de julio, a la 1:00 p.m., por el general Padrino López al comandante de la Defensa Aeroespacial Integral de la Nación. El documento fue elaborado por el mayor general Gerson Enrique Labrador, director general del despacho del Ministerio de Defensa, y lleva un sello de la República Bolivariana de Venezuela. “Incluir cada uno de los distintos equipos y sistemas en las partes pertenecientes a cada comando, y llevados a los distintos pañoles de armas de nuestra gloriosa Fuerza Armada Bolivariana, quedando a la espera de instrucciones de las distintas prácticas y maniobras de los mismos. Leales siempre, traidores nunca”, señala.
En otro documento reservado, con fecha del pasado 9 de septiembre, obtenido por Semana y que habría sido enviado a Padrino López, el comandante general de la Aviación venezolana, general Pedro Alberto Juliac Lartiguez, hace un inventario del armamento recibido y da cuenta de una inspección conjunta con personal iraní. “Dichos armamentos y sistemas fueron inspeccionados por el personal de ingeniería aeroespacial iraní y nuestros oficiales superiores encargados del área de armamento adscritos al Codai en nuestras instalaciones. Quedando a la espera de sus órdenes para maniobras de prácticas y el ensamble de dichos sistemas”.
La revista también consultó con una fuente que pertenece a una agencia internacional de inteligencia, quien señaló que a Venezuela habrían llegado además dos grupos élite de la Fuerza Revolucionaria de Irán y que habrían dado recomendaciones para que el gobierno de Maduro modernice sus sistemas cibernéticos y de comunicaciones. También habrían reacondicionado barcos venezolanos.