Durante semanas se daba por sentado: con más del 40% de las intenciones de voto, el izquierdista Gustavo Petro tendría que enfrentar a Federico “Fico” Gutiérrez en la segunda vuelta de las elecciones colombianas. La semana pasada, sin embargo, un tercero irrumpió en las encuestas y ya los otros dos lo miran con preocupación.
Si durante meses no pasaba del 15%, este sábado “el ingeniero” Rodolfo Hernández llegó a superar en una encuesta al candidato de la derecha, aunque por un margen muy estrecho: 21,8% a 21,4%. Y se trata de un solo sondeo, cuando aún los últimos 10 relegan a Hernández al tercer lugar.
En miras a este domingo, con las campañas terminadas y las encuestas ya prohibidas, lo que se consideraba inesperado está dentro de las posibilidades. Y a sus 77 años, con una fama de empresario exitoso y outsider en política, no sería la primera vez que Rodolfo Hernández diese la sorpresa.
El “ingeniero” Rodolfo Hernández, como se hace llamar, o “el viejito de TikTok”, para algunos de sus seguidores, es originario del departamento de Santander, al noreste de Colombia. Amasó fortuna como empresario de la construcción, entrando al negocio de las viviendas “de interés social” durante los años 90.
Luego de décadas en el negocio, su salto a la política vino en 2016, cuando junto con su hermano –filósofo de profesión– fundaron el movimiento Lógica, Ética y Estética, ganando así la alcaldía de Bucaramanga, capital del departamento y novena ciudad colombiana en población, con 500 mil habitantes. Esta victoria, sorpresiva para un municipio históricamente gobernado por el tradicional Partido Liberal, fue estrecha: 28,8% contra el 27,19% del segundo lugar.
Tan sorpresiva resultó su victoria, que se dice que Hernández estaba yendo camino a Nueva York, para un chequeo médico, cuando el conteo de los votos lo dio por ganador.
En ese periodo a cargo de Bucaramanga, Hernández alcanzó una fama relativa debido a sus modales y lenguaje, siempre pronto a tratar de ladrones, sinvergüenzas y corruptos a sus colegas. Una de las primeras escenas en que se hizo viral fue en 2018, debido a un cachetazo que dio en vivo al concejal Jhon Claro, delante de las cámaras de El Tiempo. Más tarde diría que se trató de “un error humano provocado”, pero la agresión le costó una suspensión de tres meses del cargo de alcalde y una multa de cerca de 23 mil dólares.
Otro momento famoso de su etapa en Bucaramanga fue el desliz que tuvo en una radio local, donde dijo ser admirador de Adolf Hitler: “Yo soy seguidor de un gran pensador alemán, se llama Adolf Hitler. Escuche las recomendaciones que da”. Más tarde aclararía que no se refería al líder nazi, sino más bien a Albert Einstein.
“Donde nadie roba la plata, alcanza”, señala en su programa de gobierno el santanderino, que ha puesto en el centro de su campaña la lucha contra la corrupción. De hecho, su partido se llama “Liga de Gobernadores Anticorrupción”, y en esa dirección están sus propuestas principales, como el de cerrar embajadas y consulados por el dinero que gastan, y quitarles las camionetas a los legisladores.
Desde su campaña incluso ha hecho públicos “decretos” que firmaría inmediatamente en caso de entrar a la Casa de Nariño: entre ellos, fusionar los ministerios de Interior, Justicia y Derecho, eliminar las Consejerías Presidenciales de la Mujer, Niñez y Adolescencia, y “suspender de manera indefinida la operación y uso de la flota de aviones, helicópteros, vehículos y demás equipos destinados al uso del Presidente, vicepresidente, ministros, primera dama y demás altos funcionarios del Estado”.
Su manera de hacer campaña, más allá de los panfletos y las pancartas, son sobre todo las redes sociales: ya conocido como “el viejito de TikTok”, desde sus cuentas salen memes y videos llamando a los “rodolfistas” a votar este domingo 29. Asimismo, señala la naturaleza “autogestionada” de su campaña, ya que en cuanto no tiene el respaldo de ningún partido tradicional, ha sido él solo con su dinero quien se viene financiando. “No necesito plata, porque esa ya la trabajé. Lo que quiero es devolverles a los colombianos un poco de lo que me han dado”, dice en sus videos el ingeniero.
Considerado por los expertos como populista, su posición en la campaña goza de una ventaja frente a Fico y Petro: la novedad. Tanto el candidato a la cabeza de la campaña como el de la derecha llevan décadas en política, y sobre todo a Gutiérrez se le asocia mucho con el uribismo y el gobierno del Presidente Iván Duque, con un 72% de desaprobación.
Según el diario El País, que recopiló las encuestas de intención de voto en Colombia, los promedios que dan estas son 41,5% para Petro, 25,3% para Gutiérrez y 17,9% para Rodolfo Hernández, pero el fuerte salto que pegó el ingeniero en la última semana da para creer que podría llegar a la papeleta del 29%. Según una probabilidad estimada por el mismo medio, Hernández tendría un 21% de posibilidades de llegar a la segunda vuelta.