Rusia lanzó una gran nueva ronda de ataques con misiles dirigidos a objetivos en Ucrania el jueves, mientras el país luchaba para reparar la infraestructura eléctrica dañada y restaurar la energía después de los apagones de emergencia.

Las Fuerzas Armadas de Ucrania dijeron que Rusia disparó 69 misiles y 54 de ellos fueron derribados por las defensas aéreas ucranianas. “El enemigo sigue recurriendo al terrorismo con misiles contra los ciudadanos pacíficos de Ucrania”, escribió Valeriy Zaluzhny, el principal oficial militar de Ucrania, en su canal de redes sociales Telegram.

Se escucharon explosiones gemelas en Kiev durante la hora peak de la mañana, cuando una parte considerable de la población de la ciudad capital se refugió en estaciones subterráneas de Metro y sótanos de casas de varios pisos, mientras que otros, sin inmutarse por las sirenas antiaéreas, continuaron trabajando en oficinas y tiendas.

Serhiy Popko, jefe de la administración militar de Kiev, dijo que los equipos de defensa aérea derribaron los 16 misiles disparados contra la ciudad, pero que los escombros de algunos de los proyectiles derribados dañaron tres edificios y un vehículo, así como una fábrica y un parque infantil cerca del centro de la ciudad.

Tres personas resultaron heridas como resultado de los ataques, incluida una niña de 14 años, dijo el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, quien añadió que dos de los heridos fueron sacados de las ruinas de edificios dañados y que estaban siendo tratados por médicos. Advirtió a los residentes que se prepararan para nuevos cortes de energía.

“Cargue sus teléfonos y otros dispositivos. Reúna suministros de agua”, escribió en Telegram.

El generador de energía privado más grande de Ucrania, DTEK, dijo que uno de sus activos de electricidad en el oeste de Ucrania había sido gravemente dañado en los ataques y que un trabajador resultó herido y hospitalizado.

Los escombros de un cohete derribado también dañaron la infraestructura energética en Odesa, en el sur de Ucrania, dijeron las autoridades allí, y agregaron que las defensas aéreas de la región derribaron 21 cohetes. Vitaliy Kim, el gobernador de la región adyacente de Mykolaiv, añadió que Rusia también usó drones Shahed-136 de fabricación iraní en los ataques del jueves.

Los funcionarios rusos no comentaron de inmediato sobre los ataques con misiles. Pero el Ministerio de Defensa de Moscú publicó en su canal oficial de Telegram una imagen de un misil disparado con la leyenda: “Los Kalibr nunca se detendrán”, una referencia a los misiles Kalibr utilizados por las fuerzas rusas.

Enfrentada a pérdidas en el campo de batalla, y con sus fuerzas estancadas en su campaña para tomar más territorio ucraniano, Rusia ha intensificado las salvas de misiles en un intento por privar a los ucranianos de calor y electricidad, y debilitar el apoyo a los esfuerzos de defensa. Pero hasta ahora no ha habido un nuevo éxodo masivo del país.

Los ataques, que han golpeado ciudades de Ucrania con regularidad desde principios de octubre, han causado daños a la infraestructura clave que se han agravado con el tiempo, dejando a millones de ucranianos viviendo con cortes de energía regulares y dependiendo de estufas de leña para calentar sus hogares este invierno. Los equipos de reparación ucranianos han trabajado horas extras en los últimos meses para reparar la infraestructura golpeada por los misiles rusos, pero el trabajo no ha seguido el ritmo de los ataques.

Los funcionarios ucranianos dicen que después de que las exitosas contraofensivas de sus fuerzas recuperaran las áreas controladas por los rusos en las regiones del noreste de Kharkiv y el sur de Kherson, las líneas del frente se han vuelto estáticas a medida que avanza el invierno.

“La situación está estancada”, dijo Kyrylo Budanov, jefe de la inteligencia militar ucraniana, a la BBC, en una entrevista publicada el jueves. “No se mueve”.

Budanov afirmó que Rusia estaba “ahora completamente en un callejón sin salida” y sufriendo pérdidas significativas, y agregó que el Kremlin probablemente había decidido anunciar otra movilización de reclutas. Pero dijo que a Ucrania todavía le faltaban las armas y el equipo necesarios para avanzar en las áreas controladas por Rusia.

“No podemos derrotarlos en todas las direcciones de manera integral. Ellos tampoco pueden”, dijo. “Estamos ansiosos por recibir nuevos suministros de armas y la llegada de armas más avanzadas”.

Budanov manifestó que es probable que continúen los ataques con misiles y aviones no tripulados rusos en Ucrania, pero que las existencias de misiles de Rusia están disminuyendo y la industria rusa no puede reponerlos.

En Rusia, el Presidente Vladimir Putin presidió por enlace de video una ceremonia de incorporación de nuevos buques de guerra a la Armada rusa, incluidos dos submarinos nucleares, un crucero de misiles guiados y un dragaminas, según el Kremlin.

Las adiciones a la Armada de Rusia se producen después de que Ucrania hundiera en abril el buque insignia de la flota del Mar Negro de Moscú, el Moskva. El Mar Negro ha sido un teatro clave de la invasión de Moscú. Al principio de la ofensiva, la Armada de Rusia bloqueó los puertos ucranianos, deteniendo las exportaciones de granos, y los ataques con misiles de Moscú en Ucrania incluyen lanzamientos desde sus buques de guerra en el Mar Negro.

“Aumentaremos el ritmo y el volumen de construcción de barcos de varios proyectos, los equiparemos con las armas más modernas, realizaremos entrenamiento operativo y de combate de los marineros, incluso teniendo en cuenta la experiencia adquirida durante la operación militar especial”, dijo Putin en declaraciones transmitidas por la televisión estatal, utilizando su eufemismo para la invasión.

Los comentarios del líder ruso siguen a una promesa reciente de proporcionar a su Ejército todos los medios necesarios para ganar la guerra, incluso cuando ha dicho repetidamente que está abierto a las conversaciones para poner fin a la invasión.

La parte más disputada de Ucrania después de 10 meses de lucha es el área oriental de Donbás, donde Ucrania dice que su Ejército se está acercando a la ciudad de Kreminna, estratégicamente importante, mientras otras unidades continúan defendiendo a Bakhmut al sur de una ofensiva rusa.

Una captura de Bakhmut por parte de Rusia elevaría la moral de sus tropas después de meses a la defensiva, y Ucrania está bajo cierta presión para mostrar a los aliados occidentales que puede mantener sus ganancias territoriales después de las impresionantes victorias en Kharkiv y Kherson.

Funcionarios instalados por Rusia en la región oriental de Luhansk dijeron el jueves que las fuerzas de Kiev habían reforzado sus posiciones en Siversk, una pequeña ciudad cerca de Bakhmut en la vecina región de Donetsk, que las fuerzas rusas han estado tratando de apoderarse desde el verano, según la agencia estatal de noticias rusa TASS.

El Ministerio de Defensa de Rusia añadió el jueves que sus tropas continuaban con operaciones ofensivas alrededor de las ciudades de Kupyansk y Lyman en el este de Ucrania, las cuales fueron retomadas por Ucrania en los últimos meses. Las tropas rusas estaban luchando en la región oriental de Donetsk, indicó el ministerio, que Putin ha reclamado como parte del territorio de Rusia y cuya defensa es una prioridad para Moscú.

Mientras tanto, el Kremlin continúa tratando de consolidar el control del territorio ucraniano que sus fuerzas han capturado. El jueves, el viceprimer ministro ruso Marat Khusnullin, a quien Putin le encargó la reconstrucción de los territorios ocupados, dijo que Moscú planea terminar una tubería de agua a la región oriental de Donetsk desde la vecina región rusa de Rostov para marzo, en comentarios publicados por las agencias estatales de noticias rusas.

El trabajo de reparación de la vía férrea en el puente ruso que cruza el estrecho de Kerch hacia la península de Crimea está adelantado a lo previsto, dijo Khusnullin, asegurando que también estaría terminado en marzo.

Un ataque en octubre contra el puente, que Putin abrió en 2018 con gran fanfarria en Moscú, fue parte de una aparente campaña de Kiev para recordarle a Rusia que se mantuviera en guardia incluso cuando Moscú intenta socavar la moral ucraniana con bombardeos de misiles casi diarios a través del país.

Ucrania también ha demostrado repetidamente que puede atacar objetivos militares en las profundidades del territorio ruso.

Las defensas aéreas cerca de la base aérea rusa Engels, en la región de Saratov, ubicada a unos 563 kilómetros de la frontera con Ucrania, derribaron un dron el jueves, escribió el gobernador regional, Roman Busargin, en su canal de Telegram.

“Por favor, mantengan la calma”, dijo a los residentes. “La evacuación de la ciudad no es necesaria”.

Tres miembros del servicio ruso fueron asesinados por un ataque con drones en el centro estratégico para los bombarderos rusos a principios de esta semana, dijo Moscú, en el segundo aparente ataque de Ucrania sobre la base este mes.

El jueves, el Ministerio de Defensa de Bielorrusia informó en su canal de Telegram que sus defensas aéreas derribaron un cohete de un sistema de defensa aérea S-300 de Ucrania y que aterrizó en territorio de Bielorrusia.

“Los residentes no tienen absolutamente ningún motivo para preocuparse”, dijo Oleg Konovalov, el comisario militar de la región de Brest, donde cayó el cohete, en un video publicado por el servicio de noticias estatal bielorruso Belta. Konovalov comparó la situación con la explosión del mes pasado en Polonia de un misil extraviado de defensa aérea de Ucrania.

Funcionarios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte señalaron en ese momento que no había evidencia de que el misil fuera dirigido intencionalmente hacia Polonia.

Las preocupaciones de que Putin se esté moviendo para atraer a Bielorrusia, que es el aliado más cercano de Moscú y ya ha servido como escenario para los ataques rusos, directamente a la guerra aumentaron después de que visitó el país a principios de este mes.

El jueves, el Ministerio de Defensa de Moscú publicó un video de lo que describió como militares rusos en entrenamiento de combate intensivo en Bielorrusia.

Budanov, el jefe de inteligencia militar ucraniano, desestimó las actividades de Rusia en Bielorrusia, incluido el movimiento de miles de tropas, como una estratagema para hacer que Ucrania desvíe las fuerzas de los campos de batalla en el sur y el este del país y debilite sus defensas allí.

“A partir de ahora, no veo signos de preparativos para una invasión de Kiev o las áreas del norte de Bielorrusia”, dijo.