Un día después de las inéditas protestas en Cuba, el Presidente Miguel Díaz-Canel fue categórico. “La Revolución Cubana no va a poner la otra mejilla a quienes la atacan en espacios virtuales y reales. Evitaremos la violencia revolucionaria, pero reprimiremos la violencia contrarrevolucionaria”, escribió en su cuenta de Twitter. “Nuestra acción en las calles es contra los que promueven desórdenes con una agenda intervencionista, manipulando los sentimientos del pueblo por las carencias y los rebrotes de Covid-19”, reiteró.

Y Rusia, uno de los principales aliados de La Habana, solidarizó con el régimen de Díaz-Canel y lanzó una advertencia. “Consideramos inaceptable cualquier injerencia externa en los asuntos internos de un Estado soberano y toda acción destructiva que favorezca la desestabilización de la situación en la isla”, indicó en un comunicado la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Maria Zakharova.

A raíz de las movilizaciones en Cuba, el senador de Florida, el republicano Marco Rubio, advirtió el domingo que el régimen de Díaz-Canel bloquearía el servicio de internet y telefonía celular para evitar la difusión de información sobre las protestas. “Está sucediendo y continuará. Por cierto, utilizan un sistema hecho, vendido e instalado por China para controlar y bloquear el acceso a internet en Cuba”, escribió en Twitter.

Según la revista Newsweek, la participación de China -otro de los socios de La Habana- nunca ha sido confirmada oficialmente, pero algunas investigaciones han dicho que el código chino ha existido en la infraestructura de internet de Cuba.

China ya había instado hace dos semanas a Washington a levantar inmediatamente el bloqueo económico de Cuba. “Llamamos a EE.UU. a levantar todas las restricciones económicas y financieras del bloqueo. Es un llamado común de toda la comunidad internacional”, afirmó el portavoz oficial de la Cancillería china, Zhao Lijian.

En la vereda contraria, el Presidente estadounidense, Joe Biden, dijo ayer que las protestas en Cuba eran “notables” y un “claro llamado a la libertad”, al elogiar a miles de cubanos que salieron a las calles a manifestarse contra la escasez de alimentos y los altos precios en medio de la crisis del coronavirus, una de las mayores movilizaciones contra el gobierno en la memoria reciente.

“El pueblo cubano exige su liberación de un régimen autoritario. No creo que hayamos visto una protesta como esta en mucho tiempo, o francamente, alguna vez”, afirmó Biden. Los comentarios contrastan con la postura de su exjefe Barack Obama, quien como presidente trató de aliviar décadas de tensiones entre Washington y La Habana mientras relajaba las sanciones económicas estadounidenses, destacó The Associated Press.

“Hacemos un llamado al gobierno de Cuba para que se abstenga de la violencia”, dijo Biden, quien manifestó el apoyo de EE.UU. a los manifestantes. “Estamos con el pueblo cubano y su claro llamado a la libertad y al rescate de las trágicas garras de la pandemia y de las décadas de represión y sufrimiento económico al que han sido sometidos por el régimen autoritario de Cuba”, declaró.

El gobierno cubano acusa a Washington de estar detrás de las inéditas protestas registradas en la isla. Díaz-Canel dijo ayer que las sanciones económicas de EE.UU. eran la causa de la agitación y las calificó de “política de asfixia económica para provocar estallidos sociales en el país”.

Pero también el alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, instó ayer a las autoridades de Cuba a “escuchar” a los manifestantes. “Quiero pedir al gobierno que permita estas manifestaciones pacíficas y escuche las manifestaciones de descontento de los manifestantes”, señaló Borrell tras un Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores del bloque.