El acuerdo que logró el gobierno con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) sobre subir el salario mínimo a $500 mil en julio de 2024 no tendrá un camino fácil en el Congreso. Si bien los parlamentarios de oposición no se oponen al alza propiamente tal, sí ponen su foco de atención al impacto que este incremento puede generar en las micro, pequeñas y medianas empresas.
La propuesta del gobierno, que ingresó este lunes al Congreso, apunta a una primera alza en mayo de $410 mil a $440 mil, luego otra en septiembre de $440 mil a $460 mil. Luego si la inflación anual termina este año sobre 6% habrá un alza previa de $10 mil el 1 de enero de 2024, quedando el salario mínimo en $470.000 a dicha fecha, para luego continuar con la gradualidad y llegar en julio de 2024 a los $500 mil. Todo esto se traduce en un alza de 22%.
Además, se acordó efectuar un reajuste automático del ingreso mínimo mensual conforme al Índice de Precios al Consumidor (IPC) que se registre entre los meses de julio-diciembre de 2024 y que se concretará en enero del 2025.
En paralelo a ello, el ministro de Economía, Nicolás Grau, comenzó una negociación con los principales gremios de las mipymes. Por ahora las posturas están distantes. El gobierno presentó una fórmula para entregar un monto variable que incluía inflación, desempleo y crecimiento, sin embargo, el monto del subsidio que tenía previsto el Ejecutivo comenzaba cubriendo el 50% del alza del salario mínimo era decreciente. Esto no dejó conforme a los representes de las pequeñas y medianas empresas, quienes le solicitaron al ministro que les entregará cifras concretas y no variables.
En su propuesta le plantearon al Ejecutivo que cubra el 100% del alza, es decir, cuando pase de $410 mil a $440 mil sumarle la diferencia, que son $30 mil, y cuando pase a $460 mil, agregarle otro $20 mil, y luego al alcanzar los $500 mil sumarle los $40 mil de diferencia. En suma, serían $90 mil de subsidio a lo que se le suman los $32 mil vigentes de la negociación anterior.
Si bien entre las pymes coinciden en que el subsidio cubra el 100% del alza salarial es poco probable que lo logren, sí aspiran a que al menos sea un 60% o 70% del incremento.
Al momento de ingresar el proyecto, los diputados acordaron que el texto deba ser analizado por las comisiones de Trabajo, Economía y Hacienda antes de pasar a la sala de la Cámara de diputados. Asimismo, el costo fiscal total de la iniciativa es de $128.434 millones para 2023 y sobre $212 mil millones en 2024.
Qué dice la oposición
La visión entre los legisladores de oposición es coincidente. Todos considerar que es condición necesaria que el gobierno logre un acuerdo con las pymes antes de poder votar a favor este proyecto.
En la bancada de Renovación Nacional (RN), el diputado Frank Sauerbau, que integra la Comisión de Hacienda y Trabajo, comentó que no estarán disponibles a aprobar el aumento del salario mínimo a $500 mil sin que el Ejecutivo no presente un paquete de medidas de reactivación y productivas en favor de las pymes, aun cuando valoró el reajuste para el sector.
“Nosotros queremos esta semana discutir el aumento del salario mínimo, queremos conocer la versión de la pequeña empresa. El gobierno, lamentablemente, se pone de acuerdo sólo con la CUT que no tiene ni un solo trabajador que gane el salario mínimo y no le pregunta nada a quienes generan el empleo y pagan el salario mínimo que son básicamente pequeñas empresas en Chile”, aseguró Sauerbaum.
Su par de RN, Miguel Mellado (RN), quien también está en las comisiones de Hacienda y Economía, argumentó que “se está pasando por encima de quienes pagan el mínimo y eso hará que tenga un impacto importante en las pymes. Sin escuchar a las pymes ni tener acordada alguna medida con ellos es muy difícil votar a favor del salario mínimo”.
Una postura similar es la que tiene el diputado que integra la Comisión de Hacienda y jefe de bancada de la UDI, Guillermo Ramírez, quien sostiene que “la llave la tienen las pymes. Si las pymes lograr un acuerdo nosotros lo vamos a apoyar, porque nuestras preocupaciones son quienes en su mayoría pagan el salario mínimo”.
Agustín Romero diputado del partido Republicano sumó reparos a ese proyecto de ley, principalmente porque considera que “es fundamental que en estas conversaciones participen quienes dan trabajo, y las pymes tienen una voz importante”. En ese sentido, el legislador apuntó que “por ahora nosotros vamos a estar atentos de que opina los sectores que pagan el salario mínimo”.
En cuanto al subsidio que prepara el Ejecutivo, Romero lo calificó como “preocupante”, puesto que es “extremadamente peligrosa, porque ese tipo de ayuda es muy difícil de terminarlo después. Por lo tanto, hay que ser muy responsables”.
La visión del oficialismo
Desde el oficialismo también hay voces que alertan sobre la situación de las pequeñas y medianas empresas. Si bien apoyan el alza a $500 mil, consideran que debe haber un apoyo importante para este tipo de empresas.
Uno de ellos es el PPD Raúl Soto, quien afirma que “partimos de la base que apoyamos el aumento de salario mínimo, pero no a cualquier costo y, por ello, dijimos que esta alza necesariamente debe ir acompañado de mayor apoyo para las pymes. Tenemos que tener una conversación con el ministro de Hacienda pendiente para que podamos acordar un protocolo que se comprometa un subsidio directo para las pymes”.
Para Soto, “es necesario aumentar el salario mínimo, pero entendemos que no puede ser a costa de asfixiar económicamente a las pymes, porque eso significa mayor desempleo”.
En la DC, el diputado e integrante de la Comisión de Hacienda, Ricardo Cifuentes, suscribe el argumento entregado por sus antecesores. Para el parlamentario, el alza del salario mínimo “es absolutamente justo, pero se está provocando una presión bastante fuerte para las pymes, y que si no tienen un subsidio directo del gobierno verán complicaciones. Por ello, esta alza salaria tiene que ir acompañada de subsidios por un tiempo determinado”.
El presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, Juan Santana (PS) puntualizó que “al igual como ocurrió con el proyecto de reducción de la jornada laboral, en donde hubo un amplio diálogo con organizaciones de pymes y empresariales también, esperamos que esta iniciativa avance con el apoyo de todos los actores involucrados para garantizar su correcta implementación”. En ese contexto mencionó que “en lo personal creo que es muy atendible el que estas instituciones cuenten con apoyo estatal en el objetivo de cumplir con esta alza”.