Tras el peak de 9.171 casos de Covid-19 registrado el 9 de abril pasado, el último fin de semana, nuevamente, los contagios rozaron esa cifra, con 8.867 exámenes positivos. La cifra preocupa, sobre todo en la Región Metropolitana, pues es en la capital donde se concentra el grueso de los casos y hospitalizaciones.
Ayer, el Ministerio de Salud informó 3.279 pacientes hospitalizados por coronavirus en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). De ellos, 1.979 están en recintos de la capital, es decir, solo ocho personas menos que el récord de toda la pandemia, registrado el 27 de abril pasado, con 1.987 internaciones por esta enfermedad.
Incluso -y según datos a los que accedió La Tercera-, hasta la tarde del miércoles 36 pacientes permanecían hospitalizados en las unidades de urgencias de Santiago. Y de ese total, 32 se encontraban recibiendo ventilación mecánica. A nivel nacional, en tanto, otras 17 personas contagiadas tampoco habían sido ubicadas en áreas formales de internación y se encontraban en la misma condición transitoria.
Si bien durante la pandemia la hospitalización en urgencias se ha vuelto recurrente mientras se espera la liberación de una cama crítica o de mediana complejidad, los médicos admiten que no son el espacio más adecuado para mantener a pacientes de gravedad y menos en terapia de respiración mecánica.
Así, en la lógica de la Red Integrada Covid-19 y con miras a elevar los cupos para pacientes complejos -que se espera seguirán con aumento en los próximos días-, la nueva estrategia de Redes Asistenciales apunta a un “uso eficiente” del sistema y a descongestionar las urgencias.
Por ello, la cartera esta promoviendo que algunos recintos de la atención primaria, como los Servicios de Alta Resolutividad (SAR) o Servicios de Atención Primaria de Urgencia (Sapu) -que son consultorios o centros de salud de mayor especialización y complejidad- se habiliten como Unidades de Observación Prolongada (UOP), con camas para pacientes Covid-19 que requieran estabilización con oxigenoterapia o que están a la espera de una cama crítica en un hospital.
¿La condición? Que estos consultorios estén emplazados cerca de recintos hospitalarios, para responder apropiadamente ante cualquier emergencia.
Terapia de oxígeno en la atención primaria
A la fecha, y según el balance proporcionado por el Ministerio de Salud, 96 recintos han sido habilitados como UOP de un total de 106 programados en todo el país. Y de estos, 35 se encuentran en la Región Metropolitana.
Desde su implementación ya se ha atendido a 15.509 pacientes: 9.755 fueron dados de alta, 2.078 estuvieron en observación por al menos dos días y 3.629 fueron derivados a recintos de mayor complejidad. Sin embargo, cuatro personas han fallecido en estas reconvertidas unidades de la atención primaria.
“La estrategia está pensada como un aporte al manejo de los pacientes Covid-19, teniendo la certeza de que un manejo inicial, oportuno y seguro de los pacientes contribuye a disminuir la necesidad de camas críticas (...). Se obtiene un manejo precoz de oxigenoterapia para pacientes con insuficiencia respiratoria asociada a la neumonía producto del coronavirus y tiene por objetivo el manejo y la resolución de los pacientes de bajo riesgo. Asimismo, para los pacientes de mayor gravedad, entrega un soporte mientras se derivan a la urgencia a una eventual hospitalización. Este manejo se basa en la oxigenoterapia y logra evitar que el paciente tenga un tratamiento desfasado en el tiempo, inhibiendo mayor daño pulmonar”, explican desde la subsecretaría.
El coordinador de las camas críticas del Minsal, Luis Castillo, apunta que estos lineamientos son parte del plan de emergencia que estima ocupar plenamente toda la infraestructura de salud, tanto pública como privada. “Los pacientes con expresiones pulmonares de leve a mediana gravedad podrán recibir, de forma ambulatoria, en un recinto adaptado, oxígeno. Es una unidad ambulatoria, es el primer paso de ayuda de tratamiento para los pacientes Covid-19 positivo, mejora el pronóstico. Y si es que aquello no funciona, son derivados rápidamente a los servicios de urgencia de los hospitales”.
Mientras, señala Castillo, ya se planea llegar a las 4.600 camas durante la próxima semana y reforzar la creación de unidades intermedias para evacuar a los pacientes que salgan del ventilador mecánico o graves, pero sin requerimiento ventilatorio.
Con todo, la puesta en marcha de esta estrategia durante la última semana, donde se han recibido más pacientes, no ha sido bien vista por parte de los trabajadores de la salud. En un comunicado, la presidenta de la Fenats nacional, Patricia Valdera, asevera que “estamos usando los consultorios, los Samu y los SAR para internar a pacientes Covid-19, pacientes graves que requieren una cama UCI, solo para mantenerlos con oxígeno y que no se mueran en su casa”.
Valdera, además, añadió que los recintos de la salud municipal “no son aptos” para atender a este tipo de pacientes. “Los esfuerzos no pueden ponerse solo en abrir camas, porque no hay equipos médicos preparados que las sepan atender. Las camas con respiradores UCI requieren personal capacitado y en este momento se está entregando la responsabilidad a gente que no cuenta con esa experiencia”.
La dirigenta de la Confederación Nacional de Funcionarios de Salud Municipal (Confusam), Gabriela Flores, comenta que durante la jornada de ayer plantearon una serie de inquietudes ante la implementación de esta medida en una reunión con la división de atención primaria (Divap) del Minsal.
“Nos oponemos a esta medida, pues no cumplimos con estándares de atención que se debe dar a estos pacientes. No hay sistemas de calefacción adecuados, o de alimentación, considerando que algunos usuarios permanecen internados en los consultorios por más 24 horas. Esto también pasó durante la primera ola y muchos funcionarios compraron, de su bolsillo, alimentos para los pacientes o consiguieron frazadas. Sabemos que el sistema está colapsado, pero no podemos bajar el nivel de atención”, enfatiza Flores.
Adriana Tapia, jefa de la Divap, asevera que es una estrategia “que permite observar a los pacientes. Si se estabilizan, cumpliendo ciertos parámetros, se pueden derivar a domicilio. Sino, al hospital para que ingresen a las urgencias”.
Traslados a regiones
Según datos de Salud, durante mayo, la Región Metropolitana lideró los requerimientos de traslados hacia otras regiones, totalizando 32 operativos -tanto aéreos como terrestres- de pacientes graves a recintos de alta complejidad, dada la alta demanda en la capital. Le sigue la Región de Valparaíso, donde 25 pacientes Covid-19 debieron ser evacuados en el último mes.
Así, si durante 2020 se realizaron más de 700 traslados, el 2021 ya totaliza 1.197.
Sin embargo, pese al colapso -que hoy tiene a la capital con 35 camas UCI disponibles-, la RM sigue siendo la zona que recibe más pacientes desde otras zonas del país. Esto se debe, principalmente, que es donde está la mayor oferta de recintos asistenciales y de camas. Durante mayo, Santiago entregó cupos a 77 pacientes de otras regiones, seguido por la Región de O’Higgins, donde 48 pacientes han sido derivados. Además, la VI Región ha sido clave durante el último mes como un refuerzo de la RM.
En visita en terreno en Rancagua, el subsecretario de Redes Asistenciales, Alberto Dougnac, aludió a la estrechez del sistema y explicó que se podrían anexar 60 cupos UCI. “De acuerdo a todos los datos que manejamos, tenemos un margen de 60 camas (...). Es el margen que manejamos en este momento para los próximos ocho días”. Sin embargo, la red tendría una capacidad de añadir hasta 100 camas extras.
Así, la estrategia, explicó, estará enfocada en “optimizar el manejo de las camas. Hay pacientes en UCI que no requieren de ventilador y podrían pasar a unidades intermedias. Nuestro esfuerzo va a estar concentrado ahí, para evacuarlos y liberar cupos más complejos”.