Sarah Everard: el asesinato de una mujer secuestrada que conmociona a Reino Unido
El martes pasado, la Policía Metropolitana de Londres arrestó a su agente Wayne Couzens, sospechoso de los delitos de secuestro y asesinato de la ejecutiva de marketing de 33 años, quien desapareció camino a su casa la noche del 3 de marzo. El caso ha provocado un debate nacional sobre la violencia contra las mujeres.
El pasado 3 de marzo, una joven ejecutiva de marketing de 33 años llamada Sarah Everard desapareció camino a su casa en el barrio londinense de Brixton de vuelta de reunirse con unos amigos en Clapham, suburbio a unos 50 minutos caminando desde su hogar. Tras días de búsqueda, la Policía Metropolitana de Londres (Met) informó el miércoles pasado sobre el hallazgo de unos restos humanos en una zona boscosa de Kent que, según confirmaron el viernes, eran los de ella.
Tras enterarse de la desaparición, la Met inició un intensa labor de búsqueda. Según la BBC, realizaron visitas a unas 750 viviendas, revisaron numerosas grabaciones de cámaras de seguridad y recibieron al menos 120 llamadas de ciudadanos que intentaban aportar datos.
Encontraron solo una grabación en la que se puede ver a Everard caminando por la calle mientras habla por teléfono con su novio. Esta fue la última comunicación de la que se tiene registro. A los pocos días de su desaparición, las avenidas de Londres y la redes sociales se llenaron de fotografías de la víctima.
El imputado
La investigación dio giro inesperado en la noche del martes pasado, cuando la policía detuvo a uno de los suyos: Wayne Couzens, de 48 años. El agente de la unidad de la policía de Londres encargada de la protección de representaciones diplomáticas fue inculpado el viernes por el secuestro y asesinato de Everard.
La policía reveló que también lo están interrogando bajo sospecha de exposición indecente contra una segunda mujer, no relacionada con el caso de Everard. “Una mujer, que tiene alrededor de 30 años, también fue arrestada la noche del 9 de marzo bajo sospecha de ayudar a un delincuente. Ella permanece bajo custodia”, señaló un comunicado de la institución.
Couzens compareció el sábado ante la Corte de Magistrados de Westminster para responder por sus delitos.
Couzens se unió a este cuerpo policial en septiembre de 2018 y en febrero de 2020 fue asignado al comando de protección parlamentaria y diplomática, donde su función principal era patrullar vistiendo uniforme las áreas próximas a un grupo de embajadas en Londres, indicó la BBC.
Tras su detención, Couzens fue trasladado al hospital en dos ocasiones tras ser encontrado dentro de su celda con heridas en la cabeza. Las autoridades aclararon que Couzens no estaba en servicio en el momento en el que Everard desapareció.
“La noticia de que fue un agente de la Policía Metropolitana fue arrestado bajo sospecha del asesinato de Sarah ha provocado oleadas de conmoción e ira en el público y en toda la Met”, dijo la comisionada de policía Cressida Dick.
“Hablo en nombre de todos mis colegas del Met cuando digo que estamos absolutamente consternados por esta terrible noticia. Nuestro trabajo es patrullar las calles y proteger a la gente”, agregó Dick en declaraciones recogidas por la BBC.
Críticas por represión policial
El Departamento de Policía de Londres se encuentra bajo escrutinio por la manera en que sus agentes trataron a algunos de los participantes de una vigilia no oficial por Everard que se llevó a cabo el sábado por la noche.
El movimiento “Recuperar las calles”, que organizó inicialmente el evento antes de anularlo por la decisión de un juez, condenó la acción de los policías que “maltrataron físicamente a mujeres durante una vigilia contra la violencia masculina”.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, condenó las acciones de la policía. “La policía tiene una responsabilidad de hacer cumplir las leyes por el Covid-19, pero por las imágenes que he visto, la respuesta en ocasiones no fue ni apropiada, ni proporcionada”, escribió el edil laborista en Twitter. En la misma red social, la secretaria del Interior, Priti Patel, afirmó que había pedido a la Policía Metropolitana un informe completo de lo sucedido.
El líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, calificó de “profundamente perturbadoras” las imágenes difundidas de policías llevándose por la fuerza a mujeres participantes. El diputado conservador Steve Baker criticó la escena de “atroz”. “Hay que cambiar la ley de confinamiento ya, Boris Johnson”, argumentó, apelando al primer ministro británico.
Por su parte, el líder del Partido Liberal Demócrata, Ed Davey, instó a la máxima responsable de la policía de Londres, Cressida Dick, a dimitir, al considerar que había “perdido la confianza de millones de mujeres”.
En un comunicado en la noche del sábado al domingo, la comisaria adjunta, Helen Ball, defendió la acción de la policía, y dijo que su intervención fue “necesaria”. “Centenares de personas congregadas planteaban un riesgo real” de transmisión del Covid-19, que ha dejado más de 125.000 muertos en Reino Unidos, el peor balance en Europa. “Incitamos varias veces a los que estaban ahí a respetar la ley e irse”, afirmó, y agregó que una “pequeña minoría de gente” empujó a los policías y les lanzó proyectiles.
Una vela fue encendida el sábado por la noche ante el 10 Downing Street, residencia del primer ministro Boris Johnson. Otros homenajes se celebraron en varias ciudades, como Glasgow, Nottingham, Birmingham y Bristol. Muchos participantes colocaron flores en un quiosco de Clapham. Entre ellos estaba Kate, la duquesa de Cambridge, a quien se le vio tomar una pausa frente al mar de flores.
Durante esa jornada, el movimiento “Recuperar las calles” consiguió recolectar 320.000 libras (US$ 445.000) para causas en favor de las mujeres, equivalentes a la multa de 10.000 libras (US$ 13.900) que podían recibir los organizadores multiplicada por el número de lugares donde se iban a celebrar las movilizaciones.
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