Subsecretario Salgado reconoce aumento de listas de espera y consultas, pero dice que lo que importa “es el tiempo” que aguardan las personas

Listas-de-espera

De acuerdo al último informe enviado al Congreso, las listas crecieron hasta un 20%. Sin embargo, este lunes en la Comisión de Salud del Senado la autoridad de Redes Asistenciales insistió en que lo importante es la reducción de plazos y aseguró que se está implementando un plan para alcanzar la meta que estableció el Presidente Gabriel Boric de no más de 200 días de espera.


Una vez que los estragos del Covid-19 disminuyeron, las autoridades sanitarias se enfrentaron al desafío de las listas de espera, las que desde que empezó la pandemia no han hecho más crecer. Y un nuevo informe del Ministerio de Salud confirmó otra vez este aumento.

Con las patologías del AUGE/GES la situación es delicada. De acuerdo al último informe que envió la cartera al Congreso (al 30 de junio), la cantidad de tratamientos postergados era de 72.217, un 16% más que hace tres meses cuando las garantías GES retrasadas marcaron 62.049. Eso sí, en comparación con la pandemia, este aumento es un 809%, pues en diciembre de 2019 se contabilizaban 7.944 atenciones postergadas.

Y aunque en otras listas de espera también se registró un aumento, el subsecretario de Redes Asistenciales, Osvaldo Salgado, dijo durante la jornada de este lunes en la Comisión de Salud del Senado, que “no importa tanto el número de personas o casos, sino más bien el tiempo que esperan las personas en las listas”. Y que a pesar del aumento en los registros, “el país ha sido capaz de disminuir el promedio y mediana de espera”.

En el caso de la lista GES, hace tres meses atrás las personas tenían una media de espera de 71 días y un promedio de 150 días, pero de acuerdo al último informe, esos índices han disminuido 4 y 13 días, respectivamente. Además, el subsecretario apuntó que las garantías retrasadas configuran el 3% del total, pues al resto sí se le da cumplimiento. Eso sí, están tomando medidas para reducir el incumplimiento al 0,3%, margen que se manejaba hasta antes de la crisis sanitaria.

Esta lista no fue la única que creció. En el caso de las intervenciones quirúrgicas, en el transcurso de tres meses los registros pasaron de 304.812 a 315.069. Sin embargo, la mediana de espera se redujo en 22 días. Por otro lado, la lista de consultas de especialidad pasó de 2.250.131 registros a 2.301.023, pero la espera disminuyó 10 días.

En ese contexto, el subsecretario de Redes aseguró que se mantendrán algunas medidas que ya se han implementado, como extender los horarios de trabajo de los centros de salud. Y lo que también ha permitido concretar más intervenciones fue realizar procedimientos en días inhábiles. Pero, además, la autoridad agregó que “el ministerio ha elaborado un plan bastante ambicioso y completo. El primer objetivo es aumentar la producción de la red asistencial. El segundo, acercar la solución a las personas. Y, por último, aumentaremos la transparencia para los pacientes”.

Salgado detalló que “uno de los problemas que tenemos es contactar a las personas. Antes de declarar que no existen en las listas de espera hay todo un proceso de contacto y sabemos que mucha gente cambia su (número de) celular y hay toda una estrategia que busca mejorar el contacto. También queremos disminuir la incertidumbre (...) En ese contexto, implementamos un portal para los pacientes, así pueden verificar cuánto les queda esperar para su atención”.

Además, confirmó que “se han solicitado recursos en el presupuesto 2024 que permitirían sostener la reducción de los tiempos de espera que hemos visto y que ha sido exitoso, pero también se ha planteado considerar presupuestos anuales similares para dar sostenibilidad a los tiempos de espera socialmente aceptables”.

Y es que en la última cuenta pública el Presidente Gabriel Boric se comprometió a reducir los tiempos de espera un 40%, así llegar a los 200 días de espera por una intervención al final de su mandato.

Eso sí, la directora ejecutiva de Fundación Politopedia y miembro del Movimiento Ciudadano Salud Libre, Victoria Beaumont, sostiene que “desde el punto de vista comunicacional, insistir en comunicar los tiempos de espera permite mostrarse frente a la ciudadanía con logros y avances por parte del gobierno, pero tiene un límite en la experiencia cotidiana de los usuarios. Los datos demuestran que han estado manejando la lista de espera de pacientes con tiempos muy prolongados, pero el ingreso de nuevos pone en jaque la producción del sistema público que aún no es suficiente de abordarlo todo. Por eso las personas en espera aumentan”.

Agrega que “quiero hacer una salvedad con el GES. Hoy en las garantías explícitas se concentra la mayor cantidad de personas en lista de espera y este modelo corresponde a un sistema donde, en estricto rigor, la lista de espera prolongada por incumplimiento no debería existir por la protección legal especial de estas prestaciones”.

Promedio vs. mediana

Eso sí, diversos académicos han dicho que la herramienta estadística utilizada por la autoridad para medir la reducción en la espera no es la más adecuada. Incluso, el presidente de la Comisión de Salud del Senado, Juan Luis Castro, preguntó durante la última instancia cuál medida se debería utilizar: “Subsecretario, podría precisar cuál es diferencia entre mediana y promedio, porque la exministra de Salud, Begoña Yarza, en marzo de 2022 se refería a los tiempos con promedio”.

En ese contexto, el subsecretario afirmó que se prefiere la mediana: “Son más los pacientes que esperan menos a los pacientes que esperan más. Además, se puede disminuir el promedio atendiendo a las personas que llevan más, mientras que la media apunta a un ejercicio más amplio”.

En rigor numérico, el promedio es el resultado que se obtiene al dividir la suma de varias cantidades por el número de sumandos. Sin embargo, las autoridades actuales usan la mediana, que se entiende como la medida estadística que representa el valor que se encuentra en la mitad de un conjunto de datos ordenados. La mediana es útil para describir la posición central de un conjunto de datos y es menos sensible a valores extremos o atípicos que el promedio (o media).

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.