Desde que los talibanes tomaron el control de Afganistán el 15 de agosto, miles de familias se han concentrado cerca del aeropuerto internacional Hamid Karzai de Kabul en un intento desesperado por evacuar el país antes del 31 de agosto, que es la fecha límite que tienen los soldados estadounidenses para abandonar el territorio.

Mientras continúa evacuando por aire, el gobierno estadounidense activó el programa Flota Aérea de la Reserva Civil, y solicitó 18 aviones a aerolíneas estadounidenses para ayudar con el transporte de refugiados afganos a otros países.

Mientras que varios países, como Grecia y Turquía, han fortalecido sus fronteras para evitar la llegada masiva de refugiados afganos, otros han abierto sus puertas. Tres países balcánicos se ofrecieron para ayudar, aunque hasta ahora ningún afgano ha llegado a su territorio y no sabían cuándo ocurriría.

Funcionarios en Macedonia del Norte, Kosovo y Albania dijeron la semana pasada que podrían acoger temporalmente a quienes huían de Afganistán. Duško Arsovski, portavoz del gobierno de Macedonia del Norte, dijo el sábado que el país estaba esperando información y estaba organizando hoteles para que los refugiados se hospedaran, mientras que el primer ministro Zoran Zaev dijo el viernes que su pequeño país acogería a unos 650 afganos. “Estamos rescatando a una población pacífica que ha apreciado la democracia durante 20 años y que fue de ayuda y apoyo para nuestros militares en sus misiones allí”, dijo.

España, por su parte, acogerá en las bases aéreas de Rota, en Cádiz, y Morón de la Frontera, en Sevilla, hasta un máximo de 4.000 colaboradores afganos de Estados Unidos mientras se cierra su tránsito hacia otros países. Cada uno de ellos podrá permanecer en el país hasta dos semanas.

Según dijo el sábado a la prensa el mayor general del Ejército estadounidense William Taylor, subdirector de operaciones regionales del Estado Mayor Conjunto, alrededor de 37.000 personas han sido evacuadas de Afganistán desde que empezaron las operaciones a fines de julio, de las cuales 17.000 fueron sacadas del país la semana pasada. Entre el domingo y el lunes, Estados Unidos evacuó a 10.400 personas del territorio afgano, informó la Casa Blanca.

Reino Unido, por su parte, ha evacuado a 5.725 personas desde el 14 de agosto, de las cuales 3.100 son ciudadanos afganos, según informó el lunes el Ministerio de Defensa. Según los medios británicos, el primer ministro, Boris Johnson, espera solicitar al Presidente de EE.UU., Joe Biden, ampliar la fecha de retirada de Afganistán a fin de continuar con los vuelos para sacar más gente de ese país.

Sin embargo, un portavoz de los talibanes advirtió que EE.UU. y sus aliados se exponen a “consecuencias” si retrasan su salida de Afganistán, prevista para el 31 de agosto, para continuar con las evacuaciones en Kabul.

“Si Estados Unidos o Reino Unido piden más tiempo para continuar con las evacuaciones, la respuesta es no, o habrá consecuencias”, dijo Suhail Shaheen, vocero de los fundamentalistas, al canal británico Sky News. Las declaraciones llegan luego de que Biden, presionado por sus aliados, diera indicios de la posibilidad de mantener a sus tropas más allá del 31 de agosto.

“Esto es algo que uno podría decir es una línea roja. El Presidente Biden anunció este acuerdo por el que el 31 de agosto retirarían todas sus fuerzas militares. Así que, si ellos la extienden, eso significa que están extendiendo la ocupación cuando no hay necesidad de ello”, señaló el portavoz talibán.

“Esto creará desconfianza entre nosotros. Si hay intención de continuar la ocupación, esto provocará una reacción”, agregó. Según Shaheen, mucha gente busca salir de Afganistán por razones “económicas” y negó que sea por miedo a los talibanes.

“Todos quieren establecerse en países occidentales para tener una vida próspera. No se trata de miedo”, opinó Shaheen, que calificó de “noticias falsas” las conjeturas de que los talibanes están buscando afganos que han ayudado a las fuerzas extranjeras. Mientras tanto, fuentes de los talibanes sugieren que formarán gobierno hasta que se retire completamente la ocupación extranjera.

Shaheen hizo estas afirmaciones antes de que Johnson presida este martes una reunión de los líderes del Grupo de los Siete (G7, países más ricos), para abordar la crisis afgana y, en concreto, la posibilidad de extender el plazo para las evacuaciones.

“Los talibanes tendrán que elegir: pueden intentar comprometerse con la comunidad internacional y demostrar que quieren formar parte del sistema internacional, o pueden darse la vuelta y decir que no hay oportunidad para una prórroga”, dijo a Sky News el ministro británico para las Fuerzas Armadas, James Heappey.

Sin embargo, los talibanes advirtieron que no anunciarán la formación de un nuevo gobierno en Afganistán mientras haya soldados estadounidenses en el país.

En una muestra de la creciente tensión que se vive en el aeropuerto de Kabul ante la imposibilidad de evacuar a todo el personal internacional y de apoyo antes del 31 de agosto, soldados estadounidenses y alemanes se vieron implicados este lunes en un tiroteo en el que murió un guardia de seguridad afgano y otros resultaron tres heridos cerca del acceso norte al terminal aéreo.

La cadena CNN dijo que el enfrentamiento empezó cuando un francotirador disparó contra los guardias afganos que vigilan el perímetro cerca del acceso norte. Enseguida, fueron respaldados por fuerzas alemanas y estadounidenses, según el Ministerio de Defensa germano.

En tanto, según la Deutsche Welle, los talibanes están negociando una rendición o la toma por la fuerza de la norteña provincia de Panjshir, donde permanecen centenares de soldados y guerrilleros locales atrincherados. Los combatientes del grupo insurgente tienen al enemigo “sitiado dentro de Panjshir”, informó en un mensaje en Twitter el principal portavoz talibán, Zabihulla Mujahid, al tiempo que aseguró que “el Emirato Islámico (como se autodenominan los insurgentes) está tratando de resolver el problema de forma pacífica”.