Es una posibilidad de pocos, pero aparentemente cada vez se ve menos como un beneficio soñado.
LLa implementación forzada y repentina del teletrabajo, producto de la pandemia del coronavirus, permitió que una parte del mercado laboral siguiera en sus funciones desde las casas, y ya se anticipa que cambiará hacia adelante las relaciones y los formatos de trabajo cuando la pandemia pase.
Sin embargo, a pesar de los aspectos positivos de esta modalidad de trabajo, la falta de interacción cara a cara con los compañeros de oficina, el estrés de un encierro prolongado, el miedo a perder el empleo ante una economía alicaída y el rol múltiple que ha tenido que asumir gran parte de la población, entre otros, están pasando la cuenta, señala el último informe Workmonitor de la consultora internacional de Recursos Humanos, Randstad. De hecho, según el documento, 84% de los encuestados en Chile -con una muestra representativa de más de 800 casos- sostiene que le gustaría volver a su lugar de trabajo apenas sea posible. El dato está por encima del promedio mundial, de 78% y que deja a nuestro país en la posición nueve entre las naciones consideradas en la medición, donde destacan en los primeros lugares las asiáticas.
El informe puntualiza que entre los principales motivos mencionados para querer regresar están: extrañar la interacción con los colegas, con 43%; dificultad para mantener el equilibrio vida laboral-familiar, con 38%; tener que cuidar y/o enseñar a los niños que también están en casa, con 37%; no disponer de una habitación o espacio separado para desempeñar las funciones, con 30%; y no contar con una conexión de internet estable, con 28%. Más abajo se encuentran no tener un equipo adecuado (22%), sentirse solo o aislado (19%) y la aparición de problemas físicos debido a una postura incorrecta (18%).
El director de ventas de Randstad, Felipe Lagos, indica que aunque el teletrabajo ha traído cosas positivas y valoradas por las personas, como la mayor flexibilidad, menores desplazamientos y, lo que es el incentivo fundamental de la modalidad, bajar el riesgo de contraer Covid, el problema es que las condiciones no han sido las más óptimas.
“Sin embargo, esto no significa que el home office haya perdido validez entre los chilenos ni que dejó de ser un beneficio atractivo para la gente, ya que las principales motivaciones para el retorno están asociadas a las condiciones actuales y a lo extenso que se ha vuelto este período de empleo remoto, sumado a presiones domésticas, sanitarias, físicas y mentales. En este sentido, todo indica que una vez recuperada la normalidad, la tendencia será la ejecución de una jornada mixta; de hecho, según la investigación, 63% de los encuestados sostiene que disfruta de un entorno laboral híbrido, en el que pueda trabajar desde el hogar o en el lugar que prefiera”, añade Lagos.
Productividad
El estudio preguntó también cómo evalúan la productividad que están teniendo las personas realizando teletrabajo. El 34% de los consultados en Chile dice que “ha mantenido” su rendimiento trabajando remotamente, la cifra más baja de los países medidos en América Latina y en el sexto lugar más bajo a nivel global.
En tanto, el 66% restante reconoce haber bajado su desempeño. En este universo, 30% dice que es porque “ha estado muy estresado” durante este período; 28% a que se ha visto forzado a operar en condiciones cambiantes todo el tiempo; 26% a la dificultad que ha tenido para trabajar remotamente, y 21% a que no está físicamente cerca de su equipo.
“De acuerdo a un sondeo internacional que se hizo público hace algunas semanas (de Ipsos), Chile es el segundo país del mundo en que más ha empeorado la salud mental desde el inicio de la pandemia, lo que evidentemente repercute en la productividad de las personas; aparte, los constantes confinamientos pueden ocasionar cierto distanciamiento de la cultura corporativa de las empresas, afectando también la motivación y el compromiso de los trabajadores. Sin duda, son aspectos de los que las compañías deben hacerse cargo, porque la descontextualización del entorno laboral puede tener efectos considerables en el rendimiento y la satisfacción de la gente”, dice Lagos.