Si las inquietudes en torno a la forma en que el gobierno del Presidente Gabriel Boric ha abordado la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado ya abundaban al interior del Partido Comunista (PC), los dichos de Patricio Fernández -asesor presidencial a cargo de la materia- solo profundizaron el desasosiego.
El 20 de junio, el exconvencional participó de un programa de Radio Universidad de Chile conducido por el premio nacional de Humanidades y Ciencias Sociales Manuel Antonio Garretón. Ahí se abordó la preparación del Ejecutivo de cara al cumplimiento de medio siglo desde el Golpe militar que encabezó Augusto Pinochet.
No fue hasta el miércoles de esta semana que algunos de sus dichos en esa instancia resurgieron en redes sociales. Uno de los que más llamaron la atención lo emitió luego de que Garretón consultara si “es posible encontrar mínimos comunes (en el marco de la conmemoración) cuando tienes un porcentaje no menor de la población que te dice: ‘Eso (el Golpe) fue necesario (...)’”.
Ante eso, Fernández respondió: “O sea, ¿cuál creo que es el empeño central al que estamos retados a estas alturas? Tú, la historia podrá seguir discutiendo por qué sucedió o cuáles fueron las razones o motivaciones para el Golpe de Estado. Eso lo vemos y lo vamos a seguir viendo. Lo que uno podría empujar, con todo el ímpetu y con toda la voluntad, es decir: ‘Okey, tú, los historiadores y los politólogos podrán discutir por qué y cómo se llegó a eso, pero lo que podríamos intentar acordar es que sucesos posteriores a ese Golpe son inaceptables en cualquier pacto civilizatorio’”, complementó.
Es en ese momento cuando Garretón interrumpió a Fernández y procedió a cuestionarlo. “Patricio, ahí tú estás diciendo ‘las consecuencias’. ‘Después del Golpe no debió haber pasado lo que pasó'. ¡No! Si la sociedad no tiene (...) un consenso de que jamás debió ocurrir el Golpe…”, afirmó. Luego, remarcó que debiese existir una condena al Golpe como tal.
De inmediato, Fernández intentó aclarar sus dichos. “Estamos hablando lo mismo. Quizás hay un malentendido del lenguaje. Lo que quiero decir es: la discusión de por qué sucedió no quiere decir que tú justifiques que eso pueda o deba suceder ante determinadas circunstancias, porque efectivamente eso que sucedió tuvo unas consecuencias, y está intrínseco en esa manera de actuar, de solucionar por la violencia los conflictos sociales, que tiene, además, una consecuencia que no es un día, que no es un instante, es una historia”, afirmó.
Sin embargo, sus explicaciones no evitaron que al exconvencional le llovieran las críticas. Dentro de los más duros están algunos militantes del PC, partido que, en todo caso, ya había cuestionado el tono del gobierno de cara a la conmemoración.
Por ejemplo, la diputada María Candelaria Acevedo (PC) dijo a La Tercera que “hemos presenciado una serie de declaraciones, a lo menos, desafortunadas, que por una u otra razón terminan cayendo en el negacionismo que tanto hemos lamentado y el cual espero pueda ser sancionado con la ley de negacionismo que hemos impulsado desde el PC y otros sectores de la izquierda (...)”.
La diputada enfatizó que “quienes justifican (el Golpe) son, en parte, los mismos que fueron cómplices de estos delitos, los que vinieron a poner fin a un gobierno transformador como fue el que lideró el Presidente Salvador Allende”. En esa línea, la parlamentaria hizo un llamado a “ser cuidadosos y cuidadosas con las expresiones en torno al tema, más aún a personas ligadas al actual gobierno”.
En ese mismo sentido, el diputado Luis Cuello (PC) sostuvo que “no creo que sea correcto ni siquiera sugerir que se pueden discutir las motivaciones del Golpe de Estado, que debe entenderse como un acto antidemocrático producto de una gran operación política, económica, digitada desde fuera, desde el extranjero, con el respaldo de fuerzas internas”.
Además, Cuello admitió que considera riesgosos los dichos de Fernández, considerando el cargo que ostenta. “Es preocupante, porque en la conmemoración del Golpe de Estado desde un gobierno progresista creo que no es posible que se relativice la legitimad del Golpe de Estado. Por eso creo que es preocupante el enfoque”, señaló.
Por su parte, el diputado Boris Barrera (PC) afirmó que “sigo preocupado por las declaraciones de algunas personas progresistas o del oficialismo, más aún viniendo del delegado presidencial para los 50 años. Cuando se intenta expresar que puede haber sectores que van a seguir discutiendo los motivos por los cuales se realizó el Golpe de Estado (...), si decimos o abrimos que puede haber tesis que justifiquen el Golpe, creo que ya lo estamos justificando. Y el Golpe no tiene justificación alguna, más que las intenciones de Estados Unidos y la oligarquía chilena de no querer que haya un gobierno socialista en Chile”.
En tanto, la diputada Carmen Hertz (PC) sostuvo que “independientemente de (...) la opinión que se tenga sobre las causas, el Golpe es y fue un crimen de lesa humanidad e inauguró en Chile el terrorismo de Estado”.
Por lo demás, también hubo críticas más allá del PC. Por ejemplo, el académico Claudio Nash publicó en sus redes sociales: “Profundo error de Fernández. Un Golpe de Estado no es aceptable hoy y tampoco lo fue ayer (...). Si esta fuera la opinión personal del señor Fernández, sería irrelevante. Lamentablemente, él es asesor principal del gobierno en la materia y, por tanto, suponemos que todo el diseño de conmemoración oficial de los 50 años asume esta perspectiva”.
El excandidato presidencial Marco Enríquez-Ominami escribió en su cuenta de Twitter: “¿Esto es lo que el gobierno pretende hacer en conmemoración de 50 años? ¿Comunicar que es ‘discutible’ cómo se llegó al Golpe? Eso es cimentar el camino a justificarlo. El Golpe y la dictadura se condenan (...)”.
Fernández fue consultado por este diario, pero prefirió no dar declaraciones.
Las “ideas-fuerza” del PC
En paralelo a los dichos de los diputados, el área de comunicaciones del PC preparó un documento de dos planas en que enumeran los principales puntos que, a criterio de ellos, debiesen ser las “ideas-fuerza” que integren el relato comunicacional de la conmemoración de los 50 años.
En el texto se menciona que es clave establecer que “el gobierno de la Unidad Popular fue un gobierno legitimado socialmente, electoralmente y de carácter profundamente transformador”. Junto a eso, también se explicita que el período de Allende “orientó su programa y accionar a la justicia social y dar dignidad a las personas” y que “es expresión de un acumulado de luchas históricas orientadas a combatir las desigualdades y a alcanzar la máxima expresión democrática”.
Asimismo, se postula que el gobierno de Allende fue uno de “profunda impronta ética, que hizo visibles los derechos de los invisibles”, y reconocen que “tuvo logros significativos, entre ellos en política habitacional, salarial, medio litro de leche para toda la niñez y la nacionalización del cobre”.
Para concluir, manifiestan que “el negacionismo actual es condenable” y que “la visión neutral que empata vulnera la realidad y la conducta democrática de la Unidad Popular y en especial del Presidente Allende y el PC”. Por eso, dicen, es necesario “defender el carácter transformador del proyecto” y su “vigencia de sus ideas y propósitos”.