Una inesperada bilateral se concretó la tarde del martes entre la líder PPD, Natalia Piergentili, y la ministra del Interior, Carolina Tohá. La reunión se concretó luego de que ayer mismo ambas acordaran juntarse aparte del resto de los partidos que apoyan al gobierno, en momentos en que la timonel de la tienda oficialista sumaba tres ausencias a las reuniones de comité político en La Moneda (a la de ayer acudió su secretario general, José Toro).

La cita se dio en medio de un enfriamiento de las relaciones entre el PPD y Palacio, las que quedaron dañadas tras la definición del partido de competir al Consejo Constitucional en una lista aparte de Apruebo Dignidad y a contramano de la solicitud hecha por el Presidente Gabriel Boric por una lista unitaria.

Pese a que el Presidente, en su propia casa, solicitó a Piergentili formar un pacto único junto a los demás partidos, su llamado no surtió efecto. En esa instancia, ocurrida el 1 de febrero, fue la última vez en que hablaron en extenso. Y este lunes ambos se encontraron en el acto del Cementerio General en homenaje al asesinado líder sindical Tucapel Jiménez, donde el contacto entre ambos no pasó de un saludo por un par de segundos, pero suficiente para romper con las más de dos semanas de silencio que hubo entre los dos.

En el listado de dirigentes del Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad que han desfilado por La Moneda -con el fin de sostener reuniones de trabajo con el jefe de gabinete del Presidente, Carlos Durán, a propósito del ajuste ministerial- no ha estado Piergentili y no está proyectado -hasta el cierre de esta edición- una cita entre ambos. Sin embargo, en el partido apuntan que la cita de la líder PPD con la jefa política del gobierno “subsanan” las semanas de poca interacción entre el partido y La Moneda. “Hemos tenido una comunicación muy fluida con el gobierno. Vengo saliendo, y ustedes me han visto, de una larga reunión con la ministra Tohá”, recalcó a la salida de su encuentro con Tohá.

Quienes conocieron el tenor del encuentro, apuntan a que tanto la líder PPD como la ministra abordaron los inminentes movimientos en el gabinete. La ministra transmitió que éste será próximamente, que se está afinando el diseño y la dirigenta planteó algunos perfiles técnicos a disposición.

A la salida, eso sí, Piergentili se mostró distante de la postura de su secretario general, quien puso sobre la mesa la idea de aplazar el posible ajuste en los equipos de gobierno para después del 7 de mayo, tras las elecciones del Consejo Constitucional. “La verdad que es algo que no hemos discutido, que ayer (lunes) cuando tuvimos mesa nadie planteó, primero, la necesidad de un cambio de gabinete ni la fecha (...). El PPD, institucionalmente, no discute cuándo son los cambios de gabinete ni plantea posibles fechas”, puntualizó.

De todas formas, la líder de partido ahondó en las versiones -dentro del mismo PPD- que apuntan a una posible vendetta del Ejecutivo a raíz de la decisión electoral adoptada por la tienda.

“Aquí hay una posición de un partido que legítimamente quiso tomar una definición en el trabajo constitucional (...). Creo y entiendo que pueden haber colegas de presidentes de otros partidos, sobre todo el FA, que no les pareció esta decisión, están en su derecho, pero eso no implica que nuestra lealtad con el gobierno y particularmente con toda la gestión que lleva adelante la ministra del Interior no exista. Las relaciones son políticas, no afectivas. La verdad es que creo que el Presidente Gabriel Boric no opera de esa manera, de modo que no tengo ningún temor de que eso sea así”, expresó.

El debate interno

Mucho antes de la definición final del PPD, la relación con Palacio y parte del oficialismo se había crispado: primero, luego de que el exsenador Guido Girardi afirmara a mediados de enero que una lista “encabezada por el PC y el Frente Amplio” sería “la lista del indulto”. El golpe final a la unidad oficialista, eso sí, vino cuando el PPD ratificó que competiría aparte de Apruebo Dignidad.

Una vez zanjada la decisión de competir en la lista Todo Por Chile -junto a la Democracia Cristiana (DC) y el Partido Radical (PR)-, al interior del PPD comenzó a reinar la desazón, debido al mal pie en que quedaron como partido para solicitar mayor incidencia en el Ejecutivo en el próximo ajuste ministerial. Esto, en consideración de que previamente las colectividades del Socialismo Democrático -PS, PL, PR y el PPD- estuvieron cuadrados en insistir que el Presidente Boric cumpliera con su compromiso de arreglar los “desequilibrios” -como lo llaman ellos- entre su coalición y Apruebo Dignidad en las estructuras de gobierno, particularmente en la “segunda línea” de autoridades: de las 39 subsecretarías existentes, cinco pertenecen a los partidos del Socialismo Democrático.

Presidente Gabriel Boric, en conmemoración del asesinato de Tucapel Jiménez.

La desazón es tal, que desde la directiva del partido afirman -en privado- que están “preparados para que venga un castigo”. Esto, de hecho, se habló ayer en la reunión de mesa del PPD. En esa instancia, según presentes, el secretario general de la colectividad, José Toro Kemp, sostuvo que si los castigaban desde el gobierno por haber concurrido en una segunda lista, favorecería su campaña, pues les permitiría desmarcarse aún más de Apruebo Dignidad. En cambio, si llegaban a otorgar más cupos al PPD, se marcaba el peso del partido en el Ejecutivo.

“Un castigo ayuda a marcar las diferencias de forma de hacer política. Esas diferencia las tenemos claras. Apruebo Dignidad no son nuestros enemigos, pero tenemos diferencias de forma y de fondo. Adherimos a las causas, pero no siempre estamos de acuerdo”, sostiene otro integrante de la directiva.

Y es que diferenciarse de Apruebo Dignidad es precisamente lo que el PPD pretende utilizar como estrategia de campaña de cara a las elecciones. Por lo mismo, el slogan que tienen pensado hasta el momento busca reivindicar el rol de su sector al decir que “la centroizquierda es futuro, responsabilidad y seguridad”.

Un antecedente que los hace pensar que serán “castigados” es que el jefe de gabinete del Presidente, Carlos Durán, se ha reunido en su oficina con la mayoría de los partidos del oficialismo, pero con ellos no ha agendado un encuentro. “En esas condiciones, es difícil que exista sentido de pertenencia. No existe eso por el gobierno, de decir que ‘este es mi gobierno’”, lamenta un integrante de la directiva PPD.

Como sea, dentro del partido dicen estar tranquilos, pues consideran que, en el peor de los casos, tras un eventual ajuste en las estructuras de gobierno, terminarán igual que como empezaron: con una ministra (Carolina Tohá) y dos subsecretarios: Eduardo Vergara (Prevención del Delito) y Yolanda Pizarro (Niñez).

En todo caso, en el partido también lamentan que, pese a ser militante, no se mantenga una relación fluida con la ministra del Interior. Al no tener mayor contacto con ella, dicen, “no tenemos contacto con los ministerios, no hay línea directa. Hay que pasar por los jefes de gabinete, subsecretarios”.

Existe, eso sí, un grupo de militantes PPD -cercanos a Tohá- que son más próximos al gobierno y que apoyaron la lista única. Entre ellos consideran que el Ejecutivo probablemente castigará a quienes se alejaron de la decisión oficialista, pero no a ese grupo. Tanto así, que ha trascendido que incluso han propuesto nombres en instancias informales para ocupar posibles cargos.

Otras voces del PPD, en todo caso, descartan temer represalias por parte de Boric en contra de ellos por haber concurrido en una segunda lista. Según plantean -en privado-, el Mandatario es consciente de que necesita mayorías en el Congreso, por lo que entrar en conflicto con los propios partidos de gobierno podría resultarle contraproducente.