Ya son 12 las regiones que tienen el toque de queda reducido, es decir, rige entre medianoche y las cinco de la mañana. Y entre las faltantes está la Metropolitana, que congrega a más de siete millones de personas.
Pero la flexibilización de la medida, según ha estipulado el gobierno, solo puede producirse cuando la zona alcanza una tasa de incidencia de casos menor a 150 activos por 100 mil habitantes y que en la población adulta -grupo objetivo para el plan de inmunizaciones- se alcance el 80% de cobertura, es decir, las dos dosis de vacuna.
Actualmente, la capital ha alcanzado el 75%. Y pese a que se incrementan las voces que piden acortar el toque de queda -a los empresarios del rubro gastronómico y del entretenimiento se sumó esta semana el gobernador Claudio Orrego-, desde el gobierno sostienen que, al menos por ahora, no se ha planteado hacer excepciones y que se aguardará dicho hito. Aunque cueste lograrlo.
¿Cuánto falta, entonces? Considerando los datos que publicó el Departamento de Estadísticas en Salud (Deis) del Minsal, el Instituto de Políticas Públicas en Salud de la U. San Sebastián (Ipsuss) elaboró un cálculo que considera un escenario auspicioso y otro menos ideal.
Al 31 de julio aún quedaban en la capital 314.372 personas por vacunarse para llegar al 80% del grupo objetivo. Así, “si uno considera el ritmo de vacunación de la última semana de julio, que fue bastante bajo, con 59.799 esquemas de vacunación completados, la Región Metropolitana podría alcanzar el 80% el día 5 de septiembre”, asegura el análisis del Ipsuss.
Pero, añade el Ipsuss, “esto se podría acortar bastante si se regresa a la velocidad de la semana inmediatamente anterior, en donde se vacunaron 110.786. A este ritmo se llegaría a la meta para acortar el toque de queda el día 20 de agosto”.
También está el dato de quienes ya han recibido al menos una primera vacuna: el 82% de la población objetivo. Por eso, considerando el plazo de espera para acceder a la segunda dosis, el porcentaje restante debería completar su esquema antes del 1 de septiembre.
Por eso, en el gobierno han resuelto aguardar. Pues calculan que entre la tercera semana de agosto y fin de mes se cumpla la meta. “No sería justo ni correcto hacer distinciones con la capital, si con las otras regiones se ha aplicado este criterio y las comunas con mucho esfuerzo han logrado vacunar a su gente”, comentan en privado.
Asimismo, evalúan positivamente el efecto que parece haber tenido el llamado del ministro Jaime Bellolio, la semana pasada, quien advirtió que la estrecha ventana que se abrió esta semana para la vacunación de rezagados -lunes y martes- es la última oportunidad para conseguir el Pase de Movilidad antes de Fiestas Patrias. Y, de hecho, en los vacunatorios las personas que aún no se habían inoculado -y que no pensaban hacerlo- hicieron largas filas, desde primera hora.
El rezago por zonas
Dentro de la Región Metropolitana urbana, las comunas más aventajadas en su proceso de vacunación son Huechuraba, Lo Prado y La Reina. Mientras la primera ya inmunizó completamente a un poco más de su población objetivo (102%), las otras están a punto, con 95% y 93%, respectivamente.
En el otro extremo están las comunas que han ido más lento: Estación Central, La Pintana, Santiago y Recoleta, todas por debajo del 64%. El mayor problema, en este caso, es que justamente las comunas con más habitantes se encuentran en el tercio bajo de la tabla: la ya mencionada Santiago (61%), Puente Alto (65%) y Maipú (71%). Y estas comunas, más Estación Central y San Bernardo, representan el 84% de los 314 mil esquemas completos que faltan para lograr el ansiado toque de queda a medianoche.
Ahora bien, en la comuna de Santiago han tomado nota y están corrigiendo su estrategia. Si partieron con vacunatorios masivos, como el del Parque O’Higgins, la directora de salud, Beatriz Chamorro, cuenta que lo que toca ahora es buscar rezagados en los barrios: “Se nos envió el plano que muestra claramente las zonas donde tenemos más personas vacunadas y donde tenemos menos personas vacunadas. Y tenemos claro que es en el polo de Domeyko y Padre Orellana, entre otros, donde vamos a tener que salir con nuestros equipos a unidades vecinales, a casas del adulto mayor, a lugares donde la comunidad pueda acercarse y concurrir”.
Sobre la distribución territorial de las vacunas, la infectóloga Jeannette Dabanch explica: “Hay que recordar que nosotros tenemos una distribución bastante no homogénea de los puntos de vacunación: en la zona oriente de Santiago tenemos los vacunatorios de la red pública y se suman los vacunatorios de las redes privadas, por lo que hay un número más importante de puntos de vacunación”.
Esto último tiene su confirmación en los números, ya que todas las comunas del sector oriente ya superaron al menos el 80% en esquemas completos de vacunación.
Calendarios
El calendario de vacunación que el Ministerio de Salud publicó para las primeras dos semanas de este mes acota los llamados por una baja en la disponibilidad de las vacunas -de hecho, se paralizó en menores de edad-, pero restringe, además, solo a los lunes y martes el acceso a las personas que están rezagadas, mientras que los restantes días estarán del todo dedicados a las segundas dosis.
Y es que en la cartera consideran que ha sido suficiente el plazo que han tenido ya las poblaciones adultas y, si bien no se ha debatido suspender la convocatoria a este grupo, sí hay acuerdo en acotarla. Eso, con el convencimiento de que el Pase de Movilidad sí ha servido como incentivo para las personas a completar el esquema y entendiendo, además, que hay grupos que, derechamente -por motivos de creencias o condición de salud, por ejemplo- no se vacunará.
Claudio Castillo, académico en Salud Pública de la Usach, evalúa la decisión: “Es muy positivo asegurar las segundas dosis en las personas que ya tuvieron una. Pero también es importante que, mientras exista disponibilidad y nuevos cargamentos, también se fortalezca el calendario para las personas rezagadas que deban recibir la primera dosis”.
Estrategias
En la comuna de Lo Prado, la segunda con mejor cobertura en la RM urbana (95%), su alcalde Maximiliano Ríos indica que el éxito de la campaña se explica por la pronta información e instalación de vacunatorios: “La explicación tiene que ver con la gran cantidad de pacientes que se atienden en nuestros centros, y la decisión desde el comienzo, cuando existía disponibilidad amplia de vacunas, de contar con ocho puntos de vacunación (incluyendo unidades vecinales y establecimientos educacionales) en una comuna de 6 km2 . Ello permitió un amplio acceso, con información a través de todas las plataformas locales, extensiones en horario hasta las 18.30 de lunes a viernes, y los sábados para rezagados de la semana”.
Respecto de los grupos rezagados más jóvenes, Dabanch considera que la información es clave para llamarlos a poner el brazo, y que “la comunicación a través de las redes sociales, las campañas de vacunación que se están haciendo, que se enfocan en asegurar que la vacuna no solo protege de forma individual, sino también de manera comunitaria, son las que yo creo que permiten acceder a esos grupos, que yo creo están accediendo hoy día”.
Castillo destaca el rol de la búsqueda activa de los rezagados: “Hay que disponibilizar la vacuna en horarios no hábiles, lo más cerca posible de las personas, en los lugares de conexión, o ir a los lugares de trabajo. Es importante implementar una estrategia por esa vía para facilitar y acercar la vacuna a las personas”.
¿Se justifica el toque?
Por encima de todos estos cálculos, se abre el debate sobre si se justifica o no el toque de queda, considerando las buenas cifras que ha logrado el país y la capital, con una sostenida caída en los contagios de Covid-19. De hecho, ayer se reportaron 616 casos, la cifra más baja desde abril de 2020.
En ese contexto, llamó la atención ayer en el gobierno la postura del secretario general del Colegio Médico, José Miguel Bernucci, quien -pese a que ha defendido las medidas tendientes a evitar la propagación del Covid-19 e, incluso, adhería en junio a un estricto plan de “cortocircuito” para frenar el avance del virus- cuestionó la vigencia del toque de queda.
“Cuando hay mucha circulación viral podría el toque de queda jugar algún rol para evitar los contagios, sobre todo intradomiciliarios o en contextos de fiestas sociales. Sin embargo, cuando la situación está buena o muy buena, o sea, cuando hay muy poca circulación viral, la verdad es que el toque de queda no tendría ningún rol”, sostuvo.
Y en relación con la inmunización de la población, Bernucci también descartó la medida. Y en su cuenta de Twitter deslizó que podría obedecer no a una lógica sanitaria, sino a motivos de “control social”. “Es difícil de entender la razones sanitarias o científicas para plantear que por sobre un 80% de vacunación de población objetivo, de los mayores de 18 años, se podría liberar algo como el toque de queda. Desde el punto de vista científico-académico, es difícil poder encontrarle una explicación a ello, y por qué liberarlos dos horas y no más, o no menos”, planteó.
Por su parte, el académico Castillo valora la medida, en tanto restringe los usos de lugares públicos de entretenimiento: “El toque de queda disminuye -cada vez menos, eso sí- la movilidad, y con eso se reduce la probabilidad de fiestas nocturnas y de actividades sociales extendidas, donde sabemos que existe una mayor probabilidad de riesgo. Estudios internacionales han demostrado que la probabilidad de generarse brotes en discotheques, en bares o en restoranes es mucho más elevada que en reuniones familiares”, argumentó.