Según Our World in Data, se han administrado cerca de 250 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus en todo el mundo, lo que da esperanzas a los gobiernos de una reapertura más definitiva. Sin embargo, las nuevas variantes -posiblemente más infecciosas- descubiertas en los últimos meses han elevado los casos y muertes en muchos países, preocupando a las autoridades y aplazando el fin de los confinamientos.
El mejor ejemplo de este fenómeno es Europa. Según informaron algunos medios este martes, el gobierno nacional y los estados en Alemania habrían decidido extender el bloqueo por tres semanas, hasta el 28 de marzo. La canciller Angela Merkel y los primeros ministros estatales discutirían este miércoles el borrador de un acuerdo que permitiría que las tiendas vuelvan a abrir en zonas donde los casos de coronavirus caigan a un promedio de 35 por cada 100 mil personas en siete días.
Algunos comercios, como florerías, librerías y tiendas de jardinería, podrían abrir incluso si las cifras de contagio son más altas, y el plan también contemplaría una flexibilización en el número de personas de diferentes hogares a las que se les permite reunirse a partir del 8 de marzo.
Los alumnos de primaria volvieron a clases presenciales en gran parte del país la semana pasada, y la mayoría de las tiendas han permanecido cerradas desde el 16 de diciembre. Los bares, restaurantes, lugares deportivos y de ocio han estado sin funcionar desde el 2 de noviembre, y los hoteles solo están recibiendo a viajeros de negocios.
En España, las autoridades locales han tomado distintas decisiones considerando la situación epidemiológica de cada zona. Ignacio Aguado, vicepresidente de la Comunidad de Madrid, dijo que en los próximos días se tomará la decisión de suprimir el toque de queda, asegurando que están trabajando “para levantar todas las restricciones lo antes posible”. Aunque las cifras continúan bajando, Madrid es la comunidad con mayor incidencia acumulada a 14 y siete días de toda España.
En tanto, el gobierno de Castilla-La Mancha acordó retrasar a partir de este martes el toque de queda en la comunidad autónoma en dos horas, hasta las 24.00, si bien anunció que se mantendrá el cierre perimetral de la región.
El Parlamento de Portugal aprobó la semana pasada una nueva prórroga del estado de emergencia, que ya empezó a regir y se extenderá hasta el 16 de marzo, con un estricto confinamiento para el que aún no existe un plan de desescalada, lo que ha generado tensiones en el país. Actualmente, los portugueses sólo pueden salir de sus casas para realizar actividades esenciales. Por el momento, lo único que ha dicho el gobierno es que la relajación de las medidas será “gradual” y empezará por las escuelas, que están cerradas desde el 22 de enero.
El Presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo el lunes que los franceses deberán esperar “entre cuatro y seis semanas” a que se empiecen a levantar las medidas adoptadas para controlar la pandemia en el país, especialmente las restricciones para la movilidad nocturna.
La Corte de Apelaciones anuló la semana pasada la cancelación del toque de queda en Países Bajos, una medida que generó violentas protestas cuando fue instaurada por el gobierno. “Existen circunstancias extraordinarias que permiten la introducción del toque de queda. La pandemia del coronavirus es motivo suficiente”, dijo la corte en su sentencia.
El caso fue llevado a la justicia por el grupo Viruswaarheid (Verdad sobre el virus), que ha organizado manifestaciones desde el inicio de la pandemia y ha promovido teorías de conspiración sobre el coronavirus.
Así, el toque de queda vigente -el primero en el país desde la Segunda Guerra Mundial- se mantendrá entre las 21.00 y las 4.30 horas, al menos hasta el 15 de marzo.
En la misma línea, el gobierno de República Checa decretó el viernes un nuevo estado de emergencia de 30 días, que empezó a regir el sábado. Las autoridades tomaron la decisión ante el empeoramiento de la situación epidemiológica en el país. “La situación es dramática. Además de la variante británica, tenemos también la sudafricana. Tenemos que endurecer las medidas, porque si no lo hacemos, nos esperan serios problemas en la salud en las próximas dos semanas”, dijo el primer ministro Andrej Babiš.
En Finlandia, las autoridades también declararon el lunes estado de emergencia ante el repunte de contagios, lo que podría obligar a los bares y restaurantes a cerrar sus puertas, además de restringir los movimientos de la población.
Tras días de debate, el Parlamento de Eslovaquia aprobó el viernes la extensión del estado de emergencia vigente en el país hasta el 19 de marzo. La medida permite el reclutamiento y la transferencia de trabajadores sanitarios, además de la prohibición de las reuniones sociales.
Aunque en Eslovaquia hay un toque de queda vigente desde principios de 2021, las autoridades han tenido dificultades para hacerlo cumplir, ya que implica varias excepciones que han sido confusas para la población.
Mientras las autoridades europeas toman medidas más estrictas para controlar el virus, otras regiones se apuran en retomar las actividades económicas congeladas por la pandemia. Japón anunció el viernes que esperaba levantar el estado de emergencia en todas las prefecturas, excepto en Tokio y sus tres prefecturas vecinas, una semana antes de lo planeado.
El país asiático había declarado estado de emergencia en 11 de las 47 prefecturas del país en enero, en medio de la tercera ola de la pandemia. Así, bares y restaurantes debían cerrar a las 20 horas y las empresas debían priorizar el teletrabajo.
Desde entonces, los casos se han reducido considerablemente, y el gobierno espera levantar el estado de emergencia en el resto de las prefecturas, según lo planeado, el 7 de marzo. “Estamos en una etapa en la que no podemos permitir que el estado de emergencia se prolongue en el área metropolitana de Tokio”, dijo el ministro de Economía, Nishimura Yasutoshi.
En América, en tanto, el panorama no es muy alentador. A mediados de febrero, el Senado de República Dominicana aprobó por unanimidad una nueva prórroga del estado de emergencia por 45 días. Desde el inicio de la pandemia, la medida sólo fue levantada en el país entre el 1 y el 20 de julio de 2020.
El gobierno peruano también decretó el lunes una extensión hasta fines de marzo del estado de emergencia nacional, debido a los efectos de la pandemia, que tiene al país como uno de los más golpeados de la región y con su sistema sanitario colapsado.
En esta oportunidad, el Ejecutivo estableció una clasificación de las provincias de los 24 departamentos según su situación sanitaria. Así, las provincias se dividieron en riesgo extremo, riesgo muy alto y riesgo alto, y en cada categoría se indican distintas medidas restrictivas sobre el horario de toque de queda, el aforo en los establecimientos públicos y las restricciones de transporte.