Uber anunció ayer, en un cambio sin precedentes en la historia de la compañía, que comenzará a pagar un sueldo mínimo garantizado, cotizaciones de pensiones y vacaciones a sus conductores en el Reino Unido.

La decisión de todas formas no nació originalmente de la firma basada en San Francisco, sino que se realiza luego que el mes pasado Uber perdiera su última apelación ante la Corte Suprema a una sentencia judicial que concedió a un grupo de exconductores de la aplicación un tipo de estatus de empleados, que cae justo entre la definición de empleado y cuenta propia, según recoge The Wall Street Journal.

El cambio anunciado reclasificará a los conductores de Uber en el Reino Unido como “trabajadores”, en vez de contratistas independientes, como es hasta ahora, con lo cual ese mercado se transformará en el primero en el mundo en el que la empresa pagará en forma directa vacaciones y cotizaciones previsionales a sus conductores. Este cambio involucra a cerca de 70 mil conductores en ese país, uno de los principales mercados de la firma.

Desde Uber en el Reino Unido indicaron que esperan que estos cambios en el modelo en ese país sean seguidos por otras compañías.

“Este es un día importante para los conductores del Reino Unido”, dijo a Bloomberg Jamie Heywood, el encargado regional de la firma para el Norte y Este de Europa. “Los choferes de Uber recibirán ingresos garantizados, pago de vacaciones y una pensión, y mantendrán la flexibilidad que actualmente valoran”, agregó.

La aplicación pagará al menos el sueldo mínimo nacional garantizado de 8,12 libras (US$12,11) por hora, a partir de este miércoles. Según la compañía este será “el piso de ingresos, no el techo”. También indicó que un conductor promedio ocupa la mayor parte de su tiempo de la jornada laboral conectado a la aplicación para realizar viajes pagados y ya ganan más que el mínimo.

De todas formas, Uber tendrá aún que enfrentar discusiones en los tribunales, ya que exconductores han reclamado que para ser considerado trabajador debería bastar con inscribirse como conductor, sin importar que esté conectado y disponible para trabajar, lo que la firma rechaza.

Esta decisión además se enmarca en un momento de presiones en diferentes lugares del mundo, que buscan un estatus similar para los conductores tanto de Uber como de empresas competidoras.

De hecho, el día de la última elección presidencial en Estados Unidos se votó en el Estado de California una propuesta para reclasificar a los conductores como empleados de ese tipo de apps, pero fue rechazada por los electores. Tras ganar esa votación, Uber ofreció de todas formas nuevos beneficios a sus conductores, principalmente de salud. Sin embargo, para compensar parte de estos mayores costos, la empresa subió los precios por los viajes.

La idea de Uber era replicar el nuevo modelo de California y Estados Unidos en Europa. Sin embargo, no le ha ido bien. En Suiza, un tribunal obligó a UberEats a dejar de usar contratistas independientes para repartir en Ginebra.

En Chile

Estos cambios, que se realizarán solo en el Reino Unido, podrían aumentar la presión por reclasificaciones similares en otros países.

De hecho, en Chile está avanzando un proyecto de ley en el Congreso. A inicios de este año. el texto presentado por los diputados Giorgio Jackson (RD), Maite Orsini (RD), Raúl Soto (PPD) y Gael Yeomans (CS) y que agrega un capítulo al Código de Trabajo para establecer un vínculo de subordinación y dependencia entre la plataforma digital de servicio y el trabajador, fue aprobado por mayoría en la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados y pasó a ahora a Sala.

Los patrocinantes indican en la moción que el vínculo no puede ser desconocido ni disfrazado bajo la condición de “socio repartidor” o trabajador independiente.

En el articulado, al reconocer la relación laboral se hacen extensibles los derechos individuales y colectivos existentes en el Código del Trabajo, se perfeccionan conceptos como la jornada pasiva y jornada autónoma, y se consagran derechos a la información y transparencia, y a la no discriminación por parte de las Plataformas Digitales de Servicios a la hora de asignar bonos o compensaciones.

El proyecto debe ser visto por la Sala Cámara de Diputados, no obstante, no cuenta con urgencia porque el gobierno no ha patrocinado la idea.